104 millones de niños sin educación por vivir en zonas de combate
10:30 05/12/18
En los conflictos bélicos los que se llevan la peor parte son los menores que, sin tener claro lo que ocurre a su alrededor, pierden libertades y derechos que en países con paz los damos por hecho. Un claro ejemplo es el tema educativo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), ha desvelado una cifra alarmante, 104 millones de niños no van a la escuela por vivir en zonas de conflicto. Esto supone un tercio de la población total de 303 millones que hay sin escolarizar.
Sudán del Sur tiene la mayor tasa de niños sin escolarizar en educación primaria, con más del 70 por ciento que no acuden a las clases. En cuanto a la educación secundaria, las mayores tasas de se dan en Níger, con más de un 65 por ciento.
Jacob Mayak Nyok es el director de la escuela de Panapet en Sudán del Sur / Sebastián Ruiz
Dos de los países más afectados son Yemen y Siria. En el primer caso, más de 1.500 escuelas y universidades sufrieron daños o fueron destinadas con fines militares y más de 2500 se encuentran cerradas. La principal consecuencia de esta falta de escolarización recae en que los niños pueden acabar en el ejército formando parte de los denominados niños soldado y las niñas se enfrentan al matrimonio temprano, además de ser víctimas de abusos y violaciones en los centros educativos o cerca de ellos.
Niñas en un colegio en Yemen/ UNICEF
En Siria, según el representante gubernamental Saed Zakhyia, al menos mil centros escolares deberán ser demolidos y reconstruidos debido a ataques terroristas.
Por otra parte, más de 21.000 alumnos y profesores han resultado heridos por ataques lanzados a escuelas en países de conflicto durante los últimos cinco años, según un informe realizado por la Coalición Global para Proteger a la Educación de Ataques (GCPEA), que ha estudiado más de 12.700 incidentes entre 2013 y 2017. Se han analizado concretamente 28 países con más de una veintena de ataques, entre los que destacan República Democrática del Congo, Nigeria, Filipinas, Sudán del Sur, Israel, Palestina, Siria y Yemen.
Niños atienden a la clase en Siria /PL
Ante esta crítica situación, Unicef ha alertado de la escasez de fondos que está afectando el acceso a las escuelas. Los datos sitúan a la educación dentro de los problemas mundiales, y menos de un cuatro por ciento de los llamamientos humanitarios a nivel internacional se destinan a la educación. En el informe Futuros Robados: jóvenes y sin escolarizar de Unicef, se pide una mayor inversión en la calidad que permita que niños y jóvenes de los países afectados aprender en un entorno seguro.
En cuanto a los menores refugiados las cifras tampoco son muy positivas. La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) publicó el informe Turn the Tide: Refugee Education in Crisis, donde se desvelaba que cuatro millones de menores refugiados no asisten a la escuela.