La presencia de mercurio en los terrenos de una empresa de Pontevedra enciende las alarmas

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el mercurio es uno de los diez productos químicos tóxicos más perjudiciales para la salud humana. Según un informe de febrero remitido por la compañía ENCE (Ence Energía y Celulosa) a la Xunta de Galicia, los terrenos que ocupa la factoría en Lourizán (Pontevedra), al lado de la Ría de Pontevedra, registran contaminación por mercurio.  ENCE, sin embargo, culpa a ELNOSA, que se encuentra en proceso de desmantelamiento, de la filtración tóxica a través de las aguas subterráneas que se mueven bajo el límite que separa a ambas factorías. Tanto ENCE como la Xunta afirman actualmente que los niveles registrados no suponen ninguna amenaza.

DCF 1.0
ENCE Pontevedra. Fuente: Juantiagues /Flickr / Wikipedia
La presencia de mercurio en los terrenos de una empresa de Pontevedra enciende las alarmas

Según un informe fechado en febrero de 2021 remitido por la compañía ENCE a la Xunta de Galicia, los terrenos que ocupa la factoría de Lourizán (Pontevedra), al lado de la Ría de Pontevedra, registran contaminación por mercurio. El documento, al que ha tenido acceso elDiario.es, afirma que "los resultados obtenidos de mercurio en las aguas subterráneas son cada vez más elevados". Además, el informe alerta de que los medidores que durante diez años no han localizado la presencia del metal tóxico se han disparado en los últimos meses. [1].

ENCE, sin embargo, culpa a la ya desparecida ELNOSA (Electroquímica Del Noroeste SA) de la filtración tóxica a través de las aguas subterráneas que se mueven bajo el límite que separa a ambas factorías. ELNOSA se ha dedicado durante décadas a la fabricación de cloro para blanquear papel y una de sus materias primas fundamentales ha sido el mercurio que, al parecer, vuelve a aflorar coincidiendo con la demolición de los edificios en los que desarrolló su actividad industrial. [1]. 

Desde ENCE rechazan completamente cualquier relación directa entre su actividad industrial y la presencia de mercurio en el subsuelo de este ámbito. "ENCE nunca ha utilizado mercurio en sus procesos. La presencia de dicha substancia no puede atribuirse a la actividad de la compañía", subrayan desde la empresa. [3]. 

En cuanto al mercurio encontrado, ENCE afirma que se lo comunicó a Madrid, a Santiago y a los representantes de los trabajadores. También informó el 19 de noviembre, en un comunicado público, que "reforzó el análisis del terreno en la planta de Pontevedra a causa del desmantelamiento de la instalación contigua de ELNOSA". Desde ENCE subrayan que la compañía "ha ampliado la red de medición de mercurio en las aguas subterráneas, haciendo controles semanales e intensificando la vigilancia, para monitorizarla y advertir, en su caso, de la posibilidad de que se produzcan lixiviados de mercurio". [3]. 

Mientras, la portuguesa Bondalti, dueña de la desaparecida electroquímica, afirma lo siguiente: "ELNOSA ha cumplido siempre todas las normas que han afectado a su actividad y así vamos a continuar haciéndolo. Nunca hubo riesgo para la salud de las personas ni para el medio ambiente, ni cuando ELNOSA estuvo en activo, ni tampoco ahora durante el desmantelamiento y la rehabilitación de los suelos, y mucho menos una vez que se finalicen estos procesos". [3]. 

Sin embargo, ENCE critica en su informe fechado en febrero el proceso de desmantelamiento, autorizado por la Xunta. El plan fue aprobado por el Gobierno de Feijóo a mediados de 2020, "después de comprobar que el proyecto de descontaminación era técnicamente sólido". No obstante, tal y como subraya el mismo medio, ENCE considera que "no se tuvieron en cuenta los riesgos para los trabajadores y que no se incluyeron medidas de contención para evitar que el mercurio terminase en la ría a través de filtraciones". La empresa  cita el plan de desmantelamiento de ELNOSA aprobado por la Xunta, que admite que, aunque "no haya evidencias", "podrían verse afectados no solo sus empleados, sino bañistas y consumidores de pescados y mariscos capturados en la zona". [1] [2]. 

Concretamente, desde el 2019 hasta marzo, ENCE y la Xunta han estado intercambiando correspondencia sobre la presencia de mercurio en la parcela. En uno de esos informes, remitido por ENCE al Gobierno gallego, se puede leer lo siguiente: "Resulta llamativo que no se hayan tenido en cuenta los riesgos que pudieran generarse en ENCE y sus trabajadores [...]. No se comprende como en una actividad de desmantelamiento de instalaciones contaminadas no se hayan adoptado medidas de contención para evitar la afección al suelo colindante y a las aguas subterráneas en una zona con influencia mareal y de alta pluviosidad que plantea como razonable la posibilidad de que se produzcan lixiviados". [1]. 

¿Existe riesgo ambiental y para la salud?

La documentación enviada en febrero por ENCE a la Consejería de Medio Ambiente de la Xunta incluye un análisis cuantitativo de riesgos (ACR), encargado por ENCE a la consultora Tecnoambiente. Las conclusiones confirman "la presencia de mercurio en concentraciones superiores a los 20 mg/kg".  La zona que registra los mayores niveles se encuentra en la parte de la parcela de ENCE que limitad con ELNOSA, llamada "Sector C". [1]. 

La consultora recomienda que los trabajadores eviten "presencias alargadas" en ese sector, y concluye que "el tiempo máximo de un trabajador en esa zona es de tres horas al día". Sin embargo, las fuentes sindicales de la compañía han afirmado que nadie les ha comunicado la existencia de zonas en la empresa donde se deben evitar las estancias largas. 

Mientras, ENCE defiende que "el Sector C es una zona de paso y acopio de materiales, en la que no se realizan labores habitualmente ni de forma prolongada". "Los trabajos en esta área son inferiores a tres horas al día, por lo que no entrañan ningún riesgo", subrayan. [1]. 

El informe enviado por ENCE a la Xunta recoge "frases literales" que proceden de la redacción del proyecto de desmantelamiento de ELNOSA que, en 2020, recibió el visto bueno de la administración gallega. El texto admitía la posibilidad de que la demolición de los edificios de la antigua empresa pudiera diseminar el mercurio, convirtiendo en receptores a vecinos, pescadores y bañistas [1]:

Los receptores potenciales serían los trabajadores que desarrollen su jornada laboral en el emplazamiento. Fuera del emplazamiento se han contemplado los posibles efectos sobre las aguas superficiales costeras siendo los receptores potenciales usuarios del medio receptor, esto es, consumidores de pescado / molusco y quienes realicen actividades de baño en la zona de mayor afección. Pese a lo improbable de la ruta, se han considerado también como receptores potenciales a los vecinos de las viviendas próximas que puedan estar expuestos a compuestos volátiles de la instalación. En el emplazamiento en estudio, la principal vía de migración de los contaminantes desde el emplazamiento de Elnosa a los hábitats costeros se podría relacionar con el transporte a través de las aguas subterráneas y su descarga directa a la ría. Se adopta esta visión desde una perspectiva conservadora, ya que no se tienen evidencia de que esta vía suponga en realidad una forma efectiva de transporte de la contaminación - Fragmento del texto de ENCE, recogido por elDiario.es

Según ENCE, aunque los niveles de mercurio detectados hayan experimentado un incremento en los últimos meses, estos "no ponen en riesgo a las personas (incluidos a los trabajadores de la planta) ni al medio ambiente, ni a la Ría de Pontevedra, ni a la actividad que en ella se realiza (pesca, baño etc.)". Mientras, la Xunta afirma que "hay que aclarar que la presencia de un elemento en el suelo en una concentración superior al nivel general de referencia no tiene por qué suponer un problema". Por su parte, la consejera de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, defiende que ENCE está sujeta a una Autorización Ambiental Integrada como cualquier otra empresa y que está sometida a "un examen exhaustivo y a unos controles muy periódicos", que se extienden también al subsuelo, razón por la que existen 18 piezómetros que examinan las corrientes del recinto. "Los parámetros están totalmente controlados y no exceden las cantidades que desde un punto de vista medioambiental pudieran hacer que se tomen en este momento medidas mayores", concluye. [2] [3]. 

El informe de ENCE ha salido a la luz en un momento en que la empresa es otra vez el centro de la polémica por su continuidad en la Ría de Pontevedra. La empresa defiende que la Ley de Cambio Climático pone en riesgo su actividad y la obligará a cerrar en 2033. En 2016, el Gobierno en funciones de Mariano Rajoy aprobó la prórroga que permitiría a ENCE seguir operando la planta de Pontevedra hasta el 2073. La Ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró que el PP presionó para "desactivar el proceso de control judicial" sobre la concesión de ENCE en Pontevedra. Mientras, la Xunta, ha respaldado en numerosas ocasiones los argumentos de ENCE y ha salido varias veces en su defensa. [2]. 

El mercurio y la salud

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el mercurio es uno de los diez productos químicos tóxicos más perjudiciales para la salud humana. El mercurio existe en varias formas: elemental (o metálico) e inorgánico (a la que las personas se pueden ver expuestas en ciertos trabajos); u orgánico (como el meltimercurio, que penetra en el cuerpo humano por vía alimentaria). Estas formas de mercurio difieren por su grado de toxicidad y sus efectos sobre los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel y los pulmones riñones y ojos. [4]. 

Cuando el mercurio se libera al medio, ciertas bacterias lo pueden transformarlo en metilmercurio. Este se acumula en peces y mariscos. El metilmercurio pasa también por un proceso de bioampliación. Los grandes peces depredadores, por ejemplo, tienen más probabilidades de presentar niveles elevados de mercurio por haber devorado a muchos peces pequeños que a su vez lo habrán ingerido al alimentarse de plancton. [4]. 

Aunque las personas pueden verse expuestas a cualquiera de las formas de mercurio en diversas circunstancias, las principales vías de exposición son el consumo de pescado y marisco contaminado con metilmercurio y la inhalación, por ciertos trabajadores, de vapores de mercurio elemental desprendidos en procesos industriales. El hecho de cocinar los alimentos no elimina el mercurio presente en ellos - OMS

En término generales, hay dos grupos especialmente vulnerables a los efectos del mercurio. Los fetos son sensibles sobre todo a sus efectos en el desarrollo. La exposición intrauterina al metilmercurio por consumo materno de pescado o marisco pueden dañar el cerebro y el sistema nervioso del bebé. Al respecto, la principal consecuencia sanitaria del metilmercurio es la alteración del desarrollo neurológico. Por esta razón, la exposición a esta substancia durante la etapa fetal puede afectar, después de un momento dado, al pensamiento cognitivo, a la memoria, a la capacidad de concentración, al leguaje y las aptitudes motoras y espacio-visuales finas de las personas de corta edad. [4]. 

El segundo grupo es el de las personas expuestas de forma sistemática, es decir, que sufren una exposición crónica, a niveles elevados de mercurio (como poblaciones que practican la pesca de subsistencia o personas expuestas debido al trabajo). Por ejemplo, en determinadas poblaciones que practican la pesca de subsistencia se ha observado que entre 1.5 y 17 de cada mil personas de corta edad presentaban trastornos cognitivos causados por el pescado contaminado. [4].

Un elocuente ejemplo de exposición al mercurio con consecuencias para la salud pública se produjo en Minamata (Japón) entre 1932 y 1968: durante aquellos años una fábrica de ácido acético estuvo vertiendo en la bahía de Minamata líquidos residuales que contenían elevadas concentraciones de metilmercurio. En la bahía había abundantes peces y mariscos que constituían el principal medio de vida de los ribereños y pescadores de otras zonas. Durante muchos años nadie advirtió que los peces estaban contaminados con mercurio y que ello provocaba una extraña dolencia que afectaba a la población de la localidad y otros distritos. Al menos 50.000 personas resultaron afectadas en mayor o menor medida, y se acreditaron más de 2.000 casos de la enfermedad de Minamata, que alcanzó su apogeo en el decenio de 1950, con enfermos de gravedad afectados de lesiones cerebrales, parálisis, habla incoherente y estados delirantes - OMS

Tanto el mercurio elemental como el metilmercurio son tóxicos para el sistema nerviosos central y el periférico. La inhalación de vapor de mercurio puede ser perjudicial para los sistemas nerviosos e inmunitario, el aparato digestivo y los pulmones y riñones, con consecuencias a veces mortales. Las sales de mercurio inorgánicas son corrosivas para la piel, los ojos y el tracto intestinal y, al ser ingeridas, pueden resultar tóxicas para los riñones. [4]. 

Tras la inhalación o ingestión de distintos compuestos de mercurio o tras una exposición cutánea a ellos se pueden observar trastornos neurológicos y del comportamiento, con síntomas como temblores, insomnio, pérdida de memoria, efectos neuromusculares, cefalea y disfunciones cognitivas y motoras. En el caso de los trabajadores expuestos durante varios años a niveles atmosféricos de al menos 20 μg/m3 de mercurio elemental, se pueden observar signos subclínicos leves de toxicidad para el sistema nervioso central. Se han descrito efectos en los riñones que van de la proteinuria a la insuficiencia renal. [4]. 

Fuentes: elDiario.es [1] / elDiario.es [2] / La Voz de Galicia [3] / OMS [4]