ENTREVISTA A BACHARI MOHAMED SALEM LABEID
“Seguiremos luchando por un Sahara Occidental libre, aunque para ello tengamos que dar nuestra vida”
El pasado 19 de junio miles de manifestantes saharauis y simpatizantes de la causa inundaron Madrid con el objetivo de denunciar la política genocida del rey de Marruecos Mohamed VI y la inacción del Gobierno español. Desde Eulixe estuvimos presentes en aquella jornada histórica marcada por la reivindicación y el sentimiento de lucha. En esta ocasión, hemos tenido la oportunidad de entrevistar a Bachari Mohamed Salem Labeid, presidente de la organización “Juventud Activa Saharaui”, una organización que actúa como paraguas de jóvenes saharauis y no saharauis que luchan por la libertad del Sahara Occidental.
¿Qué es la “Juventud Activa Saharaui” (JAS)?
La Juventud Activa Saharaui nace de una idea el 27 de julio del año pasado, en el cual se nos ocurre hacer un evento juvenil, llamar a la juventud y animar a los jóvenes a trabajar en conjunto en el desarrollo del envío de material sanitario a los campamentos de refugiados saharauis debido a la aparición del coronavirus. El día 28 formamos un grupo de WhatsApp llamado Juventud Activa Saharaui y empezamos a crear comisiones en el cual están, entre otros, el director del Colegio de Médicos Saharauis, el Ministerio de Sanidad etc. Creamos páginas de Facebook, Instagram y demás, y un correo electrónico también. Formamos también una red de logística para transportar el material etc. En resumen, creamos diferentes comisiones de trabajo. La campaña de recogida de material sanitario fue muy exitosa pese a la falta de apoyo. Nos ayudaron 3 o 4 asociaciones a nivel estatal. Los demás no hicieron nada. Sin embargo, en apenas un mes y medio, logramos recoger más de 14 toneladas y los enviamos a los campamentos.
Hoy en día, la Juventud Activa Saharaui se ha convertido en una casa juvenil, en el cual toda la juventud saharaui y no saharaui es más que bienvenida a entrar, a participar y trabajar en ella en conjunto respetando siempre las diferentes ideologías, las distintas etnias etc. Es un grupo heterogéneo cuya misión principal es apoyar la causa saharaui, es decir, participamos saharauis y no saharauis en él.
Trabajamos a nivel internacional y tenemos representación en Cuba, Inglaterra, Suiza, Francia, Argelia, los campos de refugiados etc. Intentamos abarcar el espacio saharaui organizando diversas actividades, eventos, manifiestos, trabajos de concienciación, difusión de material en redes sociales etc. Intentamos conseguir una unificación juvenil basada en el respeto y que tiene como objetivo trabajar en conjunto por la liberación del Sahara Occidental. Trabamos de manera continua y constante.
Le damos mucha importancia a la comunicación. Tenemos relación directa con varias entidades muy importantes del Frente Polisario, activistas saharauis, activistas no saharauis que trabajan en favor de la causa saharaui etc. Por un lado, ofrecemos entrevistas, unas 36 hasta la fecha, y, por otro lado, trabajamos con las redes sociales. Llevamos a cabo campañas de sensibilización con el objetivo de informar sobre lo que ocurre en los campamentos de refugiaos, en la zona liberada y en la zona ocupada. Al respecto, estamos en contacto directo con la familia Khaya, con los presos políticos, otras personas que sufren vulneraciones de sus derechos humanos por parte de Marruecos etc. Nuestro objetivo es dar voz a aquellos que no tienen voz, o, mejor dicho, a aquellas personas silenciadas por el horror. Nos parece muy importante.
¿Cuál es el análisis que hacéis desde la JAS sobre el conflicto que enfrenta a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) con Marruecos y viceversa?
La RASD se creó en 1975, pero, aunque su fecha de creación sea esa, el pueblo saharaui y su territorio existen desde mucho antes. El conflicto no comienza con la creación de la RASD, viene de mucho antes. Llevamos 136 años en lucha. Hemos reivindicado la independencia del territorio desde que se formalizó la colonización ilegal española en 1884. La lucha por la liberación nacional existe desde entonces.
Vemos que el conflicto con Marruecos comenzó por el interés que tenía el Estado español en ello. España se alió con Marruecos para que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense controlara la mesa en el Acuerdo Tripartito de Madrid celebrado el 14 de noviembre de 1975 donde se decidió repartir del Sahara Occidental entre Marruecos y Mauritania. Este movimiento se efectuó bajo la condición de que la CIA diera su apoyo al monarca español y Marruecos obtuviera el control del Sahara Occidental. Le ofrecieron a Mauritania la parte más pobre, la del sur, y a Marruecos la parte más rica, la del Norte. España se apartó de su responsabilidad y dejó a su suerte al Sahara Occidental. Lo que no esperaban es que el pueblo saharaui fuera tan resistente, tan constante y tan inteligente como para poder seguir luchando hasta el día de hoy.
En el año 1978 Mauritania se rindió debido a la ofensiva que se efectuó contra su capital. El hecho de que llegáramos a golpear su capital le enseñó que el tema no era para bromear. En el caso de Marruecos, aunque la lucha armada saharaui fue muy efectiva, el desenlace no fue positivo. El Reino utilizó armas prohibidas como el napalm y el fósforo blanco, destruyó escuelas y atacó a la población más vulnerable. El objetivo fue aniquilar al pueblo saharaui.
Cuando se firmó el alto al fuego en septiembre de 1991, se estableció, mediante la intermediación de la ONU, el intercambio de prisioneros. Marruecos solamente nos entregó 75 prisioneros, mientras que el Frente Polisario transfirió más de 4.500. Según un informe de la CIA, si no hubiese sido por la intervención de ciertos países extranjeros como Estados Unidos, Francia etc., Marruecos hubiera perdido la guerra. La publicación de esta información no les sentó muy bien a los marroquíes. A día de hoy, Marruecos sigue presionando mucho, sigue aplicando su política genocida y sigue vulnerando sistemáticamente los derechos del pueblo saharaui. Nuestro objetivo como jóvenes es seguir la lucha por un Sahara Occidental libre, aunque para ello tengamos que dar nuestra vida. No nos vamos a detener, no nos vamos a rendir hasta conseguir la liberación de nuestro pueblo.
¿Qué papel tienen los jóvenes en la lucha por la liberación nacional? ¿Hay relevo generacional?
La juventud saharaui no solo es el futuro, sino que también es el presente. La labor de la juventud es fundamental, ya que, a día de hoy, los jóvenes se forman, se preparan, trabajan, y mucho, produciéndose así un relevo generacional. La juventud saharaui está muy motivada, tiene ganas, se siente fuerte, se siente unida, se siente capaz de obtener resultados. Por ejemplo, la histórica marcha que inundó el centro de Madrid el 19 de junio es un reflejo de ello. Participamos miles de jóvenes saharauis, y los mayores, entre lágrimas en muchas ocasiones, nos dijeron que viendo nuestra implicación aún pueden seguir soñando con un Sahara Occidental libre. Los jóvenes saharauis se sienten capacitados para conseguir la liberación, y la sociedad saharaui cree en ellos. En lo referente al relevo generacional, la juventud está más que dispuesta, está muy bien preparada y es muy luchadora. Poco a poco se está produciendo ese relevo, mientras que la lucha continúa.
¿Cómo está afectando este conflicto a los jóvenes saharauis?
El conflicto está transformado a la juventud de manera impresionante. Como decía anteriormente, la juventud saharaui está más que dispuesta a seguir con la lucha, con todo el corazón del mundo. Confía en su capacidad, escucha mucho a sus mayores para aprender de su experiencia, con el objetivo de desarrollar de la mejor manera posible la lucha, ya sea pacífica o bélica. En el caso de los campamentos de refugiados, los jóvenes van todos a una y a por todas. Tienen muchas ganas de seguir luchando. Muchos solamente piensan en la liberación y en el martirio. En el caso de los jóvenes que viven en el exterior, una gran parte está pensando en unirse a las filas, y los que no están pensando en esa opción están centrados en formarse. Por ejemplo, los que estudian carreras cómo ciencias políticas etc. se están esforzando mucho, porque en un futuro pueden llegar a ser representantes del Frente Polisario. Hay otros que estudian medicina etc. y también trabajan intensamente, ya que se están preparando para ayudar de la mejor manera posible a su pueblo.
¿Cuál es la situación actual tanto en los campamentos de refugiados como en la zona ocupada?
En los campamentos se lucha por sobrevivir. Es increíble la lucha que se está llevando. Sin embargo, la situación es todavía peor en la zona ocupada. Viven sufriendo una presión continúa, diaria, sufren constantes vulneraciones de derechos humanos, son víctimas de la impunidad. La policía marroquí entra en las casas y agrede e intimida a la gente sin ningún tipo de razón. Se guían por el odio.
Los agentes van por la calle como si fueran dioses, paran a las personas, las detienen, las llevan a comisaria, las torturan, las encarcelan. Si antes la situación era inhumana, sinceramente, no sé cómo catalogarla actualmente. Existe una absoluta y atroz impunidad. Hacen lo que quieren y nadie, absolutamente nadie, les dice nada.
Bloquean la entrada de periodistas y limitan severamente el ejercicio del periodismo con el objetivo de silenciar lo que está ocurriendo. Sin embargo, se efectúa lo que se llama periodismo de azotea. Las manifestaciones sólo se pueden grabar con cámaras pequeñas colocadas en los tejados. No se puede registrar lo que ocurre fuera de esa calle. Aun así, con mucho esfuerzo, se consigue producir material que sale al exterior. No obstante, por muchos videos que saquemos, la gente y, sobre todo, las organizaciones internacionales como la comunidad internacional siguen sin reaccionar. Hemos acudido a Amnistía Internacional, a la Haya, a la ONU, a la UE etc. La mayoría de los países, por desgracia, siguen prestando su apoyo a Marruecos. Aunque organizaciones como la ONU nos han dado la razón, nada cambia. Ya basta. El Estado español tiene una responsabilidad histórica con el pueblo saharaui y tiene que impulsar el ejercicio del derecho de autodeterminación recogido por la ONU.