La vida probablemente comenzó hace unos 3.800 millones de años, sólo 700 millones de años después de la formación de nuestro planeta. En esa Tierra primigenia se sintetizaron las primeras moléculas orgánicas, que fueron organizándose progresivamente para formar otras más largas y complejas.

Empezaron a surgir células primitivas que fueron los primeros seres vivos, pues ya tenían capacidad para automantenerse y autorreproducirse. A partir de ellas, la evolución por selección natural dio lugar a una especie unicelular más compleja a la que llamamos LUCA (iniciales en inglés de Último Ancestro Común Universal), que hay científicos que cuentan que fue el antepasado del que deriva toda la biodiversidad actual.

Un grupo de investigadores alemanes llevó a cabo un estudio en el que analizaban los datos genéticos que han sido guardados en bancos de ADN microbiológico en los últimos veinte años.para buscar un patrón común que cumpliese los requisitos que debe tener un organismo para considerarse el primer ancestro común a los seres vivos.

Y así fue como se descubrió a LUCA un organismo compuesto por los únicos 355 genes que cumplían los requisitos que se buscaron entre los más de 6.000 que se encontraban en este banco genético.

Así, si rastreamos nuestro árbol de la vida lo suficientemente atrás en el tiempo, nos encontramos con que todos estamos relacionados con LUCA.

Es muy difícil conocer las características que pudo haber tenido un organismo que existió en tiempos tan remotos pero existen evidencias de que LUCA podría haber vivido un estilo de vida un tanto " extraño ", escondido en un pozo subterráneo en respiraderos hidrotermales ricos en hierro y azufre. Anaeróbico y autótrofo, no respiraba aire y fabricaba su propia comida del entorno oscuro y rico en metales que lo rodeaba. Su metabolismo dependía del hidrógeno, el dióxido de carbono y el nitrógeno, convirtiéndolos en compuestos orgánicos como el amoníaco. Lo más notable de todo, este pequeño microbio fue el comienzo de un largo linaje que encapsula toda la vida en la Tierra.

La hipótesis de un último ancestro común universal surge en 1859 cuando Charles Darwin publicó El origen de las especies, sosteniendo que habría habido solo un progenitor para todas las formas de vida. Este hecho se hizo patente por primera vez en los años 1960, cuando el código genético fue descifrado y se encontró que era universal.