El archipiélago de Galápagos está situado a unos 970 kilómetros de las costas continentales ecuatorianas. Una ubicación que las hace especialmente vulnerables a medida que el cambio climático provoca que la temperatura de los océanos aumente, ya que las islas además de estar en la intersección de tres corrientes oceánicas, también se ubican en donde pasa uno de los fenómenos climáticos más destructivos del mundo, El Niño, lo que provoca un calentamiento rápido y extremo del Pacífico oriental tropical.  Para ver el futuro para las Galápagos, conviene observar su pasado reciente, cuando un fenómeno similar amenazó a estas islas. Las aguas más cálidas provocadas por El Niño impidieron que los nutrientes subieran a la superficie del océano y hubo una hambruna generalizada. Iguanas grandes murieron, las aves dejaron de poner huevos, 8 de cada 10 pingüinos murieron, bosques arrasados por tormentas...Eso ocurrió en 1982. Desde entonces la temperatura de los océanos del mundo ha aumentado al menos 0,5 grados Celsius. Y el peligro no está solo en la superficie, la subida de las temperaturas oceánicas en los últimos tres años ha sometido a 21 de 29 de los arrecifes a estrés de calor severo y repetido y ha causado algunos de los peores descoloramientos jamás observados en sitios emblemáticos como la Gran Barrera de Coral (Australia), Papahānaumokuākea , Las Lagunas de Nueva Caledonia (Francia) y Aldabra Atoll (Seychelles). El análisis predice que todos desparecerán en un plazo de 30 años, si continuamos con el mismo nivel de contaminación. Así, la predicción de los científicos es alarmante, según la revista especializada Climate Change muchas especies de plantas comenzarán a desaparecer a medida que la temperatura del planeta aumente en 2 °C,  las Islas Galápagos, podrían enfrentarse a una extinción local hacia final de siglo debido al cambio climático. En el constante cambio de las especies contra la extinción en las islas Galápagos, Charles Darwin vio los planos del origen de todas las especies, incluida la humana. Así la especies luchan por sobrevivir a este entorno cambiante. Pero la humanidad debe colaborar ya que si no esta lucha la harán en vano. En ese sentido, empresas turisticas empiezan a prohibir a sus clientes el uso de plásticos en la zona. La decisión fue tomada porque la contaminación por este tipo de residuos no solo es visual, sino que conlleva “un severo impacto ambiental" Por ortra parte acaban de poner en marcha un proyecto que contribuirá a la mitigación del cambio climático y consiste en una nueva central térmica para uso de biocombustibles, una planta fotovoltáica y un sistema de almacenamiento de energía en baterías. Estará situado en la isla Isabela, la más occidental del archipiélago. La planta híbrida fortalece el uso de energías renovables y termina con el uso de combustibles derivados del petróleo, está financiada por el Gobierno alemán y forma parte de una iniciativa conocida como Cero combustibles fósiles.