No, no hemos pasado esta foto por photoshop, les garantizamos que es real. Se llama Knickers, vive en la comunidad de Myalup, al este de Australia, y se ha hecho virar por su imagen paseando tranquilamente con otras reses a lo Gandalf con los Hobbits. Es un buey de raza Holstein o Frisona. Y suelen pesan alrededor de 600 kilos, pero Knickers, a pesar de que su dueño Geoff Pearson asegura que no le dio nada especial en la comida, pesa más del doble, 1´4 toneladas. Simplemente la naturaleza a veces, hace de las suyas. Su descomunal peso y altura, casi dos metros, además de destacar entre la multitud, le salva del matadero. El tamaño de este ejemplar australiano es tan colosal que sencillamente no cabe en las instalaciones de ningún matadero. Toda una suerte para el animal, aunque su propietario casualmente no lo compró para servir de alimento. La ocupación de Knickers es mucho más exótica. Es un buey entrenador, guía a otras reses recién llegadas en la extensa granja de Perth en la que viven. El futuro de Knickers por tanto será ver la vida pasar, así que sus propietarios buscan meter a este gigante buey en el libro Guinness de los Récords.