Incertidumbre a 100 días del Brexit

Incertidumbre a 100 días del Brexit
Faltan exactamente 100 días para que se consuma el divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea y nadie sabe con certeza qué es lo que va a ocurrir. Tras posponer en el último momento la votación en Westminster del Acuerdo de Retirada cerrado con Bruselas, la premier Theresa May se ha comprometido a presentar el texto a sus señorías en la semana del 14 de enero, tan sólo unos días antes de que se cumpla la fecha límite del 21. En la última cumbre europea del año, los Veintisiete dejaron claro que no había opción de abrir negociaciones. Pero May quiere conseguir más “aclaraciones” respecto al polémico "backstop", la salvaguarda para evitar frontera dura en Irlanda. La mayoría de la Cámara de los Comunes sigue, en cualquier caso, en contra del pacto. ¿Que es lo que pasará si no se llega a un acuerdo? Ni Londres y Bruselas quieren llegar a ese escenario. Asimismo, la mayoría de la Cámara de los Comunes está en contra de un Brexit sin pacto. Tan solo el núcleo duro euroescéptico defienden esta opción porque, desde el principio, siempre ha querido un divorcio completo para que las relaciones con la UE sean simplemente bajo la Organización Mundial del Comercio. Pero sin acuerdo, aparte de los problemas fronterizos se une una gran inestabilidad económica. Según el último análisis del Banco de Inglaterra, un Brexit sin acuerdo no tendría tampoco un periodo de transición lo que provocaría una depreciación de la libra de hasta un 25% y dispararía la inflación al 6,5%. Asimismo, el PIB británico caería alrededor de un 8% sobre el nivel actual de aquí a 2023, el desempleo subiría al 7,5% y el precio de la vivienda bajaría en torno al 30%. ¿Y si se llega a un acuerdo en el último momento? Se han propuesto garantías para respetar los derechos de los comunitarios que viven en el Reino Unido y los británicos que viven en el bloque; un proceso de transición hasta diciembre de 2020 (con posibilidad de  extenderse); y una salvaguarda para garantizar que, en caso de que las futuras negociaciones comerciales fracasen, no habrá frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte. Pero este último punto es precisamente el mas polémico. Los partidarios del Brexit no les gusta la idea de estar atados a las normas aduaneras de la UE y si para 2020 no se ha cerrado un pacto comercial el Reino Unido en su totalidad debe quedar dentro de la unión aduanera e Irlanda del Norte debe estar además alineada con mercado único sólo para bienes. Por su parte, los norirlandeses unionistas del DUP (socios del Gobierno en minoría) no quieren firmar nada que deje a la provincia británica con un estatus diferente al del resto del Reino Unido.     ¿Existe algún otro tipo de alternativa? En la actualidad el partido laborista trabaja en un posible modelo "Noruega Plus". Se trataría de dejar al Reino Unido dentro del Espacio Económico Europeo (EEE) como miembro de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) y además se pediría a la UE estar dentro de la unión aduanera comunitaria. Los críticos señalan tres grandes inconvenientes. El primero, el control de la inmigración, que era el mensaje principal que dejó el Brexit y si el Reino Unido se quedara en el EEE, tendría que aceptar la libertad de movimiento. Segundo, para solucionar el problema de la frontera de Irlanda, el país tendría que quedarse en la unión aduanera y eso impediría negociar sus propios tratados comerciales. Y tercero, el tiempo. Este modelo podría llevar alrededor de cuatro años, ya que habría que salir de la UE, luego solicitar adhesión a AELC y posteriormente al EEE. Y ya por último permiso para estar en la unión aduanera. ¿Habría posibilidades de un segundo referendum? Los "brexiteers" siempre se han opuesto a esta vía, pero, según 'Financial Times', algunos de ellos capitaneados por Boris Johnson han comenzado areunirse en secreto para estar preparados ante esta posibilidad. Una parte de las bases del Partido Laborista han iniciado una campaña para defender una consulta, aunque miembros de la dirección temen que esa opción podría dañar sus opciones electorales, dado que una parte de sus votantes defendieron el Brexit. Algunos sostienen que sería un referendum sobre un brexit con todos los datos sobre la mesa conociendo los acuerdos con la UE. Otros tambien lo apoyan diciendo que las campañas a favor del Brexit estuvieron llenas de mentiras por lo que tienen derecho a cambiar de opinion. Sin embargo sus críticos entre los que destacan Theresa May señalan que los británicos perderían la fe en la política. “Otro voto podría causar un daño irreparable a la integridad de nuestra política porque diría a millones de personas que confiaron en la democracia que nuestra democracia no cumple" dice May. El líder de la oposición, Jeremy Corbyn, defiende que su prioridad es forzar elecciones anticipadas y de no conseguirlo “todas las opciones estarían encima de la mesa”.