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Imperialismo con rostro femenino: primera mujer al frente del Comando Sur

Este miércoles el Senado confirmó que Laura Richardson será la próxima Comandante del Comando Sur de Estados Unidos. Este hecho ha sido mostrado por los medios como un «gran avance» para la igualdad argumentando que se trata de la primera mujer en liderar el comando militar responsable de Sudamérica, Centroamérica y el Caribe. Richardson, una oficial militar de carrera, dirigió desde 2019 el Ejército Norte en la Base Conjunta San Antonio-Fort Sam Houston, y previamente fue comandante general adjunta de las fuerzas del Ejército en Fort Bragg, Carolina del Norte, y sirvió en el extranjero en Corea del Sur y en las guerras imperialistas de Irak y Afganistán. Ambas invasiones suman 350.000 civiles asesinados y alrededor de 3 millones de habitantes desplazados. Hoy estos países se encuentran devastados.

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La Teniente General Laura Richardson ha sido confirmada por el Senado de los Estados Unidos como la nueva Jefa del Comando Sur. El Presidente Joe Biden la nominó el pasado 8 de marzo en el marco del Día Internacional de la Mujer. Foto: Krista Kennell - Flickr
Imperialismo con rostro femenino: primera mujer al frente del Comando Sur

Por Oriol Sabata - Nueva Revolución

Las cifras muestran la barbarie de las guerras de saqueo y rapiña, algo que no alarma al Presidente Biden, quien elogió a Richardson: “ha liderado carreras que demuestran una habilidad, integridad y un deber incomparables con el país”, dijo después de la nominación de la nueva Jefa del Comando Sur.

Comando Sur: una amenaza

Estados Unidos tiene cerca de 800 bases militares a lo largo del mundo, de ellas más de 76 en América Latina. Entre las más conocidas resaltan: 12 en Panamá, 12 en Puerto Rico, 9 en Colombia y 8 en Perú, concentrándose la mayor cantidad en Centroamérica y el Caribe.

El Comando sur, con su red de bases militares, incluida la IV Flota, que es en sí misma un conjunto de bases muy operativas y con gran capacidad de desplazamiento, constituye una seria amenaza para los pueblos latinoamericanos. Estas bases no son solo militares, algunas funcionan como centros para la guerra mediática y ciberguerra.

El objetivo del imperio es incrementar la presencia militar en la región con el fin de asegurar sus intereses hegemónicos en el hemisferio, consolidar un frente contra Venezuela y Cuba y perpetuar su dominio sobre los inmensos recursos económicos de América Latina y el Caribe.

En este sentido, Richardson dijo que apoya la «democracia» en Cuba y señaló que el gobierno cubano apoya a los gobiernos de Venezuela y Nicaragua.

“Socavan a Estados Unidos y son un asesor autoritario, por así decirlo, son un asesor de Venezuela y Nicaragua y ciertamente apuntalan al régimen de Maduro en Venezuela. Ciertamente, si tenemos democracia en Cuba, cambiarán las cosas dramáticamente ”, sostuvo la flamante Jefa del Comando Sur.

La frase de Bolívar parece adquirir hoy más valor que nunca: «Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad».

Fuentes: Granma | Telam | The Washington Post