Se cumple ya una semana de huelga de los taxistas en su lucha por la regulación de los vehículo de Transporte Concertado (VTC). La acción programada para hoy de era colapsar una de las arterias principales de Madrid, el Paseo de la Castellana. Para hacerlo, desde la noche del domingo, taxistas madrileños, así como llegados de otras Comunidades Autónomas como Galicia, Andalucía, Extremadura...,  cortaron con sus vehículos los carriles centrales de dicha vía.

Pasada las 8 de la mañana, la Policía, acompañados de varias grúas y un grupo de antidisturbios, ha comenzado a desalojar a los cerca de 2.000 taxistas que ocupan la vía. Durante la operación se han vivido momentos de tensión y forcejeos con el colectivo. Muchos de ellos han hecho una sentada junto a sus vehículos para evitar ser desalojados al grito de "somos taxistas, no terroristas". Otros, a golpe de claxon, iban retirando sus vehículos para evitar ser multados.

El colectivo decidió el viernes mantener la huelga indefinida al considerar "totalmente insuficiente" el preacuerdo alcanzado por el presidente de Madrid, Ángel Garrido, y la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena. Este "texto de consenso", presentado a taxistas y VTC, elimina la precontratación temporal e introduce "la precontratación espacial, es decir, que haya una distancia desde el cliente al VTC". 

Ahora, la intención del colectivo es continuar la concentración protesta en la calle Génova, frente a la sede del PP y por la tarde en la Puerta del Sol, para continuar sus protestas frente a la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid.