Trump utiliza el comodín de Venezuela como cortina de humo

Según el Gobierno estadounidense, los narcotraficantes están aprovechando la crisis generada por el nuevo coronavirus para introducir droga en los Estados Unidos de América. Afirman que existe una conspiración por parte de Maduro para inundar las calles de EE.UU con cocaína para dañar la salud de los ciudadanos estadounidenses. Coincidiendo con este hecho, el Fiscal General de EE.UU., William Barr, presentó cargos formales de narcoterrorismo, tráfico de armas y corrupción contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro y contra otros 13 funcionarios, ofreciendo hasta 15 millones de euros por Maduro y 10 millones por otros 4 funcionarios.

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EE.UU ofrece 15 millones de dólares por información que lleve a la captura de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. Sólo una vez en la historia Washington había ofrecido recompensa por un jefe de Estado: Manuel Noriega en 1989, y el resultado fue la invasión de Estados Unidos a Panamá.
Trump utiliza el comodín de Venezuela como cortina de humo

El SARS-Cov-2 se extiende con rapidez por los Estados Unidos. La cifra de contagiados aumenta exponencialmente, batiendo nuevos records mundiales, mientras los muertos se amontonan sin cesar. Esta crisis, acentuada tanto por la cuestionable acción del Gobierno Federal como por la falta de un sistema de protección social, generará una de las crisis internas más graves que ha conocido el país a lo largo de su historia.

Los más afectados serán los que son sistemáticamente marginados por el sistema, es decir, las personas con escasos recursos económicos y las pertenecientes a ciertas etnias no blancas, los “no esenciales” para las élites que gobiernan a golpe de dólar el país. Según el Gobierno estadounidense, unas 200.000 personas perderán la vida a causa del nuevo coronavirus. Cifras que, si llegan a confirmarse, supondrán un drama humano de proporciones incalculables. Por poner un ejemplo cercano, durante los atentados del 11 de septiembre de 2001 murieron alrededor de 3000 personas.

Como es bien sabido, ante las crisis internas, que en su mayoría se deben o se agudizan si las medidas adoptadas por los gobiernos no son las correctas, ciertos Estados tienden a desviar la atención de sus ciudadanos utilizando para ello la carta de la “amenaza exterior”. Y el Gobierno estadounidense sabe jugar bien esa carta.

Por ejemplo, en el periodo comprendido entre los atentados del 11-S y la invasión de Iraq, poco importaban las deficiencias que se presentaron en la gestión interna de la administración de Bush. La principal "amenaza" era el terrorismo internacional que, según el Gobierno estadounidense, podría golpear el país de nuevo en cualquier momento. Las alertas terroristas inundaban los noticieros, y todo era susceptible de convertirse en amenaza, desde bolígrafos a aviones de aeromodelismo. El miedo logró su objetivo: desviar la atención de un público que bien, podía suponer una amenaza a la “estabilidad” del país.

En esta ocasión, la administración estadounidense ha recurrido a su villano latinoamericano preferido, Nicolás Maduro.

La operación militar y acusaciones de narcoterrorismo

Este miércoles, el Presidente Trump ordenó el despliegue de las Fuerzas Armadas para efectuar una operación contra el narcotráfico en Latinoamérica, calificada como la operación antidroga más grande en Occidente, en un momento donde la principal amenaza para la seguridad del país se encuentra dentro del país, enviando barcos de guerra frente a las costas de Venezuela, país que se encuentra a 2.500 kilómetros de distancia.

El anuncio de esta movilización se puede entender como una demostración de poder, ya que a Trump le acompañaron en la Casa Blanca el jefe del Estado Mayor, general Mark Milley; el jefe de Operaciones Navales, almirante Michael Gilday; el comandante de la Guardia Costera, almirante Karl Schultz, y varios ministros.

El Presidente estadounidense aseguró que «la operación ya ha comenzado y que en los próximos días se desplegarán en esas aguas barcos de guerra, guardacostas, aviones de reconocimiento y helicópteros». Según el mandatario, la operación cuenta con el apoyo de 22 países.

El despliegue es una de las mayores operaciones estadounidenses en la región desde que se efectuó la invasión de Panamá en 1989 para quitar del poder a Manuel Noriega y llevarlo a Estados Unidos bajo la acusación de tráfico de drogas.

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Fuente: Departamento de Justicia

Con las nuevas movilizaciones anunciadas, se ha doblado la presencia de la Armada en el Caribe, «para operaciones de lucha contra la droga», o eso se afirma, por lo menos, desde la Casa Blanca. Según dijo el general Milley, existe información de inteligencia que subraya que los carteles de la droga iban aprovechar la crisis del Covid-19 para introducir más droga en Estados Unidos.

«No permitiremos que los narcotraficantes se aprovechen de la crisis del coronavirus», afirmó Trump en la rueda de prensa celebrada en la Casa Blanca, donde no citó expresamente a Maduro. El que sí que se refirió a Maduro expresamente fue el secretario de Defensa, Mark Esper. «El régimen ilegítimo de Maduro, en Venezuela, depende de los beneficios que obtiene de la droga para mantener su poder represor», afirmó Esper, días después de que Washington ofreciera 15 millones de dólares por la captura de Maduro y 10 millones por cuatro de los 13 altos funcionarios cercanos al mandatario señalados por el Departamento de Justicia estadounidense.

Además, el Fiscal General William Barr presentó cargos formales de narcoterrorismo, tráficos de armas y corrupción contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Las acusaciones están también dirigidas contra 13 altos funcionarios de Venezuela, como el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Maikel Moreno; el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López; el titular de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello; y el ministro de Industria y Producción, Tareck El Aissami. En la lista también constan el general (retirado) Hugo Carvajal Barrios, exdirector de la Dirección de Inteligencia Militar de Venezuela (DGCIM); y Clíver Alcalá Cordones, General Mayor (retirado) del Ejército de Venezuela.

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Fuente: Departamento de Justicia

Según William Barr, la administración de Maduro busca rutas alternativas a la del Caribe para llevar la droga a EE.UU. «El régimen de Maduro está inundado de efectivo y criminalidad», afirmó Barr y señaló que el mandatario latinoamericano «ha permitido usar a Venezuela como un lugar seguro para el narcotráfico» en la región. Concretamente, mencionaron que existen rutas, que incluyen a Venezuela, por las cuales trasladan entre 200 y 250 toneladas métricas de cocaína al país norteamericano y otros territorios.

El Fiscal General señaló a Maduro y a otros altos funcionarios de supuestamente haber conspirado con las extintas FARC «para inundar a los EE.UU. con cocaína, para socavar la salud y el bienestar de nuestra nación». Según Barr, «este tráfico de drogas se puso en marcha deliberadamente para dañar al pueblo estadounidense».

Trump sigue con su agenda internacional

Maduro, por su parte, respondió inmediatamente a las acusaciones vertidas desde la Casa Blanca:

Están tratando de desviar la atención creando una escalada de declaraciones y una escalada contra Venezuela, y no lo han logrado ni lo van a lograr; nosotros nos mantenemos aquí en paz, con buen pulso, atendiendo la pandemia, controlando la pandemia, y Estados Unidos en una crisis humanitaria.

El embajador de Venezuela en la ONU, Samuel Moncada, recordó que desde agosto de 2019 las autoridades de Caracas denunciaron ante el organismo multilateral las pretensiones de Estados Unidos de imponer un bloqueo naval contra la nación sudamericana, «como parte de las acciones para generar un cambio de régimen por vías anticonstitucionales».

Genocidas en Washington usan la mayor tragedia sanitaria mundial en los últimos 100 años para derrocar al Gobierno de Venezuela. El mundo ya puede ver la clase de enfermos que gobiernan EE.UU. Estamos ante la versión de las armas de destrucción masiva que usaron para invadir Irak en 2003, pero ahora en versión narcotraficante y racista. ¿Qué mente pervertida amenaza con usar sus fuerzas militares cuando su país sufre el horror de ver sus hospitales desbordados por decenas de miles de enfermos y todos los países de la región están ordenando la mayor cuarentena por pandemia en 100 años? – Samuel Moncada, embajador venezolano en la ONU

Según el embajador ruso en Caracas, Sergey Melik-Bagdasarov, esta operación antidrogas de Estados Unidos no tiene nada que ver con lo que se ha anunciado oficialmente. «El objetivo es el bloqueo marítimo de Venezuela», afirma el diplomático.

A su vez, el senador colombiano Gustavo Petro cuestionó la naturaleza del despliegue militar estadounidense. «¿Si la mayor parte de la droga sale por el Pacifico desde Colombia hacia Guatemala, por qué los barcos de EE.UU. van hacia la costa venezolana?», se pregunta Petro. «Van a llevar a nuestros países a una guerra en medio del virus, para ocultar el genocidio en el propio EE.UU.», denunció, por su parte, el excandidato a la presidencia.

Esta semana, la Casa Blanca estimó que entre 100.000 y 240.000 personas morirán en EE.UU. a causa de la propagación del nuevo coronavirus, y eso si se preservan las actuales políticas de distanciamiento social.

Mientras que el Comando Norte del país ha tomado la medida de dividir a su personal, reubicando parte de él a un bunker de las Fuerzas Armadas en las Montañas de Colorado, el Pentágono pretende hacerse con 100.000 bolsas para cadáveres, para que puedan ser utilizados si la situación empeora.