Con la llegada del fin de año muchos elaboran su lista de propósitos para mejorar tanto por fuera como por dentro, entre el listado se suele encontrar la filantropía. Pero Chow Yun-fat, la estrella de cine de Hong Kong, conocido mundialmente por películas como Tigre y dragón, Ana y el rey o Piratas del Caribe: En el fin del mundo ha ido un paso más allá en ese tema y ha prometido dar tras su muerte la totalidad de su inmensa fortuna a organizaciones benéficas.

A sus 63 años y con más de un centenar de películas a sus espaldas ha asegurado recientemente que el dinero no nos pertenece para siempre. "Una vez que te vas, debes dejarlo en manos de otros para que lo puedan usar", comenta el actor. Según el propio actor, su mujer, Jasmine Tam, "apoya firmemente" su decisión.

Una inmensa fortuna, que los medios locales estiman en unos 630 millones de euros ya que su éxito se remonta a la edad de oro del cine de Hong Kong, cuando amasó gran parte de ese dinero. Sumado a que es una persona modesta, a pesar de que Yun-Fat hizo su debut en la lista Forbes de los actores mejor pagados del mundo en el 2015, se le puede ver habitualmente por Hong Kong viajando en transporte público y haciendo cola para comprar una entrada de cine incluso para sus propias películas.

El actor ha sido el primero en donar la totalidad de su legado pero docenas de multimillonarios se han comprometido a dar la mayor parte de su riqueza a obras filantrópicas después de su muerte, y sus descendientes reciben solo una pequeña porción, que a menudo sigue siendo importante.

Esta campaña fue lanzada por los estadounidenses Bill Gates y Warren Buffet, y a ella se han sumado nombres como Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, y el cofundador de Microsoft Paul Allen.