Es extraño ver en medios de comunicación información sobre torneos de dardos (a pesar de ser uno de los deportes más vistos en el canal Sky de Reino Unido). Pero es solo un espejismo ya que el verdadero motivo de la repercusión del Grand Slam de dardos 2018 es que, parece ser, uno de los dos competidores lanzó algo mas que pequeñas flechas a la diana. Los campeones del mundo Gary Anderson de Escocia y el holandés Wesley Harms se culpan mutuamente de tirarse pedos "podridos" durante su enfrentamiento. El escocés Anderson, dos veces campeón del mundo, ganó holgadamente la partida con un 10 a 2 pero no sin causar polémica. Harms dijo en una entrevista posterior a su derrota que sus malos resultados se debieron a que Anderson había dejado “un fragante olor” sobre el escenario. “Me llevará dos noches deshacerme de este olor en mi nariz”, explicó a la televisión holandesa. Anderson, a su vez, echó la culpa a Harms, el holandés respondió: "Olía a huevos podridos, pero no era cosa mía". "Cada vez que pasaba por su lado me llegaba un olor a huevos podridos y por eso pensé que que fue él, pero seguro que no fui yo", dijo el escocés. "Si alguien hace eso necesita ver a un médico", sentenció. "Si el chico cree que me tiré un pedo, está equivocado en un 1010%. Juro por la vida de mis hijos que no fue mi culpa. Tuve mal estómago una vez en el escenario y lo admití. Así que no voy a mentir sobre los pedos en el escenario ". No es la primera vez que alguien acusa a Anderson de tirarse un pedo en pleno campeonato. El cuarto mejor jugador de dardos del mundo es un pedorro confeso y, sin embargo, niega haber usado sus ventosidades como una ventaja contra sus contrincantes; tampoco en esta ocasión. https://twitter.com/paddypower/status/1063738125170683904