BOHEMIAN RHAPSODY: QUEEN SIN CAFEÍNA

BOHEMIAN RHAPSODY: QUEEN SIN CAFEÍNA
Que QUEEN es uno de los mayores grupos de rock de la historia es un hecho, le pese a quien le pese. Lo que nadie se esperaba es este boom tantos años después de la muerte de su alma, Freddy Mercury, hasta el punto de desbancar al reggaeton en  Spotify y colocarse número uno en escuchas. Desde el 8 de noviembre, acumula nada menos que 25 millones de oyentes, uno más que Shakira , 4 más que Luis Fonsi y  6 más que Maluma, que se queda en 19 millones. Gracias también por esto Freddy. ¿A qué se debe esta repentina Queen-manía? sin duda al estreno de "Bohemian Rhapsody", el biopic musical sobre la vida de Farrokh Bulsara. Este proyecto nació hace 10 años, dato que ya dice mucho de los innumerables problemas que se han producido. Por ejemplo, la película en un origen debía protagonizarla Sacha Baron Cohen, pero el actor abandonó el proyecto porque quería un enfoque más adulto, mientras que el resto prefería algo más apto para todos los públicos. Este ha sido el problema principal del film, que ha intentado hacer un producto para que guste a todos, sin arriesgar ni profundizar en la compleja personalidad del protagonista. El resultado es ese, una película entretenida, muy bien interpretada por Rami Malek, visualmente atractiva y... poco mas.     A los que conocemos mínimamente la historia de la banda y algo de la vida de Freddy, se nos hace todo como muy "Disney", descafeinado, soso y superficial. Y cuando tienes entre manos contar la vida de Freddy Mercury, eso es todo lo que no deberías ser. A el le importaba bastante poco lo que los demás pensaran, todo lo contrario que a los productores de "Bohemian Rhapsody", que se centraron en enumerar sus logros, virtudes y excepcional calidad musical, y dejaron totalmente de lado sus demonios personales y su parte mas controvertida. Tampoco los personajes "secundarios" tienen profundidad, pareciendo meros acompañantes de la trama. También hay algunos datos que no encajan de todo. Por ejemplo: el Live Aid fue en 1985 y para entonces ya tuvo lugar el diagnóstico de SIDA, pero en la vida real eso no ocurrió hasta 1987. El tema de su enfermedad se trata muy de puntillas, cuando en realidad fue algo esencial en todos los aspectos. Tampoco el tema de su sexualidad es explicado conforme a la realidad. En la película, Freddy tiene una relación estable con una mujer, hasta un momento en el que "se da cuenta de que es gay". Y ya está. A partir de ahí Freddy es gay en lo que queda de film. La realidad es que la sexualidad de Freddy era algo mucho mas complejo.   A pesar de todo, la película vale la pena. Principalmente lo que la salva es la propia fuerza de las canciones y una puesta en escena fluida. El ejemplo perfecto es el concierto final, el Live Aid, cuya fiel recreación consigue ponerte los pelillos de punta por momentos. Por eso si te gusta QUEEN, a pesar de que la película es muy mejorable en algunos aspectos, te recomendamos verla. Te dejamos aquí el trailer para que decidas por ti mismo: