Arabia Saudí decapita a 37 personas y crucifica a una de ellas en una plaza
El Gobierno saudí ha anunciado la ejecución pública de 37 personas en un solo día, condenadas a la pena de muerte por delitos de terrorismo. Todos fueron degollados en público, en plazas de seis ciudades diferentes del reino, incluida la capital, Riad. Uno de ellos, Jaled Abdelkarim Saleh fue además crucificado. La mayoría de las víctimas eran miembros de la maltratada minoría chií (que se concentra al oeste del país, una zona muy rica en petróleo), y condenados por por espionaje, violencia, terrorismo y participación en manifestaciones. Los acusados denunciaron que las confesiones obtenidas fueron bajo torturas. Tres de las víctimas habían sido detenidos antes de la mayoría de edad o por hechos supuestamente cometidos antes de cumplir 18 años. Según Amnistía Internacional, en lo que llevamos de 2019 ya ha habido 104 ejecuciones en el reino ultraconservador.
- La UE, enfadadísima
La UE ha censurado estas ejecuciones y ha mostrado sus "serias dudas" en lo que respecta a un juicio justo para los degollados. Han avisado también de que estos ajusticiamientos podrían "alentar" las tensiones en la región. Ha expresado además su rechazo "inequívoco" a la pena de muerte "en todos los casos y sin excepción", un castigo que considera "cruel e inhumano", y que no sirve para disuadir el crimen. Además de estas bonitas palabras, la UE no ha hecho absolutamente nada mas, y los contratos de ventas de armas siguen adelante. Hay que recordar que Arabia Saudí es uno de los principales clientes de las empresas armamentísticas occidentales. Para España en concreto, Riad es el tercer cliente de Defensa tras la Unión Europea y la OTAN.
De este modo se puede entender mejor el silencio ante tal atrocidad. Imaginen por un momento que en el titular de esta noticia cambiamos "Arabia Saudí" por "Venezuela" ¿Se imaginan el revuelo que causaría en los medios de comunicación del estado español que el Gobierno Bolivariano ejecutara públicamente a 37 disidentes? Diferentes varas de medir la justicia dependiendo de los millones de € en juego. Es parte de la geopolítica capitalista.