Jake es un Golden Retriever que perdió por completo la visión por una enfermedad con 2 años. Sus dueños se enfrentaron a la decisión de sacrificarlo o quitarle los ojos. No lo dudaron. Desde entonces, su compañera Addie se ha hecho cargo de él, sirviéndole de guía y ayuda en todo momento. "Jake sigue el sonido y el olor de Addie. Después de la cirugía de Jake, Addie llevaba una pequeña campana en el cuello por un tiempo hasta que se acostumbró a seguirla por su cuenta", asegura su dueño Kim. "Estamos muy contentos de haber hecho la elección que hicimos, y muy agradecidos por las muchas personas que nos animaron a hacerlo. Jake nos recuerda cada día que su vida aún tiene un gran propósito y valor a pesar de todos sus desafíos", dijo Kim, que les ha abierto a Jake y Addie una cuenta de Instagram.