Las fotos inéditas de la Guerra Civil (II)

Niños jugando a las barricadas en el verano de 1936 junto al muro de la Universitat de Barcelona. FOTO A. CAMPAÑÀ
Autorretrato de Antoni Campañà en 1936, poco antes del inicio de la guerra. FOTO A. CAMPAÑÀ
Enterrador con máscara antigás para evitar el olor que desprendían los cadáveres en los primeros y calurosos días de la guerra. FOTO A. CAMPAÑÀ
Un hombre rechaza que una joven le coloque una insignia republicana en los primeros días de la guerra, en la Rambla barcelonesa. FOTO A. CAMPAÑÀ
Llegada al Hospital Clínico de un niño herido por los bombardeos de la aviación italiana sobre Barcelona en 1937. FOTO A. CAMPAÑÀ
Relajación en la avenida Diagonal de Barcelona a la espera de un desfile de la FAI en verano de 1936. FOTO A. CAMPAÑÀ
Manifestación de mujeres exigiendo la entrega de mayores raciones de pan en el edificio de La Pedrera, sede de la Conselleria de Proveïments de la Generalitat. FOTO A. CAMPAÑÀ
Saqueo de la compañía marítima italiana Cosulich Lloyd Triestina en la Rambla en julio de 1936. FOTO A. CAMPAÑÀ
Coche abandonado por los republicanos en su drámatica retirada ante el avance final del ejército franquista. FOTO A. CAMPAÑÀ
Una mujer conduce un tranvía de la línea entre plaza Catlunya y Vallvidrera. FOTO A. CAMPAÑÀ
El desaparecido Hotel Colón de plaza de Catalunya con imágenes de Lenin y Satlin en 1937. FOTO A. CAMPAÑÀ

El otro día compartíamos imágenes inéditas de la Guerra Civil en el frente de León. Hoy os mostramos otra galería con imágenes igualmente inéditas hasta ahora, pero de la Barcelona en guerra. La Vanguardia hizo públicas estas imágenes, que son un breve adelanto de incalculable tesoro fotográfico que ha aparecido ocho décadas después al vaciar una casa que iba a ser derribada. Se trata de más de 5.000 imágenes que captó  Antoni Campañà i Bandranas (Arbúcies, 1906 - Sant Cugat, 1989) durante la guerra, y que se encontraban escondidas en dos cajas rojas.

Campañà nunca mostró a nadie sus imágenes de la guerra, ni tan siquiera antes de su muerte, con la Guerra ya muy lejos en el tiempo. ¿Por qué las escondió, pero tampoco las destruyó? Un enigma sin solución a día de hoy. Habrá que esperar al libro que prepara la editorial Comanegra con las imágenes y la historia completa. 

Fuente: La Vanguardia