Ayer mismo os contamos la última de las barbaridades del presidente de Estados Unidos: recomendar en una rueda de prensa inyectarse desinfectante y utilizar luz ultravioleta para acabar con el coronavirus. Su propio equipo científico se quedaba anonadado escuchando sus palabras. Pues bien, horas después de esta rueda de prensa, los centros de emergencias de estados como Maryland atendían una cascada de llamadas por intoxicación con desinfectante.
Si son treinta en Nueva York imagínense cuantos habrán tomado desinfectante en Mississippi, West Virginia, Tennessee, y tales estados donde hay votantes de Trump. Ahí, creen que la tierra es plana, que Dios es un hombre blanco que maneja Cadillac, y que Europa es comunista. https://t.co/vjYBFTeCrU
— Jon Lee Anderson (@jonleeanderson) April 25, 2020
Tal y como informa la cadena ABC, se produjeron más de cien avisos en apenas unas horas, lo que ha obligado a las autoridades a emitir una alerta con una curiosa advertencia: que nadie siga los consejos del presidente del país. En Nueva York también se han registrado llamadas relacionadas con la exposición a lejía, el desinfectante Lysol y otros productos de limpieza tras de las declaraciones de Trump.
Tras tirar la piedra, Trump esconde la mano. Aseguró, con su habitual arrogancia, que todo era un comentario sarcástico que pretendía poner a prueba a la prensa.