Juan Teixeira
13:10
26/07/19

Resumen de la primera temporada de "La Investidura"

Pedro Sánchez "El Inmortal" no ha logrado contentar a nadie en la segunda sesión de investidura para alzarse con el Trono de Hierro Ibérico. Las tramas palaciegas se complican y allanan el camino a los 3 Caminantes Blancos, que ven desde la extrema derecha del mapa cómo la falta de coordinación en Poniente es una oportunidad de oro para hacerse con el poder. 
CerseiSanchez
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Resumen de la primera temporada de "La Investidura"

Ayer mismo el Partido Español (a estas alturas parece irrebatible que lo de obrero y socialista les queda muy lejos) ha perdido una segunda oportunidad para lograr formar gobierno en el penúltimo capítulo del culebrón del verano. Lo ha hecho con 155 votos en contra (maravillosa ironía numérica del destino), sin contentar a nadie en el Congreso, y provocando mucha indignación en las calles.  

La táctica que está utilizando el PE para llegar al Trono de Hierro ibérico es tan atrevida como indecente. Primero metieron el miedo en el cuerpo del electorado jugando la baza de la extrema derecha. El pánico a los Caminantes Blancos hizo mella, y los ciudadanos de cada región de Poniente se movilizaron para hacer frente de manera conjunta a la amenaza. Posteriormente apelaron al voto útil de “la izquierda”, asegurando que eran la única opción real de conseguir un Gobierno progresista y frenar así a los engendros de extrema derecha que amenazan con devolvernos a la larga noche de piedra. El problema es que el PE estaba flirteando con los miembros más despistados y vulnerables de “la izquierda”, mientras mantenía una relación estable con “la derechita cobarde”. Algo muy feo, y no ya porque esté en contra de las relaciones abiertas, sino por el modo de actuar: a escondidas, mintiendo y engañando.  

Porque no nos confundamos, no es compatible mantener un discurso de cambio y progreso mientras te manejan los mismos de siempre (uuuuuuu IBEX35 uuuuuuuu). No es coherente hablar de regular los precios de los alquileres para favorecer a la ciudadanía, sin enfadar al banco al que debes 40 millones de euros y que se lucra de esos alquileres abusivos. No es comprensible cómo se puede regular el precio de la electricidad cuando medio staff directivo de cada gran compañía eléctrica está formada por ex-ministros de tu partido. No parece compaginable tener contenta a la CEOE con un Ministro de Trabajo que defienda a los trabajadores. No se pueden vaciar las cloacas cuando ya te has acostumbrado a vivir en ellas. No, hoy en día no es compatible ser de izquierdas y ser del PE. Y de ahí la dificultad del pacto con UP.

Sin embargo Pedro Sánchez lo está gestionando muy bien. De momento parece que no muchos de sus votantes se hayan dado cuenta de que dirige un partido que está casado con la derecha. Muchos votantes del PE creen realmente que Pedro es el revulsivo que hacía falta para devolver al partido al camino de la izquierda. Aún retumban en Ferraz los ecos de aquel “Con Rivera no!!” la misma noche de las elecciones. Porque muchos votaron con ilusión y fe en un cambio real del partido, pero a la vez el miedo a ser engañados por enésima vez seguía latente en lo más profundo de sus corazones. 

Ojalá me engañe, que conste. Pero creo que si Pedro Sánchez realmente fuera un firme defensor del cambio y el progreso, conseguiría pactar con UP de algún modo. Pero parece ser que las presiones de “la casta” son más fuertes que esa voluntad de cambio (de existir). No se entiende de otra manera. Podría ser que Pedro esté alargando el plazo de la negociación para poder dejar mejor atados todos los detalles del plan conjunto de gobierno para los próximos años, ahorrándose así muchos futuros problemas de gobernabilidad. Sería una jugada astuta. Sin embargo desde fuera no parece que así sea, puesto que se ha demostrado que el PE ha filtrado a la prensa unos documentos que aseguraba no haber filtrado, pero que los metadatos de dicho documento muestran lo contrario. Es decir, han sido pillados in fraganti mintiendo para desprestigiar a su interlocutor en un momento crítico de la negociación, lo que hace pensar que buscan dinamitarla y no lograr un acuerdo. Además de mentir, lo hacen de forma cutre y salchichera. 

Habrá que esperar hasta el final del verano para ver cómo se resuelve la primera temporada: ¿podrá el PE volver a ser el PSOE?, ¿Se decantará por darle el portazo a la “derechita cobarde” y lanzarse a los brazos de “la izquierda”? ¿o por el contrario seguirá felizmente casado y engañando a alguna incauta jovenzuela cuando lo necesite? lo sabremos en la próxima entrega de… LA INVESTIDURA.