Juan Teixeira
19:03
05/11/19

Y el ganador del debate es... la extrema derecha!!

En un debate electoral de máxima audiencia y trascendencia, quien pierde claramente es la democracia, y quien gana sin contemplaciones es el fascismo. Porque ha encontrado su sitio en la sociedad: ya habla en la mesa de los mayores, que ni le rebaten. El racismo y la xenofobia de VOX han tenido tiempo en "prime time" para exponer sus cositas nazis. Todo lo demás es secundario. 
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Foto: Juan Teixeira
Y el ganador del debate es... la extrema derecha!!

¿Se debe tolerar a los intolerantes? Esta pregunta lleva décadas rondando la cabeza de filósofos, sociólogos, politólogos y otras personas pensantes. A día de hoy la respuesta parece bastante evidente, pero en el estado español parece que no cala. Os dejaré con unos entretenidos dibujos que resumen de modo bastante sencillo la conclusión a la que llegó Karl Popper sobre esta cuestión hace ya unos cuantos años:

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Pues bien, los intolerantes ya están aquí. Y lo hacen gracias en gran parte a debates como el de ayer, en el que un fascista llamado Santiago Abascal dispuso de tiempo ante millones de españoles para explicar sus ideas fascistas mediante engaños y mentiras continuas. Disculpen si repito mucho el término "fascista", es para compensar lo poco que se utiliza en los medios de comunicación generalistas cuando se habla de fascistas. 

A lo largo de las casi 3 horas de debate (aunque parecieron 3 días), el líder de VOX se dedicó abiertamente a soltar propuestas antidemocráticas y anticonstitucionales sin rubor alguno. Resulta cuando menos curioso el uso que se hace desde el PPSOE de la Constitución (a veces defensores a ultranza, otras la venden por unos chicles), pero ese es otro tema. Abascal abogó por la ilegalización de los partidos independentistas y la persecución de inmigrantes, pasando por el desprecio a la libertad sexual, la negación de los crímenes del franquismo y hasta la disolución del Estado de las Autonomías. Se encontraba tan cómodo que incluso se permitió el lujo de citar a Ramiro Ledesma Ramos, fundador de las JONS y figura esencial en la articulación del fascismo español. Nadie le rebatió, a excepción del señor del adoquín por un breve momento. Y todas las barbaridades que soltó el señor facha las tuvo que escuchar la expresidenta del Parlament de Catalunya desde la cárcel, donde le quedan 11 años por haber permitido un debate exigido por la ciudadanía en el parlamento. Algo no encaja aquí. 

Personalmente, estaba tan indignado viendo a un fascista soltar su ideario fascista en prime time, que no presté demasiada atención a todo lo demás. Creo que Pedro Sánchez sigue virando a la derecha. Pablo Iglesias actuó como un candidato a presidente y dijo cosas acerca del programa político de su partido (pobre iluso, ¿dónde se cree que está?). Pablo Casado dio algunas lecciones sobre lucha contra la corrupción, con dos cojones. Y Rivera... bueno, Rivera sacó muchas cosas. Como digo, todo queda en un segundo plano ante el bochornoso espectáculo de escuchar mentir a Abascal y sentir como el odio ha logrado algunos miles de papeletas mas, traducibles en escaños que estos señores fascistas ocuparán en el parlamento. Mientras en Alemania los partidos se unen para declarar el estado de emergencia nazi, aquí ninguno de los otros candidatos tuvo siquiera la decencia política y personal necesarias para distinguir entre la legítima posición conservadora y la defensa de la democracia ante el fascismo, algo que resulta terriblemente preocupante.  

Lo peor de todo, y esto ya es más opinión personal que nunca, es que Abascal cumple su función a la perfección en el juego para mantener al régimen del 78 inamovible. A su lado, Pablo Casado parece un gran estadista, moderado y cabal. Y mira que es complicado conseguir esa imagen, pero Santiago es capaz de eso y más. Con esta táctica de blanquear a la extrema derecha lo que se busca es que parte de la población piense que la virtud está en el medio de todos los candidatos. Y si ponemos en un medidor de ideologías a los 5 señores del "debate" de ayer, en el medio estarían Pedro Sánchez o Pablo Casado. Bingo, ya tenemos bipartidismo de nuevo. Gracias señor facha, le debemos una. 

El problema de esta táctica es la radicalización de la sociedad. Un pequeño daño colateral por mantener las cosas como están. Parece obvio pensar que todas las personas que votan a VOX se han radicalizado de alguna manera. Sus propuestas son radicales, eso es innegable. Y del otro lado tenemos a todas aquellas personas que se posicionan en contra del actual modelo social y económico, que ven como avanza el fascismo mientras se criminalizan sus protestas pacíficas y como los partidos que los representan políticamente cada día son un poco más absorvidos por el sistema que permite todo esto ¿Qué le queda a esta gente descontenta? Desidia o radicalización. Y este es un problema bastante grave para la convivencia pacífica. Parece que estemos a tiempo de parar esta escalada, aunque como sucede con el cambio climático, cada vez queda menos margen de maniobra.