WANG ZHENYI: la astrónoma que descubrió el funcionamiento de los eclipses

Aunque nació en una época mala para una mujer que amaba aprender, dedicó toda su vida al estudio y la investigación

Sin título-1
Dibujo de Wang Zhenyi en el Calendar of Powerful Women de 2018
WANG ZHENYI: la astrónoma que descubrió el funcionamiento de los eclipses

Hace tan solo algunos días ocurrió lo que algunos denominaron “el evento astronómico del año”, un eclipse solar que se pudo presenciar sobre todo en Argentina. Este tipo de acontecimientos llevan captando la atención de la gente desde tiempos remotos. Al principio causaban cierto pánico entre la población porque se creía que eran signo del enojo de los dioses, pero con el paso de los años el miedo dejó lugar a la expectación y la gente empezó a mirar al cielo asombrada cuando se producían. El interés que pasaron a levantar los eclipses, vino motivado por el auge de la investigación sobre el sistema solar. Muchos se especializaron en astronomía para intentar buscar la respuesta de su origen y entre todos esos hombres que miraban al cielo destacó una mujer, Wang Zhenyi, que entre muchas otras cosas investigó a cerca de este fenómeno y consiguió explicar su funcionamiento. Pero para saber como consiguió hacerlo, primero tenemos que conocer un poco más a cerca de esta científica china.

Dinastia Qing

La Dinastía Qing gobernó China desde finales del siglo XVI hasta el XX y durante su primera etapa las mujeres estaban en un segundo plano. Ninguna tenía derechos legales y no podían recibir educación que no estuviese relacionada con las tareas domésticas o femeninas. Pero dentro de la familia de Wang Zhenyi, los hombres querían que sus mujeres también aprendieran la cultura de la época y por eso su padre y su abuelo, dos eruditos de la época, ayudaron a la joven a formarse en diferentes materias. Sin poder recibir educación oficial, aprendió sus conocimientos de los libros de la biblioteca de su familia. Su abuelo Wang Zhefu, un exgobernador muy culto, tenía más de 70 obras que ponía a disposición de su nieta y le enseñaba astronomía. Su padre, Wang Xichen, que había estudiado ciencias médicas, la llevaba con el de viaje por el este de China y le enseñaba medicina, geografía y matemáticas. Además, su abuela Dong también aportó su granito de arena en la formación de la chica, ya que fue ella la que le enseñó poesía.

En el año 1782 el abuelo murió y toda la familia viajó a la provincia de Jilin, cerca de la Gran Muralla China, donde estuvieron viviendo durante algunos años. En ese tiempo la mujer de un general llamada Aa, le enseñó a montar a caballo, a disparar con arco y algunas artes marciales. A los 16 años regresaron de nuevo a Jiangning, donde habían estado viviendo antes del fallecimiento del abuelo y a los 18 años la joven empezó a interesarse realmente por la poesía, la astronomía y las matemáticas.

Aunque Zhenyi nació en el año 1768, una mala época para una mujer china que amaba aprender, a los 25 años y tras casarse con Wang Zhenyi, aumentó su fama de poeta y empezó a dar clases, eso sí, solo a varones. A pesar de que su matrimonio le sirvió para darse a conocer, ella siempre tuvo claro que no quería estar a la sombra de su marido y dedicó toda su vida a escribir e investigar.

InfanciaAunque las mujeres de su época no podían recibir educación, sus abuelos y su padre se encargaron de inculcarle el amor por el estudio (CULTURA COLECTIVA)

Científica y matemática

Todos los conocimientos los había adquirido por su cuenta, con tan solo la ayuda de los libros y de algunos miembros de la familia, por eso se dio cuenta de que a determinadas materias y temas se les podía incluir ciertos aspectos nuevos y así fue cómo empezó a aportar avances a la ciencia. En matemáticas Zhenyi era experta en trigonometría y decidió reescribir el libro del matemático Mey Wending, “Principio del Cálculo” en un lenguaje mucho más sencillo para que pudiera ser fácilmente entendido por los estudiantes y también se dedicó a simplificar las multiplicaciones y las divisiones para que fueran mucho más fáciles. Además, recopiló datos sobre el tiempo atmosférico para intentar buscar soluciones a las sequías e inundaciones que sufría su región. Su afán por intentar explicar fenómenos desconocidos la llevó también a investigar en numerosas materias y a escribir diferentes artículos en los que razonaba cosas que nadie antes había podido explicar.

Zhenyi y la astronomía

En ese empeño por explicar cosas hasta entonces inexplicables, consiguió probar cómo se producían los equinoccios (momento del año cuando el día y la noche tienen la misma duración) y consiguió calcular sus movimientos. También realizó estudios sobre la luna y los planetas, sobre el número de estrellas o la dirección de rotación del sol y dejó constancia de ellos en escritos como “Sobre la longitud y las estrellas” o “Sobre la procesión de los equinoccios”. Otros dos artículos muy conocidos de la científica fueron “Sobre la explicación de los eclipses lunares” y “La explicación del eclipse Solar”, que como su propio título indica se centraban en estudiar y explicar la relación entre los eclipses solares y lunares. Para llevar a cabo sus estudios utilizaba herramientas muy básicas como una mesa redonda para representar a la Tierra, una lámpara que simulaba al Sol o un espejo que representaba a la Luna. Con estos tres elementos llevó a cabo pruebas en el jardín de su casa para ver como se proyectaba la luz de uno y otro sobre la Tierra y así poder esclarecer cómo funcionaban los eclipses. También escribió 12 libros sobre astronomía y matemáticas entre los que destaca su obra sobre la posición de las estrellas, “Algunas observaciones sobre las formas y figuras”.

Su poesía

En su faceta como escritora rompió con la idea de poesía femenina que se había tenido hasta el momento. Los viajes que había realizado junto a su padre le sirvieron de fuente de inspiración para dejar un gran legado de poemas. Tanto es así, que escribió una colección de trece volúmenes de Ci (un tipo de poesía), varios escritos en prosa, prefacios y postdatas para otras obras. En sus escritos era capaz de plasmar la vida llena de penurias que sufrían los plebeyos de la época. En sus poemas “Mujeres criadoras de Gusanos de Seda” y “Lavado de ropa” también dejó reflejadas las malas condiciones en las que tenían que trabajar las mujeres de la dinastía Qing. Además, quiso dejar claras sus ideas sobre la igualdad de género con frases como estas:

“Se hace creer que las mujeres son iguales que los hombres; ¿no estás convencido de que las hijas también pueden ser heroicas?”--“Cuando se habla sobre el aprendizaje y las ciencias, la gente no piensa en las mujeres”--“Las mujeres no solo deberían cocinar y coser, y no se las debería de molestar por escribir artículos para publicarlos, estudiar historia, componer poemas o hacer caligrafía” --“Son personas, que tienen la misma razón para estudiar”, Wang Zhenyi.

Transitando el Paso Tong ARANTZA MUGURUZA MONTERO Poesía de Wang Zhenyi (ARANTZA MUGURUZA MONTERO)

Su legado llega hasta nuestros días

A los 29 años de edad, Wang Zhenyi murió, pero antes le dejó todos sus trabajos y manuscritos a su amiga Madam Kuai, quién los donó a Qian Yiji, un famoso sabio de la época, que tras analizarlos la denominó como “la mujer erudita número uno después de la escritora e historiadora Ban Zhao”. Además, recopiló todos los documentos en un libro al que llamó "Shusuan jiancun" (Simples Principios del Cálculo).

La historia de esta mujer era casi desconocida hasta que en el año 1994 la Unión Astronómica Internacional decidió poner su nombre a uno de los cráteres del planeta Venus por su gran aporte a la ciencia y a la astronomía y su figura ya es un poco más conocida, aunque su reconocimiento haya tenido que hacerse en otro planeta.

calendar of Powerful Women for 2018El Calendar of Powerful Women de 2018 incluyó un dibujo de la astrónoma para su mes de marzo