Salud sin bulos, una guía para alejar los fakes de la comida

La temática relacionada con la nutrición supone más de la mitad de las fake news detectadas por los médicos que han participado en el I Estudio sobre Bulos de Salud. Para aclarar algunos mitos han publicado un manual gratuito que busca alejar los bulos de la mesa: la I Guía de los Bulos en Alimentación 
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Salud sin bulos, una guía para alejar los fakes de la comida

La fruta no es indigesta por la noche, el limón no depura y el azúcar no influye en el comportamiento de los niños. Estas son algunas de las afirmaciones que recopila la I Guía de los bulos en alimentación, un manual gratuito publicado por el Instituto #SaludsinBulos, y que busca aclarar los mitos y falsas creencias más difundidos sobre la alimentación.

La proliferación de estos bulos tiene consecuencias para la salud. Mucha de la información falsa que se difunde carece de evidencia y base científica. Se realiza para crear alarma o desprestigiar a alguna marca, persona, producto o alimento. Sin embargo, su extrema viralización termina calando en la sociedad con una falsa imagen de verdad - #SaludSinBulos

En una época donde resulta muy complicado separar el conocimiento de la manipulación, este tipo de guías informativas se vuelven oro puro. Con todo el conocimiento humano a un solo clic, resulta que los bulos y el desconocimiento a veces tienen más recorrido que los datos comprobados y la ciencia. Es el caso de la gran mayoría de las falsas creencias relacionadas con la alimentación: alimentos supuestamente cancerígenos, infectados o peligrosos son habituales protagonistas de los bulos.

También, se demoniza el azúcar de las frutas, se asegura que deben comerse a horas determinadas o que las personas con diabetes deben restringir la ingesta de algunas de ellas. Otro mito extendido es el de los mal llamados ‘superalimentos’, estrategias de marketing para colar en la lista de la compra productos que no son la base de la dieta mediterránea, más caros y no son imprescindibles para una alimentación sana. Otro tipo de bulo recurrente se ceba con la industria alimentaria y la acusa de emplear técnicas peligrosas para el consumidor. Ante la proliferación de estos bulos sobre alimentos (frutas, pescados o carnes), un sector muy propenso a estas fake news, el Instituto #SaludsinBulos ha editado esta I Guía de los Bulos en Alimentación. Los profesionales sanitarios que se han encargado de desmontar los bulos son Gemma del Caño, farmacéutica especializada en innovación, biotecnología y seguridad alimentaria; Pablo Ojeda, dietista, master en coaching nutricional y experto en obesidad y nutrición deportiva; y Beatriz Robles, nutricionista y tecnóloga de alimentos. Los tres pertenecen a la red de ‘cazabulos’ de #SaludsinBulos. Os dejamos con algunos de estos bulos recurrentes:

  • ¿El zumo de limón depura?

Pues no, ni depura ni cura el cáncer. “El limón tiene una cantidad importante de E-330 pero se puede encontrar también en muchos otros alimentos, por lo que no hay ningún nutriente en él que justifique cualquier efecto depurador en el organismo”, explica la guía.

  • ¿Es más sano el "eco" que el convencional?

Pues no, el hecho de que un producto contenga la etiqueta ECO, no significa que sea más sano: "Los productos con el sello ECO no son más sanos que los convencionales. La normativa ECO se centra en el punto de vista medioambiental. Tanto uno como el otro tienen fitosanitarios autorizados (que en ninguno de los dos están en el alimento) y, en el caso de animales, ninguno de los dos tiene antibióticos u hormonas. Elige lo que quieras, pero desde el conocimiento".

  • ¿Existen "superalimentos"?

Tampoco. No existe ningún alimento que por sí mismo merezca incluirse en esta categoría. Olvídate de creer que estás super sano por echarle semillas de chía a los zumos o comer sopa de bayas de goji. “Ningún alimento es imprescindible y, por supuesto, ningún alimento tiene propiedades extra a las habituales por más milenarios que sean o de países con nombres inhóspitos vengan”.

  • ¿Me pueden matar las frutas y verduras modificadas genéticamente?

Tranquilo, morirás de otra cosa: "La humanidad lleva años modificando el material genético de vegetales y
animales con sistemas como cruces, injertos o selecciones de especies. Vemos todas las frutas y verduras iguales en los supermercados porque se seleccionan previamente para que así sea, se clasifican por tamaños y formas. En otros países como Estados Unidos o Centro América, el uso de alimentos
transgénicos está generalizado, podemos encontrarlos en productos importados porque vendrá especificado en la etiqueta si están en cantidades superiores a 0.9%. Los alimentos transgénicos no tienen mayor problema que el miedo y la desinformación. Ellos llevan 30 años demostrando seguridad y nosotros seguimos sin cambiar el chip". 

  • Estoy a dieta, ¿puedo comer plátano?

Sí, puedes. Según explica la guía, un plátano de tamaño mediano proporciona 105 calorías. Es, además, una fruta que contiene mucha fibra, lo que ayuda a mantener “hábitos intestinales regulares” y que aporta saciedad, un factor esencial en una dieta en la que el objetivo es bajar peso.