Radiografía de Javier Utrilla, el cura de extrema derecha que ofreció el discurso en la Almudena

El pasado sábado dio para mucho en Madrid. El mismo día que los ciudadanos de Linares recibieron palizas por parte de la Policía, un grupo formado por cientos de neonazis y fascistas campaban a sus anchas por Madrid bajo escolta policial, y con el beneplácito de las autoridades, para homenajear a los españoles que combatieron a las órdenes de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. La jornada tuvo dos grandes protagonistas: una joven de 18 años con una camisa azul que pronunció el discurso de odio, Isabel Peralta, y un cura que realizó un acto religioso ante el monolito que recuerda a la División Azul en la Almudena, Javier Utrilla. En los últimos días, se ha escrito mucho sobre Peralta. Entre artículos y entrevistas, casi todos los medios se han hecho eco de ella. Sin embargo, Utrilla no ha llenado tantos titulares y no se sabe (públicamente) casi nada sobre él.

javier utrilla
Javier Utrilla (en el centro). Fuente: Twitter @carlismogranada
Radiografía de Javier Utrilla, el cura de extrema derecha que ofreció el discurso en la Almudena

La marcha neonazi del sábado pasado pasaría mas o menos desapercibida sino fuera por un hecho que hizo saltar todas las alarmas, por lo menos en algunos sectores sociales y en el Congreso Judío Europeo, en Israel, Alemania o Rusia. Fue el momento en que los asistentes corearon canciones fascistas, realizaron gestos fascistas y pronunciaron un incendiario discurso pro-nazi marcadamente antisemita: “Es nuestra suprema obligación luchar por España, luchar por Europa, ahora débil y liquidada por el enemigo. El enemigo siempre va ser el mismo, aunque con distintas máscaras: el judío […] El judío es el culpable y la División Azul lucho por ello”.

¿Quién es Javier Utrilla?

Recordemos, aunque sea brevemente, la escena del pasado sábado: un sacerdote, con sotana, estola negra (de la liturgia anterior al Concilio Vaticano II), orando ante los caídos de la División Azul casi íntegramente en latín y rodeado de 300 fascistas y neonazis. “El marxismo, igual que ayer […] sigue intentando turbar la paz en nuestra sociedad, turbar la paz de los espíritus y, sobre todo, quitar al que es el príncipe de la paz. Nuestro señor Jesucristo”. Madrid, 2021, cementerio de la Almudena.

El sacerdote en cuestión es Javier Utrilla Avellanas. Nació en la localidad aragonesa de Fraga hace 30 años. Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 2017, tiene una licenciatura en Ciencias Políticas y no pertenece al Azobispado de Madrid. Reside en Madrid desde 2017, en la casa que la Fraternidad San Pío X tiene en la capital del Estado español, donde convive con otros ocho sacerdotes lefebvrianos. Es un asiduo orador en círculos tradicionalistas y carlistas, aunque también ha dado conferencias sobre “Cristo Rey” en numerosas cofradías andaluzas y aragonesas.

Tras acabar sus estudios, completó su formación sacerdotal en el Seminario de Ecône, en Suiza. Se ordenó sacerdote de la Hermandad Sacerdotal de San Pío X (FSSPX), fundada por Marcel Lefebvre en 1970. Lefebvre, opuesto a la nueva misa y a las nuevas doctrinas emanadas del Concilio Vaticano II, fue suspendido a divinis por Pablo VI el 22 de julio 1976. El 29 de agosto de 1976, Lefebvre celebró la Misa de Lille donde declaró lo siguiente:

No se puede dialogar con los masones o con los comunistas, no se dialoga con el diablo - Marcel Lefebvre, 29 de agosto de 1976

En 1988, contra la prohibición expresa de Juan Pablo II, consagró cuatro obispos. Debido a este hecho, la Congregación para los Obispos vaticana emitió un decreto declarando la consagración de un acto cismático y que, en consecuencia, había incurrido en la excomunión automática de acuerdo con el derecho canónico. Desde entonces, y a pesar de las negociaciones impulsadas por Benedicto XVI y Francisco, esta comunidad no está en comunión con la Iglesia católica por su negativa tajante a aceptar el Concilio Vaticano II.

Sin embargo, aunque los lefebvrianos no se encuentran en comunión con Roma y su situación “es ilegítima”, según Roma, durante estos años han recibido el permiso oficial del Papa para absolver y celebrar, incluso, matrimonios, en un intento para alcanzar la plena comunión, torpedeada por los sectores más ultras.

“Me recomendaron hacer estudios civiles antes de entrar en el Seminario. Así que estudié Ciencias Políticas y luego estuve un año de espiritualidad en Francia, en la Borgoña, un año más de reflexión que de estudio para luego hacer dos años de filosofía y otros de teología en Suiza”, explicaba Utrilla en una ocasión.

Afirma que sintió crecer la vocación poco a poco: “Hace falta un tiempo de silencio, fuera del barullo del mundo, para oír la llamada de Dios. Cuando rezas, Dios se manifiesta en pequeños detalles. Es un proceso progresivo, poco a poco, hasta que te das cuenta que Dios te llama para esto”.

El papel siempre ha sido el mismo, por mucho que cambien los tiempos y los hombres, porque el alma de los hombres sigue siendo la misma. La labor de la Iglesia es salvar almas. El hombre tiene un destino más allá de la vida y ese destino lo marcan sus actos en vida. La iglesia le recuerda al hombre el camino a seguir para conseguir la felicidad eterna – Javier Utrilla

Según el periodista Jesús Bastante estaríamos ante un joven inquieto, con ideas radicales de ultraderecha que encontró en Lefebvre y su Fraternidad el mejor modo de alcanzar su fe y su “compromiso político”. “De ahí que no sea difícil encontrarle en seminarios tradicionalistas, especialmente en el norte de Aragón, pero también en Jaen”, afirma. Baeza, Córdoba, Jaén o Granada han acogido conferencias de este clérigo, especializado en “Cristo Rey”.

Javier suele dar misas en un centro lefebvrista de Madrid […]. Misas de espaldas al pueblo, en latín, con bancos separados para hombres y mujeres (ellas normalmente con pelo cubierto por una mantilla) – Jesús Bastante

La del sábado no fue la primera ocasión que habla de política. En 2018, en un círculo de la Comunión Tradicionalista Carlista, agradecía al carlismo haber “mantenido como custodio los principios de la cristiandad”, en una sociedad marcada por “la perversidad y la inequidad”.

Su discurso en el acto neonazi

El video del acto tiene en total 102 minutos de duración. En él, en el minuto 50, después de que uno de los organizadores relatara que “han intentado boicotearnos otra vez con una denuncia ante la Fiscalía de Odio”, se presenta al “páter Javier Utrilla”. Este, después de recibir una cálida acogida, afirma lo siguiente:

Muy queridos amigos y hermanos: acabo de oír la palabra “odio”. Sin duda, es todo lo contrario de lo que representa la gesta y la memoria de estos caídos de la División Azul. La División Azul fue, ante todo, una muestra de amor. Amor que Nuestro Señor Jesucristo no enseña… No hay mayor amor que el de aquel que da la vida por sus amigos. Y mucho más el de aquel que lo deja y lo sacrifica todo para ir a un país lejano, no para odiar o matar por odio, sino para luchar y morir, si es necesario, como hemos visto en estos ejemplos eximios, por la paz de sus hermanos.

La paz no está solo en buscar convencer, sino también en resistir a aquellos que quieren turbarla. Y sin duda que el marxismo, al igual que ayer, en la época de la II Guerra Mundial, y hoy también, sigue intentando turbar la paz de nuestra sociedad, turbar la paz de los espíritus y, sobre todo, quitar a aquel que es el príncipe de la paz, Nuestro Señor Jesucristo. 

Por eso, es un acto de amor resistir al odio. Odio que viene de estas malas doctrinas y, al final, del príncipe de este mundo, Satanás, que sigue luchando por intentar desarraigar la herencia de nuestro señor Jesucristo. Herencia que ante todo tiene que estar en el amor, en el sacrificio por nuestros hermanos por el bien de nuestra sociedad, de nuestro pueblo, y ante todo, por el bien de nuestras almas. Y por el bien de las almas de estos difuntos y por el bien nuestro vamos a proceder a decir las oraciones de la  Iglesia católica, la única Iglesia verdadera, por supuesto, por estos difuntos y por los fieles difuntos que queremos poner en nuestras oraciones [...] Javier Utrilla