Qué ha cambiado en el primer año tras la revolución en Armenia

Qué ha cambiado en el primer año tras la revolución en Armenia
Han pasado doce meses desde aquel 23 de abril de 2018, cuando el primer ministro de Armenia, Serzh Sargsián, se vio obligado a dimitir. El suceso culminó las protestas masivas en todo el país; los manifestantes habían tomado las calles, indignados por el intento de Sargsián de permanecer durante el tercer mandato como jefe de gobierno después de haber sido presidente durante diez años. Las movilizaciones civiles habían sido organizadas por la oposición y encabezadas por el líder de la facción parlamentaria Yelk (“Salida”), Nikol Pashinián. Nikol Pashinián encabezando manifestaciones en el centro de Ereván, abril de 2018 [Nazik Armenakián/4Plus]

Pashinián recibió el pleno poder

Después de la dimisión de Sargsián y su gobierno, los diputados del Parlamento, donde la gran mayoría eran representantes del gobernante Partido Republicano, el 8 de mayo de 2018, eligieron a Nikol Pashinián como primer ministro. Se formó un nuevo gabinete, y el 1 de noviembre, el parlamento anunció su disolución. El nuevo gobierno inició las elecciones parlamentarias extraordinarias en las que el bloque Mi paso de Pashinián obtuvo más del 70 por ciento de los votos. El ex partido gobernante no logró superar ni siquiera el umbral electoral del 5 por ciento. Mientras que en  el antiguo parlamento el bloque de Pashinián tenía solo 9 escaños, el nuevo gobierno tras las elecciones tiene la mayoría absoluta, 88 carteras. Nikol Pashinián asumió el poder ejecutivo, después de haber recibido el apoyo total de sus iniciativas por parte de los órganos legislativos. El país inició una lucha contra los fenómenos negativos popularmente asociados con el antiguo gobierno, tales como la corrupción, el monopolio de la importación de bienes, el poder de los oligarcas y el fraude electoral. Los primeros pasos ya mostraron que las autoridades siguen una dirección evidente: se abrieron casos penales y se iniciaron investigaciones contra los familiares del ex presidente y primer ministro Sargsián, el ex primer ministro Abrahamián, varios ministros, gobernadores, generales y diputados. Las elecciones al Consejo de Ancianos de Ereván y al Parlamento, las primeras celebradas durante el nuevo gobierno, prácticamente no dejaron lugar a dudas por su transparencia. Sin embargo, en la sociedad se percibe cierta decepción, principalmente debido a la  lenta dinámica de las reformas. La mayor parte de la población del país aún sigue apoyando la política de Pashinián, pero si la declarada "revolución económica", la lucha por la independencia de los tribunales, la inversión en la economía, la apertura de nuevos empleos y la mejora real en la vida de la población no se hacen patentes, el gobierno perderá este apoyo. Mientras tanto, los expertos varían en sus opiniones.

El principal logro del nuevo gobierno es el cambio en el poder

"Hasta ahora, el principal logro ha sido el mismo cambio de poder en el país", dijo el comentarista político Ayk Jalatián a DW. Según él, "en lugar de construir una nueva Armenia, las autoridades están atascadas en la lucha contra la antigua". El analista cree que el enorme voto de confianza popular en Pashinián después de la revolución, asegurado por las elecciones parlamentarias, no puede durar siempre, y el apoyo público ya está disminuyendo. Ayk Jalatián, comentarista político armenio "La caída en la popularidad será cada mes más tangible si el país no logra un progreso serio en el ámbito socioeconómico", dijo Jalatián. "La gente espera la respuesta a sus inquietudes y no discursos sobre el pasado oscuro y un futuro brillante". El experto señala que en la actualidad en el país la corrupción sistémica, en la que estaban implicados representantes de los más altos escalones del poder, ha sido eliminado. En su opinión, la erradicación total de  la corrupción dependerá de medidas sistémicas para combatirla, el éxito de la reforma de la legislación fiscal y el aumento de los salarios de los funcionarios.

Las reformas han comenzado, las reformas continúan

Rubén Mehrabián, experto del Instituto de Relaciones Internacionales y Seguridad, cree que el gobierno de Pashinián "ha pretendido llevar a cabo  reformas fundamentales en todas las áreas de la vida social y política". "La corrupción sistémica ya ha sido suprimido en su eslabón principal “central", se han iniciado casos penales por numerosos actos de corrupción, se han devuelto decenas de millones de dólares a la tesorería del Estado, las investigaciones continúan y, a sabiendas de la escala, es de esperar que se abran otros nuevos en el futuro", aseveró el experto en una conversación con DW. Al mismo tiempo, Mehrabián cree que para la erradicación completa de la corrupción el gobierno debe lanzar reformas económicas sistémicas que no dejen lugar a las tentaciones. El experto señaló que el país está sumido en debates intensos sobre la reforma fiscal, la liberalización económica, la separación real de los negocios de la política, la reducción y optimización de la maquinaria estatal excesiva, la reforma del sistema judicial. Entre los logros importantes del nuevo gobierno, el experto cita la introducción de la justicia de transición que convive con el sistema judicial actual y la preparación de un proyecto de ley "Sobre el decomiso de bienes adquiridos ilegalmente" para comenzar a luchar contra la corrupción institucional y sistémicamente dejando atrás el nivel declarativo, cuando todo funciona solo por voluntad política.   Rubén Mehrabián, experto del Instituto de Relaciones Internacionales y Seguridad de Armenia

Ha sido posible evitar un colapso

"Nos encontramos ante un fenómeno sin precedentes: después de la revolución, la autoridad legítima reemplazó  la cleptocracia mafiosa, luego se celebraron elecciones extraordinarias al Consejo de Ancianos de la capital y al Parlamento, pero al mismo tiempo no hay ruina en la economía ni un colapso en el sistema de gobierno, no hay crisis energética, e incluso la tasa de cambio del dram no ha visto grandes fluctuaciones durante este tiempo", dice Mehrabián. "Se produjo un cambio de élite en el país, un relevo en generaciones políticas. Al mismo tiempo, no hubo "allanamiento de la plantilla" en el aparato estatal; las autoridades mantienen el contacto con la sociedad en la mayor medida posible trabajando constantemente en los errores que ellas mismas cometen casi todos los días", afirma el experto. Mehrabián enfatiza que la voluntad política de las nuevas autoridades permitió un salto en materia de la libertad de expresión, gracias al cual Armenia y Georgia se convirtieron en líderes de los ránking con el mayor nivel de libertad de prensa entre los países postsoviéticos.   Texto original: Deutche Welle Traducción: Eulixe.com