Periodistas asesinados en 2019

Durante este año el número de periodistas muertos mientras realizaban su trabajo cayó a los niveles más bajos de los últimos 15 años ¿Es debido a una mejora de la libertad de prensa en el mundo? ¿O se debe a que cada vez se trabaja menos desde el terreno?
 
periodistas asesinados 2019
Periodistas asesinados en 2019

La infografía del día se la dedicamos hoy a todos esos compañeros que han dado su vida en 2019 realizando su trabajo de mantener informada a la sociedad y documentar las atrocidades y desmanes que seguimos comentiendo a nivel mundial. Han sido en total 49 los periodistas asesinados, la cifra más baja de los últimos 15 años. Sin embargo, y a pesar de que es una gran noticia, este dato no refleja la realidad de la libertad de prensa a nivel mundial o el estado de salud de la profesión. 

Según la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada por Reporteros sin Fronteras (RSF), el odio a los periodistas está aumentando, lo que degenera en violencia y aumento del miedo. Sigue reduciéndose también el número de países que se considera seguros –aquellos en los que los periodistas pueden ejercer su oficio sin correr peligro–, mientras que crece el control que ejercen los regímenes autoritarios en los medios de comunicación.

Si el debate político cae subrepticia o manifiestamente en un ambiente de guerra civil, en el que los periodistas se vuelven víctimas expiatorias, los modelos democráticos están en gran peligro (...) Para las mujeres y los hombres de buena voluntad, comprometidos con las libertades adquiridas a lo largo de la historia, es urgente acabar con esta mecánica de miedo - Christophe Deloire, Secretario General de RSF

La Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, que evalúa cada año la situación del periodismo en 180 países y territorios, revela la instauración de una mecánica de miedo muy perjudicial para el ejercicio del periodismo. La hostilidad hacia los periodistas, incluso el odio transmitido por dirigentes políticos en numerosos países, ha dado lugar a actos de violencia cada vez más graves y frecuentes, incrementado así los peligros que enfrenta la prensa y provocando un grado de miedo inédito en algunos lugares.

Esto, unido al cambio de modelo de negocio en el mundo del periodismo, se traduce en un menor trabajo de campo por parte de los profesionales del sector, reduciéndose así el número de víctimas mortales.