Periodismo circense

¿Dónde está el límite que separa periodismo y espectáculo? Repasamos algunos ejemplos de esta misma semana en los que información, show y manipulación se mezclan preocupantemente
Yelamo
Periodismo circense

Según un estudio realizado por la Universidad de Oxford y la agencia Reuters, los medios de comunicación españoles son los menos creíbles de los once países consultados en Europa, y los segundos menos creíbles de los doce estudiados en todo el mundo. El esfuerzo para llegar a esta triste posición ha sido épico. En las últimas décadas hemos asistido impasibles a una deriva lenta pero continua del periodismo profesional hacia un entramado propagandístico y de entretenimiento que nos ha llevado a esta situación actual. Vamos a ver dos ejemplos claros de cómo no se hacen las cosas:

Periodismo y show

La semana pasada fuimos testigos de cómo la gota fría se cebaba con el sudeste peninsular. La situación se volvió realmente compleja y peligrosa en muchos lugares. Para informar sobre la situación, el programa de Antonio García Ferreras conectaba en directo con uno de sus reporteros, Paco Cerdán, para que informara de la situación desde una carretera de acceso a Cieza. Esta conexión provocó que hasta el 112 abroncara al programa:

¿Es necesario poner en peligro al reportero para informar de lo que sucede? ¿Aporta información el hecho de hablara desde un torrente de agua? Parece que el NO es evidente. Pero es mucho más espectacular. O al menos eso debieron pensar en La Sexta. Sin duda una situación que evidencia falta de rigor informativo y sentido común.

Pero no todo está perdido. Siguiendo con el tema de la gota fría, os dejamos con el ejemplo de cómo se informa sobre el terreno con rigor y profesionalidad periodística, de la mano de Carlos Franganillo:

Periodismo y manipulación

Algunas veces los medios de información caen en el sensacionalismo barato como un método desesperado por atraer audiencias. La conversión del periodismo de servicio público imprescindible a producto de consumo ha hecho mucho daño, y nos ha llevado a estas situaciones en las que no diferenciamos una pieza informativa de un sketch humorístico. Pero otras muchas veces la degradación del oficio periodístico no viene dado tanto por la búsqueda de audiencia, sino por la manipulación política. En el siguiente ejemplo podemos ver perfectamente cómo se mezclan show y manipulación en una pieza informativa:

Como se puede observar, el reportero espera pacientemente entre un grupo de personas en calma a que le den paso al directo. Justo antes de que esto suceda, pero ya en imagen, el reportero hace un gesto a estas personas, que comienzan a gritar. Parece evidente que es una situación preparada, y muchos compañeros han comentado la jugada indignados:

El problema es que ser periodista y criticar a los grandes medios de comunicación (Atresmedia - Mediaset) supone pasar a formar parte de una lista negra de profesionales con los que estos medios no contarán en el futuro. Y debido al monopolio informativo existente en el estado español a día de hoy, es comprensible hasta cierto punto el silencio de muchos profesionales de la información, que también tienen que comer. Hasta cierto punto.

En este caso concreto, algunos pesos pesados del panorama "informativo" actual se han posicionado del lado del reportero, que se ha defendido diciendo lo siguiente:

Cada uno que juzgue viendo las imágenes y bajo su propio criterio y conocimiento del "periodismo" patrio. Os dejamos reflexionar sobre el tema, y nos despedimos con el único que ganó algo con esta conexión de la discordia: