El domingo pasado se celebraron en Rusia más de 60 elecciones de varios tipos. En algunas regiones se elegía al gobernador, en otras el parlamento regional y en algunos sitios a los alcaldes. Se han cumplido los pronósticos y Rusia Unida, el partido de Vladimir Putin se ha impuesto en líneas generales, pero con unos resultados peor de los esperado. Así mismo la participación por lo general también ha sido muy baja. Especial mención merece Moscú, donde se elegía al parlamento municipal y la oposición tenía mejores perspectivas y donde varios candidatos opositores no han podido participar.

En general por todo el país Rusia Unida ha ganado en casi todos los comicios. Los 16 nuevos gobernadores son los candidatos apoyados por el Kremlin. Así mismo en 13 de los 14 parlamentos regionales ha ganado Rusia Unida, y solo en la región de Jabárovsk en Siberia ha ganado el representante del partido LDPR, partido nacionalista con representación parlamentaria a nivel nacional. Esta derrota estaba pronosticada, en Jabárovsk ya había un gobernador del mismo partido. Otros resultados, aunque sean victoriosos, dejan más tocados a Rusia Unida.

Uno de los más llamativos ha sido el de la ciudad de Sevastopol, la única ciudad de nivel federal, ciudad considerada por si misma componente de Federación Rusa, junto a Moscú y San Petersburgo. En esta urbe de Crimea la participación ha sido del 26% contra el 53% en 2014 cuando entró a formar parte de Rusia tras anexionarse esta la península de Crimea. En votos Rusia Unida ha obtenido 38% contra 76% hace 5 años. Esta ciudad es un importante puerto militar y expertos locales calculan que históricamente el voto de los marineros y tropas supone un 10-15% de votos para el partido gobernante. Teniendo en cuenta ese detalle se refleja aun más la caída del partido en el gobierno.

En Moscú Rusia Unida ha ganado las elecciones, pero su victoria, con solo un 21% de participación, tampoco ha sido tan clara como se esperaba. Por un lado han utilizado trabas administrativas para negar la participación en los comicios a los candidatos independientes, opositores de fuera del sistema político establecido. Aun así, finalmente Rusia Unida ha ganado en 25 de los 20 distritos electorales de la capital, en el resto han ganado candidatos de otros partidos registrados legalmente y que en la mayoría de ocasiones apoyan al poder establecido. Otra muestra del desgaste del partido en el poder es que los 25 ganadores se han presentado como candidatos independientes a pesar de representar a Rusia Unida, y durante la campaña han evitado al máximo la utilización de la simbólica del partido.

Sin irregularidades, pero reconocimiento parcial

Los observadores electorales o la propia Comisión Electoral Central rusa no han detectado grandes irregularidades a pesar de que ha habido varias denuncias y materiales gráficos en las redes sociales sobre como se efectuaban lanzamientos de papeletas masivos en las urnas de votación. Aun así, la Unión Europea no reconoce parte de estas elecciones, concretamente las celebradas en la república de Crimea, ya que para Bruselas es un territorio ucraniano ocupado ilegalmente por Rusia. Ello probablemente deberá afectar las relaciones diplomáticas entre Moscú y los países miembros, pero no queda muy claro cómo se hará para sancionar solo a una parte de los cargos electos rusos, los que representan a Crimea.

El Kremlin ya ha declarado su satisfacción con los resultados y la victoria de su partido, así Dmitri Peskov, secretario de V.Putin, subraya que el partido con sus más y sus menos ha demostrado su liderazgo político. Las autoridades rusas han abierto una investigación sobre el hecho que Facebook y Google hayan mostrado mensajes electorales el día de votación, algo prohibido por la legislación rusa. Las autoridades rusas con la supuesta experiencia que tienen en influir en elecciones exctranjeras tienen claro que no quiere ninguna injerencia extranjera en sus comicios.

El alcalde de Moscú Serguei Sobyanin subraya la gran competencia que ha habido por cada uno de los 45 puestos de diputado municipal. Obvia en su análisis que no hayan podido participar ningún candidato independiente, apartados de los comicios mediante trabas burocráticas y varios de los cuales fueron arrestados de 10 a 50 días por protestar en las semanas previas a las elecciones.

Por su lado la oposición fuera del sistema, cuyo representante más popular es Aleksei Navalni, también canta victoria, y en su caso también es discutible. Así el Fondo de la Lucha contra la Corrupción (FBK en sus siglas rusas) lanzó una campaña denominada “votación inteligente”. Su fin era derrotar a los candidatos de Rusia Unida en todo el país. La organización hacia un análisis de cada uno de los comicios y según los resultados daba su recomendación de a quién votar en cada caso para tener las mejores posibilidades de derrotar al partido en el poder.

Cada caso de derrota de los de Putin el FBK canta como victoria propia, como por ejemplo la del parlamento regional de la región de Jabárovsk. Una táctica que parece valer a los seguidores de Navalni, pero que los expertos califican de oportunista. No hay pruebas de que la recomendación del FBK haya sido clave en esa u otras votaciones.

Queda claro que estas elecciones no han interesado demasiado a los rusos, ni siquiera en Moscú. El desencanto se debe a la poca importancia que le dan los rusos a los comicios locales, pero también al cansancio acumulado con las mismas caras de siempre en la política del país.