El Papa Francisco, radical antisistema: llama a romper con el “dogma de fe neoliberal”

El Papa Francisco ha hecho pública este fin de semana su tercera encíclica: Fratelli Tutti, sobre la fraternidad y la amistad social. En ella, augura el final del neoliberalismo, un "pensamiento pobre, repetitivo, que propone siempre las mismas recetas frente a cualquier desafío que se presente", y arremete con dureza contra el "dogma de fe neoliberal", proclamando un nuevo orden mundial tras la pandemia. Además, el Papa reclama la memoria histórica frente a las dictaduras y condena el terrorismo de Estado, en un texto durísimo en el que ataca las tesis del capitalismo salvaje, e incluso arremete contra "el absoluto e intocable derecho a la propiedad privada", que "sólo puede ser considerado como un derecho natural secundario y derivado del principio del destino universal de los bienes creados".

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El Papa Francisco, radical antisistema: llama a romper con el “dogma de fe neoliberal”

Francisco Bergoglio presentó este fin de semana su tercera encíclica (el texto más autoritario que puede publicar un Papa) con el título "Fratelli Tutti" (hermanos todos), donde hace un llamamiento a la fraternidad humana para construir un mundo más justo después de la pandemia. El texto de 200 páginas (puedes leerlo en este enlace) resulta especialmente político y de actualidad, y en él el Papa no se corta a la hora de señalar culpables ("El neoliberalismo se reproduce a sí mismo sin más (...). La especulación financiera con la ganancia fácil como fin fundamental sigue causando estragos") y pasos a seguir para recuperar la dignidad. De este modo, el Papa desechó la llamada teoría económica del goteo, asegurando que la pandemia ha demostrado que las políticas de libre mercado del capitalismo no pueden resolver todas las necesidades más graves de la humanidad.

El Papa habla desde los peligros de la globalización económica al neocolonialismo, la defensa del trabajo como salida de la pobreza o la necesidad de acoger a migrantes y refugiados, e incluso se atreve a exigir la reforma de las Naciones Unida por estar demasiado sometida a la dimensión económica. 

Aquí os dejamos con algunas de las frases más incendiarias del texto:

  • Neoliberalismo: "La crisis financiera de 2007-2008 era la ocasión para el desarrollo de una nueva economía más atenta a los principios éticos y para una nueva regulación de la actividad financiera especulativa y de la riqueza ficticia", pero "no hubo una reacción que llevara a repensar los criterios obsoletos que siguen rigiendo al mundo" - “La fragilidad de los sistemas mundiales frente a las pandemias ha evidenciado que no todo se resuelve con la libertad de mercado y que, además de rehabilitar una sana política que no esté sometida al dictado de las finanzas, tenemos que volver a llevar la dignidad humana al centro” - “El mercado solo no resuelve todo, aunque otra vez nos quieran hacer creer este dogma de fe neoliberal”. 
  • Propiedad privada: “Sólo puede ser considerado como un derecho natural secundario y derivado del principio del destino universal de los bienes creados”. Advierte que esto debe tener consecuencias en el funcionamiento de la sociedad, y lamenta que a menudo los “derechos secundarios” priman sobre los más importantes, cuando algunos viven con riquezas extravagantes mientras otros no tienen nada.
  • Hambre en el mundo: "El hambre es criminal (...), mientras nos enfrascamos en discusiones semánticas o ideológicas, permitimos que todavía hoy haya hermanas y hermanos que mueran de hambre o de sed, sin un techo o sin acceso al cuidado de su salud". De hecho, propone que "con el dinero que se usa en armas y otros gastos militares, constituyamos un Fondo mundial, para acabar de una vez con el hambre y para el desarrollo de los países más pobres".
  • Desigualdad: "Todavía hay quienes parecen sentirse alentados, o al menos autorizados por su fe para sostener diversas formas de nacionalismos cerrados y violentos, actitudes xenófobas, desprecios o incluso maltratos hacia los que son diferentes", lamenta el Papa, que también recuerda los horrores vividos en la pandemia. "No nos olvidemos de los ancianos que murieron por falta de respiradores, en parte como resultados de sistemas de salud desmantelados año tras año", afirma, en una clara referencia a España.
  • Memoria histórica y terrorismo de Estado: "Es fácil hoy caer en la tentación de dar vuelta a la página diciendo que ya hace mucho tiempo que sucedió y que hay que mirar hacia adelante. ¡No por Dios! Nunca se avanza sin memoria, no se evoluciona sin una memoria íntegra y luminosa", sostiene Bergoglio, que añade que "verdad es contar a las familias desgarradas por el dolor lo que ha ocurrido con sus familiares desaparecidos", y condena con contundencia el terrorismo de Estado. "Cuando hubo injusticia mutuas, cabe reconocer con claridad que pueden no haber tenido la misma gravedad o que no sean comparables. La violencia ejercida desde las estructuras y el poder del Estado no está en el mismo nivel de la violencia de grupos particulares".
  • Inmigración: Sobre el desafío migratorio, el Papa reitera que lo ideal sería que en los países de origen hubiera las posibilidad efectiva de vivir y crecer en dignidad, pero mientras no haya avances en este sentido reclama dar respuestas sobre todo a los que escapan de graves crisis humanitarias. Entre otras cosas, urge a incrementar y simplificar la concesión de visados, abrir corredores humanitarios para los más vulnerables, ofrecer un alojamiento adecuado, garantizar la seguridad y el acceso a los servicios básicos, el acceso equitativo a la justicia, la posibilidad de abrir cuentas bancarias y la garantía de lo básico para la subsistencia vital, la libertad de movimiento y la posibilidad de trabajar, una educación regular para los menores o proteger la libertad religiosa. Todo ello abandonando el uso de la palabra minorías, que cree que “trae consigo las semillas de sentirse aislado inferior”.
  • ONU: Francisco apuesta por "la maduración de instituciones internacionales más fuertes y eficazmente organizadas, con autoridades designadas equitativamente por acuerdo entre los gobiernos nacionales, y dotadas de poder para sancionar". En esta línea, añade, "es necesaria una reforma tanto de la Organización de las Naciones Unidas como de la arquitectura económica y financiera internacional", con un rediseño del Consejo de Seguridad que evite los vetos que "deslegitiman" su trabajo.

 

Fuentes: ReligionDigital.org // La Vanguardia // Diario.es // CNN