Los habitantes del Río Sonora denuncian la contaminación de las aguas: "Nos están dejando morir"

Según un nuevo estudio, aún persisten altos niveles de arsénico y plomo en aguas para el consumo ubicadas en las poblaciones aledañas al Río Sonora (México), tras el derrame de metales pesados realizado por Grupo México en 2014. Este hecho fue catalogado como uno de los mayores desastres medioambientales del país. Mientras, la empresa culpable rechaza que la contaminación por arsénico y plomo esté relacionada con la actividad minera que dicho grupo realiza en la zona. Además, afirma que lo encontrado se debe a que, por la geología de la zona, el agua del Río Sonora "contiene ancestralmente metales pesados".

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Captura de pantalla del documental "Las consecuencias del derrame en el río Sonora", de Plumas Atómicas.
Los habitantes del Río Sonora denuncian la contaminación de las aguas: "Nos están dejando morir"

En 2014, la minera Buena Vista del Cobre, ubicada en Cananea y perteneciente a Grupo México, derramó 40.000 metros cúbicos de sulfato de cobre acidulado en los ríos Bacanuchi y Sonora, afectando a 22.878 habitantes y provocando una de las peores catástrofes ambientales que ha conocido México.

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Ubicación aproximada del Río Sonora y zonas afectadas por el derrame de químicos peligrosos por parte de la minera Buenavista del Cobre de Grupo México. Fuente: Luisalvaz-Wikipedia.

 

En 2015, las autoridades mexicanas multaron a Grupo México con un monto cercano a 1.4 millones de dólares, que, según algunas fuentes, representó apenas el 0.09% de las ganancias que obtuvo la compañía el mismo año que provocó la catástrofe ambiental. Sin embargo, la empresa no cumplió con los compromisos que asumió como parte de la remediación de los daños.

En diciembre de 2019, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a "tomar cartas en el asunto", después de que funcionarios federales reconocieran que las medidas adoptadas por Grupo México como parte de las sanciones impuesta por el vertido eran "letra muerta".

Hasta la fecha, según afirman ciertas fuentes, el Gobierno Federal no ha implementado medidas concretas para remediar los altos niveles de contaminantes vertidos en el sistema de aguas de la región. Mientras, los habitantes de la región siguen denunciando la presencia de metales pesados en las aguas y siguen sufriendo las consecuencias de la catástrofe.    

[Para más información sobre la tragedia, consultad los siguientes enlaces 1,2,3,4,5,6,7]

Altos niveles de arsénico y plomo en los municipios del Río Sonora: vuelven a saltar las alarmas   

La Comisión Federal para la Protección contra los Riesgos Sanitarios (Cofepris) reconoció el 26 de noviembre, a través de una carta enviada a los Comités de Cuenca Río Sonora (CCRS), que tras nuevos muestreos realizados en 2020 el agua de consumo en los siete municipios del Río Sonora "sigue contaminada masivamente con metales pesados, principalmente arsénico y plomo", y que "representan un riesgo para la salud de la población".

Desde los Comités de Cuenca Río Sonora (CCRS) denuncian que, "a pesar de la evidencia", ni la Cofepris ni las demás organizaciones responsables, como la Comisión Estatal de Protección Contra los Riesgos Sanitarios del Estado de Sonora (Coeprisson), la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y las autoridades de los siete municipios (Banámichi, Arizpe, Huépac, San Felipe de Jesús, Aconchi, Baviacora y Ures), han desarrollado acciones "para alertar a la población" y "menos para dar una solución inmediata" a esta emergencia sanitaria.

Con fecha del 11 de noviembre de 2020 y firmada por José Alonso Novelo Baeza, la carta de la Cofepris se efectuó en respuesta a una enviada por los CCRS a Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud Federal, en la cual pedían "respuestas consistentes y sin más demoras ante las evidencias de pozos contaminados" que salieron a la luz en 2019.

Concretamente, la carta de la Cofepris habla sobre los nuevos muestreos efectuados en 2020, con "resultados alarmantes" sobre la contaminación del agua en la región. De acuerdo con el muestreo efectuado en marzo de este año, "el 98.28% de los 59 pozos y domicilios particulares estudiados rebasa los límites de arsénico y el 35.42% excede los de plomo", según la Norma Oficial Mexicana (NOM). Mientras, el muestreo del pasado julio, de 69 muestras entre pozos y domicilios particulares, arroja que "el 89.85% y el 57.81% del total excede las cantidades permitidas por la NOM de arsénico y plomo, respectivamente".

Si tomamos en cuenta los resultados del muestreo de agosto de 2019, en el que el 89.28% de los pozos rebasaba la NOM por concentración de arsénico y el 64.28% de plomo, tenemos un panorama desolador en el que el agua de uso y consumo humano está permanente y masivamente contaminada en la región - Fernanda Hopenhaym, codirectora ejecutiva de la organización PODER

Ante los nuevos datos, los habitantes de la región exigen a los tres niveles de Gobierno tomar medidas para evitar el envenenamiento de varias comunidades. "Mientras hacen planes y nuevos muestreos, mientras se lavan las manos entre instituciones, se nos va la vida. El Gobierno nos está dejando morir envenenados", afirma José Manuel López, habitante de San José de Baviácora, una de las localidades afectadas.

En un sentido similar se pronunció Ramon Miranda, integrante de los Comités de Cuenca del Río Sonora y habitante de la localidad de Aconchi: "¿Que tiene que pasar para que las autoridades hagan algo? Ahí están los datos, desde hace más de un año, desde hace seis años, tras el cochinero que dejó Grupo México, y ahora los datos nuevos que vienen a decirnos lo que ya sabemos: el agua que tomamos nos está envenenando y las autoridades no hacen nada concreto para evitarlo. La indiferencia de los tres niveles de Gobierno es la que nos va a matar".

Desde los Comités de Cuenca exigimos soluciones inmediatas. Que las autoridades federales y de Sonora hagan la parte que les corresponda y dejen de pasarse la bolita, que reubiquen los pozos y que instalen plantas potabilizadoras, siempre y cuando filtren metales pesados, tengan mantenimiento y funcionen adecuadamente. Y lo repetimos: que todo esto se haga con la participación de las personas afectadas. Nunca más un plan o una agenda sin nosotros - Francisca Garcia, habitante de La Estancia (Aconchi).

Desde los CCRS subrayan también el hecho de que los CCRS y PODER, a través de solicitudes de acceso a la información, "ya habían pedido a la Cofepris los datos de nuevos muestreos realizados en 2020", y las autoridades de la misma Comisión "negaron tener información al respecto".

El Grupo México responde

Grupo México rechazó que la contaminación por arsénico y plomo que fue identificada en pozos y en el Río Sonora por la Cofepris esté relacionada con la actividad minera que dicho grupo empresarial realiza en la zona, "pues todos los metales contenidos en la solución acidulada de cobre que se derramó en 2014 fueron recuperados en su totalidad durante los meses posteriores al evento".

Al respecto, la compañía emitió un comunicado en el que afirmó que "carece de todo fundamento relacionar a Grupo México con los resultados de las monitorizaciones de la calidad del agua referidos en el mencionado oficio de la Cofepris". Además, aseguró que lo encontrado por Cofepris se debe a que, por la geología de la zona, el agua del Río Sonora "contiene ancestralmente metales pesados".

De acuerdo con geólogos y especialistas, la mineralización del Río Sonora se inició hace al menos 12 millones de años y las aguas de lluvia que recibe de las montañas acarrean partículas de roca con minerales - Grupo México

Asimismo, afirmó que "las campañas de desinformación que por largo tiempo se han promovido sobre este tema en las redes sociales, por grupos con fines que no son transparentes, distorsionan los hechos, mienten y pretender confundir a la opinión pública y manipular a la población de la zona".  

El arsénico y el plomo: dos elementos tóxicos y muy perjudiciales para la salud

El arsénico es un elemento natural presente en la corteza terrestre, ampliamente distribuido en el medio ambiente. Está presente en el aire, el agua y la tierra. Sin embargo, en su forma inorgánica es muy tóxico.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los primeros síntomas de la "exposición prolongada a altos niveles de arsénico inorgánico" se observan generalmente en la piel e incluyen "cambios de pigmentación, lesiones cutáneas y durezas y callosidades en las palmas de las manos y en las plantas de los pies". "Estos efectos se producen tras una exposición mínima de aproximadamente cinco años y pueden ser precursores del cáncer de piel", subraya.

Además del cáncer de piel, la OMS afirma que "la exposición prologada" también puede "causar cáncer de vejiga y de pulmón". Al respecto, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) ha clasificado el arsénico y los compuestos del arsénico como cancerígenos para el ser humano, incluyendo el que se presenta en el agua.

En lo referente a los demás efectos perjudiciales para la salud que se pueden asociar a la ingesta prolongada de arsénico, la OMS menciona los siguientes: problemas relacionados con el desarrollo, neurotoxicidad, diabetes y enfermedades pulmonares y cardiovasculares. En particular, los infartos de miocardio inducidos por el arsénico pueden suponer "una importante causa de aumento de la mortalidad". El arsénico también se asocia, según la OMS, a "desenlaces adversos del embarazo y mortalidad infantil".

En el caso del plomo, hay que subrayar el hecho de que es un metal tóxico presente de forma natural en la corteza terrestre. Según la OMS, una vez dentro del cuerpo, el plomo se distribuye hasta alcanzar el cerebro, el hígado, los riñones y los huesos, y se deposita en dientes y huesos, "donde se va acumulando con el paso del tiempo".

La OMS subraya que las personas de corta edad son "especialmente vulnerables" a los efectos tóxicos del plomo, que "puede tener consecuencias graves y permanentes en su salud, afectando en particular al desarrollo del cerebro y del sistema nervioso".

Además, la Organización afirma que se ha comprobado que "en niveles de exposición más débiles sin síntomas evidentes" el plomo puede provocar "alteraciones muy diversas en varios sistemas del organismo humano".

En las personas de corta edad puede afectar, en particular, "al desarrollo del cerebro, lo que a su vez entraña una reducción del cociente intelectual, cambios de comportamiento, por ejemplo, disminución de la capacidad de concentración y aumento de las conductas antisociales, y un menor rendimiento escolar", menciona.

La exposición al plomo también puede causar, según la OMS, anemia, hipertensión, disfunción renal, inmunotoxicidad y toxicidad reproductiva. "Se cree que los efectos neurológicos y conductuales asociados al plomo son irreversibles", subraya.  

Por otro lado, el plomo también causa "daños duraderos" en los adultos, por ejemplo "aumentando el riesgo de hipertensión arterial y de lesiones cutáneas". En el caso de las embarazadas, la OMS afirma que la exposición a concentraciones elevadas de plomo puede ser causa de aborto natural, muerte fetal, parto prematuro y bajo peso al nacer, y provocar malformaciones leves en el feto.