La muerte del periodismo: caso práctico (V)

En nuestro especial sobre la deriva del periodismo os traemos un caso especialmente despreciable. Tras el asesinato cruel y a sangre fría de un hombre negro por parte de un policía norteamericano (y que ha encendido la mecha de las protestas en EE.UU), la Voz de Galicia decidía dedicar un reportaje para explicar que la policía norteamericana no es racista, sino que son los afroamericanos lo que cometen muchos delitos, lo que provoca que "sus interacciones con la policía, a veces letales, sean más frecuentes". 
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La muerte del periodismo: caso práctico (V)

Ya os hemos comentado en otras ocasiones la preocupante deriva periodística de los medios de (des)información estatales. Hoy os traemos el caso de un periódico al que los gallegos hace tiempo que le cambiaron el nombre, pasando de ser "La Voz de Galicia" a "La Coz de Malicia". Últimamente también gana peso la versión "La Vox de Galicia". Sea como sea, la manipulación mediática para favorecer a ciertos sectores de la sociedad de este periódico viene de lejos. En este caso la línea editorial tiene una clara orientación hacia la derecha (donde se sitúa exactamente, que ya lo considere cada uno), sirviendo de altavoz de los intereses de aquellos que ponen dinero para que el medio pueda funcionar, puesto que si fuera por las ventas de ejemplares o la publicidad, hace tiempo que hubieran parado las rotativas. En este caso los que más aportan para que La Voz de Galicia pueda seguir moldeando mentalidades son los bancos BBVA y Abanca, y la propia Xunta de Galicia, de quien recibe anualmente millones de euros a través de convenios de publicidad y acuerdos con distintas consellerías.

De este modo, es habitual que este medio ofrezca dádivas en versión escrita al gobierno de Alberto Núñez Feijóo, o apasionantes notas de ofrenda a los intereses económicos de sus dueños. El caso que analizamos hoy se escapa un poco de estos dos habituales ejercicios periodísticos, y se sitúa directamente en la institucionalización del racismo. Este es el reportaje en cuestión, y esta su forma de compartirlo en redes sociales:

VoxGalicia

Un argumento típico de supremacistas blancos y radicales de extrema derecha para justificar el racismo institucional, en este caso de Estados Unidos. Se utilizan ciertas estadísticas, descontextualizadas y desnaturalizadas, para defender unas conclusiones preconcebidas. Todo lo contrario a lo que debería ser el periodismo.

El autor intenta responder a la pregunta de si la policía norteamericana es racista solo en base a un medidor. No tiene en cuenta otros factores que diferencian a blancos y negros en el país, como puede ser el salario medio, el acceso a servicios esenciales, el número de víctimas de brutalidad policial que eran inocentes, de menores juzgados como adultos, de posibilidades de ascenso social, de penas por el mismo delito, de acusaciones falsas o encubrimientos que incluyen a un ficticio criminal negro, etc... No, todo esto le da igual al "periodista". Da igual que el país sufra un inhumano racismo institucionalizado (denunciado por múltiples organizaciones de Derechos Humanos) desde casi su fundación, debido a múltiples causas sociales y económicas.  Da todo igual, lo único que importa es que "los afroamericanos son solo el 12% de la población, pero cometen más de la mitad de homicidios y robos". 

Respecto a la redacción, podría hacerle explotar el cerebro a más de uno. El uso del término "afroamericano" ya es racista en sí. Pero lo que realmente llama la atención es que los negros en EEUU como George Floyd no son asesinados por la policía, sino que mueren porque "sus interacciones con la policía, a veces letales, son más frecuentes". Quizá en otro momento esta bazofia racista pasara más desapercibida. Sin embargo, escribir esto después de un cruel y despiadado asesinato por parte de la policía a una persona simplemente por su color de piel, resulta deleznable, y un claro ejemplo de la muerte del periodismo en muchas redacciones. 

Desde el mismo momento de su publicación, los usuarios de las redes sociales comenzaron a mostrar su absoluto rechazo, y denunciaron en masa el tuit. Finalmente, La Voz se ha visto obligada a retirar su coz de malicia de Twitter.