Los microplásticos, las pequeñas piezas de plástico que poco a poco van destruyendo nuestro planeta, han sido protagonistas de varias noticias relacionadas, como es lógico, con temas medioambientales. Es por eso que ha sido elegida por la prestigiosa Fundación del Español Urgente (promovida por la Agencia Efe y BBVA) como el término más relevante e influyente del año.

Esta palabra designa a pequeños fragmentos de plástico de menos de 5 milímetros que se han convertido en una de las principales amenazas medioambientales del planeta, de manera especialmente relevante para los océanos. En octubre, Greenpeace y la Universidad Nacional de Incheon publicaron un informe que concluía que el 90 por ciento de las marcas de sal, analizadas por los investigadores de dicho estudio, contenía pequeños fragmento de plástico.

Su presencia en la arena de las playas, en los organismos de los animales, en la sal marina que consumimos y hasta en el agua que bebemos ha hecho saltar las alarmas y ha obligado a poner en marcha medidas para reducir el consumo de los plásticos de un solo uso, responsables en buena parte del problema.

"Creemos que esa selección muestra de algún modo el perfil de un año en el que, además de las grandes cuestiones políticas y económicas, todos estamos volviendo nuestra mirada a otros asuntos de enorme trascendencia que a veces quedan eclipsados por otros grandes titulares en los medios de comunicación”, explicó el director general de la fundación, Joaquín Muller.

Antes de dar a conocer la decisión definitiva, la Fundación publicó una lista de las doce palabras finalistas en la que, además de la ganadora, estaban "descabonizar", "hibridar", "mena", "los nadie" "micromachismo", "VAR", "sobreturismo", "procrastinar", "arancel", "dataísmo" y "nacionalpopulismo".

Se trata de la sexta ocasión en que la entidad elige la palabra del año. En años anteriores escogieron "escrache" en 2013, "selfi" en 2014, "refugiado" en 2015, "populismo" en 2016 y "aporofobia" en 2017.