MH-17: la versión rusa

Este 17 de julio se cumplen cinco años desde el trágico accidente del Boeing-777 de Malaysia Airlines en el espacio aéreo del Donbass, la zona del conflicto armado en Ucrania. Existen diferentes versiones de lo ocurrido, mientras que la comunidad global espera los resultados definitivos de la instrucción del Equipo conjunto de investigación, o JIT. En el reportaje anterior os presentamos la versión del proyecto de periodismo investigativo Bellingcat, que en grandes rasgos coincide con la línea trazada por el JIT y apoya la idea de que el misil que derribó el avión había sido lanzado del lanzamisiles Buk M1 de procedencia rusa y que la operación fue llevada a cabo por milicianos prorrusos. Este material esta vez da a conocer la versión de Rusia, bien documentada, pero bastante diferente a lo expuesto por el JIT.

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MH-17: la versión rusa

Desde la formación del  Equipo conjunto de investigación, compuesto por representantes de los Países Bajos, Bélgica, Australia, Ucrania y Malasia, Rusia se opuso fuertemente al derecho de participar en la instrucción que se le había concedido a Ucrania, ya que sus autoridades podían (y, según la versión rusa, eran) la parte interesada. Rusia refutó toda evidencia que proporcionó la Inteligencia ucraniana al JIT alegando su falsedad y negó todas las acusaciones que el JIT ha presentado hasta ahora contra los ciudadanos rusos supuestamente implicados en las acciones previas y posteriores al derribo del MH17. El representante oficial del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa declaró que ningún tipo de armamento de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, incluido el sistema Buk M1, cruzó la frontera entre Rusia y Ucrania.  

Buk Snizhne

Oficiales rusos siempre han mantenido la opinión de que Ucrania fue responsable por el accidente. El mismo día del derribo del MH17, el 17 de julio de 2014, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó en una reunión que “la tragedia no habría ocurrido si hubiera paz en este territorio, <...> y los combates no se hubieran reanudado en el sureste de Ucrania. Por supuesto, el estado en cuyo territorio esto ocurrió es responsable de la terrible tragedia ".

Lo haremos todo, por lo menos todo lo que dependa de nosotros, para que el cuadro objetivo se haga público tanto para nuestra sociedad, como para Ucrania y el mundo entero - Vladimir Putin

El Ministerio de Defensa de Rusia anunció el día siguiente al derribo que el 17 de julio los servicios rusos de control radiotécnico registraron la actividad del radar ucraniano Kúpol (“Cúpula”) del sistema Buk-M1 estacionado cerca del municipio Styla (a 30 kilómetros al sur de Donetsk). Las características técnicas del complejo Buk-M1 permiten el intercambio de información sobre objetivos aéreos entre los sistemas de un grupo militar. “Por lo tanto, el lanzamiento de los misiles también podría llevarse a cabo desde todos los sistemas lanzamisiles estacionados en la localidad de Avdiivka (a 8 kilómetros al norte de Donetsk) o Gruzsko-Zoryanskoe ( 25 kilómetros al este de Donetsk) ”, anunció el portavoz del Ministerio.

sistemas de radiodetección

En mayo de 2018, el JIT publicó fotografías de fragmentos de la boquilla y el cuerpo del misil encontrado en el área de la catástrofe y que posiblemente pertenece al misil que derribó el vuelo MH17.

El 17 de septiembre del mismo año, el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, en un acto sin precedentes, desclasificó los datos secretos del archivo que pertenece al fabricante de los misiles especificados en el informe JIT. 

Boquilla motor JIT

En los restos del misil encontrados en el lugar de la tragedia el JIT consiguió establecer su número de cola. Este número está compuesto por el número del motor y el de la boquilla, que corresponden a los números únicos de los pasaportes expedidos para ambos elementos tras la fabricación y ensamblados en el misil modelo 9M38 el 24 de diciembre de 1986 en  la empresa de investigaciones científicas y producción en el pueblo Dolgoprudny.

Los oficiales expusieron ante los periodistas los pasaportes y los libros de registro de tránsito del misil, hasta ese momento de carácter secreto, que corroboran que el número de serie de la producción y el número de cola del misil encontrado por el JIT pertenecen al mismo artículo, el misil 886847379, diseñado para el sistema de misiles Buk. 

En las imágenes los números del motor y la boquilla están marcados en rojo

El libro de registro de tránsito del misil muestra el trayecto que este recorrió a finales de diciembre de 1986 desde el pueblo Dolgoprudny en la óblast (región) de Moscú hasta la unidad militar 20152 en la óblast de Ternópol en la entonces República Soviética de Ucrania.  El nombre oficial de la unidad militar es la brigada de misiles antiaéreos 223 que actualmente se disloca en el municipio Stry formando parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania y cuyas unidades de combate participaron en las operaciones militares de Kiev en el Donbass. Los veteranos de la fábrica de Dolgoprudny confirmaron el  traslado del misil a Ucrania a base de su documentación; los expertos establecieron la autenticidad de los registros expuestos. Según ya se había comunicado a las autoridades neerlandesas, el misil nunca ha vuelto al territorio ruso.  

En la misma rueda de prensa los portavoces del Ministerio de Defensa alegaron que los vídeos que había difundido el equipo conjunto de investigación estaban falsificados. Los materiales, donde aparece un camión de plataforma baja llevando el Buk M1 que lanzaría el susodicho misil,  supuestamente indican que la brigada 53 de defensa antiaérea de Kursk asistió en el traslado del sistema de misiles Buk M1 al territorio del Donbass.

 Los expertos rusos, tras un meticuloso análisis del vídeo, revelaron una serie de incongruencias que no dejan lugar a dudas sobre el uso de unas técnicas de pegado de diferentes imágenes en una sola. 

Así, las imágenes de las carreteras en las que no aparece el camión con Buk cumplen la ley de perspectiva lineal, mientras que las que contienen imágenes del vehículo la rompen. Es un indicio directo de que la imagen ha sido pegada.

incumplimiento perspectiva lineal

Otra evidencia de que la imagen del Buk ha sido montada es que en el vídeo la luz solar ilumina no sólo las partes que debe alumbrar desde el ángulo en el que está, sino que otros elementos del camión que deberían permanecer a la sombra.

La baja resolución de la imagen del Buk independiente de su proximidad a la cámara muestra que esta ha sido exportada desde otra grabación de peor resolución en comparación con las imágenes del camión y otros detalles de la carretera.

Otros cuadros fueron hechos como una secuencia de imágenes animadas porque en ellos el único objeto que se mueve es el camión; las hojas de los árboles permanecen inmóviles, lo que sería imposible por el flujo de aire que crea el movimiento de un objeto pesado.

Según la versión del JIT,  Buk M1 bajó del camión en Snizhne para trasladarse por sus calles de forma autónoma. El sistema de misiles está diseñada de tal forma que se traslada marchando atrás y, al no tener retrovisores, necesita la presencia de un guardia de tráfico que le enseñe las maniobras. Además, Buk M1 puede girar su plataforma superior a 180 grados para moverse hacia adelante, pero en este caso su aspecto cambia y no corresponde a las imágenes proporcionados por el JIT. 

Alumbramiento BUK

Estas y otras pruebas indican que Buk M1 fue grabado en imágenes estáticas que posteriormente fueron recopiladas y pegadas para crear la ilusión óptica de un vídeo. El portavoz del Ministerio de Defensa, Igor Konashénkov, afirmó que Ucrania está involucrada no solo en el accidente aéreo en sí, sino también en la manipulación de la investigación internacional. 

Para justificar sus palabras, el portavoz puso a disposición de los periodistas la grabación de una conversación telefónica interceptada. En el fragmento elegido para la rueda de prensa,  original y sin cortes de palabras malsonantes, suena una voz que insiste en que hay que instruir bien a los soldados porque si no se les prepara bien, acabarán “echando a perder otro Boeing de Malasia”. 

Ruslan Grinchak

Konashénkov alegó que se trataba de una conversación que tuvo lugar en 2016 en la óblast de Odessa (Ucrania) durante la preparación de una unidad de especialistas radiotécnicos de las FFAA de Ucrania para las maniobras “Rubezh-2016” en el momento de ajuste de la estación de radiodetección Malajít. El análisis permite identificar la voz del interlocutor, Ruslán Grinchak, coronel de las Fuerzas Armadas de Ucrania. En julio de 2014 encabezaba la 164 brigada de Defensa antiaérea; sus subordinados se dislocaban en diferentes regiones de Ucrania, entre ellas, en las óblasts de Donetsk y Lugansk donde se había desencadenado el conflicto armado con los milicianos prorrusos. 

Las fuerzas de Grinchak controlaban el espacio aéreo en el sureste de Ucrania. La ruta del MH17 atravesaba las zonas vigiladas por las estaciones de radiodetección de la brigada 164, con lo cual Grinchak evidentemente estuvo al tanto de la situación en los aires del Donbass, así como de los objetivos y resultados del funcionamiento de las unidades de misiles antiaéreos ucranianas. Las palabras del coronel de que existe una probabilidad de derribar otro Boeing confirma su conocimiento de las circunstancias de la tragedia del 17 de julio de 2014 e indica directamente la implicación del ejército ucraniano en el accidente. 

Konashénkov subrayó que los datos recibidos por las estaciones de radiodetección ucranianas nunca fueron publicados ni entregados al JIT. Asimismo, Ucrania no presentó información sobre la ubicación de sus sistemas Buk en el día del derribo, no explicó  la actividad elevada de sus radares Kúpol ni tampoco publicó las conversaciones de los controladores aéreos. 

Los portavoces del Ministerio de Defensa reiteraron sus dudas sobre la justeza de la participación de Ucrania en la investigación  como un miembro de pleno derecho del JIT.

Los oficiales rusos no son los únicos quienes echan de menos los datos de los controladores aéreos en Ucrania. Yan Nóvikov, director general del consorcio paraestatal Almaz-Antey que produce los sistemas Buk, lamentó la falta de las conversaciones de los controladores cuya publicación “ayudaría considerablemente a los investigadores”. 

Al ser una entidad supuestamente implicada en el escándalo Almaz Antey fue incluida en las listas de compañías sancionadas por el Consejo de la Unión Europea por “la desestabilización de la situación en Ucrania”.  Los altos mandos del consorcio no se quedaron con los brazos cruzados y para recurrir contra las sanciones emprendieron su propia investigación del accidente. 

En junio de 2015 el asesor del diseñador principal del consorcio, Mijaíl Malyshevsky, explicó en detalle en qué, según los expertos, el JIT acertó y en qué falló en su teoría del misil ruso. 

Según afirma Almaz-Antey, el MH17 realmente fue derribado por el misil Buk 9M38, ya que el deterioro del fuselaje del Boeing accidentado corresponde al efecto que producen los elementos destructivos de la ojiva de este tipo. "Los elementos destructivos de la ojiva atravesaron el avión de la cabina de pilotos a la cola, pero no por fuera, sino por el interior", dijo Malyshevsky.  

Sin embargo, la investigación de los expertos de Almaz Antey estableció que el JIT se había equivocado en suponer que el lugar de lanzamiento fue Snizhne. El ángulo máximo de la colisión fue de 20 grados, mientras que un misil lanzado de Snizhne habría colisionado con el avión casi de frente. El misil antiaéreo que derribó el avión se movió con la intersección de su trayectoria, que ocurre "solo cuando se dispara desde un lado". "El análisis muestra que el misil solo pudo haber sido lanzado desde un punto al sur del municipio Zaróshchenskoye, controlado por las fuerzas de Kiev", dijo Malyshevsky. 

Además, los expertos refutaron la versión de que la milicia de Donetsk podría haber derribado el avión. 

En octubre de 2015 Almaz-Antey presentó los resultados de la segunda simulación de la catástrofe (la primera se había efectuado en julio de ese año). En el marco del experimento, los misiles 9N314M fueron lanzados desde la zona de la localidad Snizhne contra un avión IL-86 fuera de servicio. 

 Los resultados mostraron que de haber salido de Snizhne el misil no podría deteriorar la parte izquierda del avión, tal y como queda evidente en los restos del fuselaje. "En el segundo experimento, se simularon las condiciones en las que el misil alcanzaría el objetivo desde Snizhne. También se puede ver que ni un solo fragmento, ni un solo rastro van al ala izquierda o al motor izquierdo", dijo Malyshevsky.

"Hoy podemos decir definitivamente que si Boeing fue derribado por  Buk, fue batido por un misil 9M38 del pueblo Zaróshchenskoye", agregó el asesor del diseñador principal.

La simulación reveló otro detalle fundamental: Boeing fue derribado por un misil antiaéreo 9M38, que no se ha fabricado en Rusia desde 1986 y fue dado de baja por las Fuerzas Armadas rusas en 2011.

Almaz Antey

"Hemos comprobado que el misil antiaéreo que derribó  Boeing en el cielo sobre Ucrania solo podría haber sido el misil Buk 9M38 lanzado desde el área de Zaroschenskoye. El último misil de este tipo fue producido en la Unión Soviética en 1986", dijo el director general de Almaz Antey, Yan Nóvikov.

La vida segura de estos misiles, teniendo en cuenta todas las renovaciones, sería de 25 años, después de lo cual ellos fueron retirados del servicio por el ejército ruso, agregó el director del consorcio.

Nóvikov destacó que la posibilidad de que Boeing fuera derribado con un misil 9M38M1 más moderno está descartada, ya que este tipo de municiones deja en el fuselaje unas roturas que no se encontraron en el avión de Malasian Airlines.

rueda de prensa 2015 Defensa

"Los últimos dos experimentos mostraron que si Boeing fuera derribado por el más moderno 9M38M1, el avión tendría una gran cantidad de roturas características en forma de mariposa, porque de 7.000 fragmentos destructivos uno de cada cuatro es un elemento en forma de doble T con mayor energía cinética", dijo el director general de Almaz Antey.

La información proporcionada tanto por el Ministerio de Defensa ruso como por el consorcio fabricante de los misiles Buk es convincente. La falta de numerosos datos por parte de los militares y servicios aéreos ucranianos parecen sumar aún más puntos a favor de la versión rusa. Ahora bien, el factor clave en la revelación del enigma del Boeing 777 es que la visión del JIT no esté sesgada, algo que se verá en el juicio del Tribunal Internacional en La Haya en marzo de 2020.