Los hombres también se someten a tratamientos de fertilidad

Los hombres también se someten a tratamientos de fertilidad
Cuando hablamos de tratamientos de fertilidad nos viene a la cabeza la imagen de una mujer que tiene que ser tratada para que pueda quedarse embarazada. Pero cuando una pareja tiene dificultades para tener hijos puede que el problema tenga su origen en el hombre y no en la mujer y en estos casos los que también necesitan ponerse bajo tratamiento son ellos. Menopausia precoz, lesiones en las trompas de falópio, anomalías uterinas y ováricas, estrés, la elevada edad para concebir o trastornos de la sexualidad son algunas de las causas que se achacan a la infertilidad femenina, pero ¿y en los hombres?, ¿qué hace que ellos sean infértiles?   Causas de infertilidad masculina Según un estudio llevado a cabo por dos profesores del Departamento de Andrología de la Clínica El Ávila en Caracas, Venezuela, “las causas de la infertilidad masculina pueden ser genéticas, infeccionas, urológicas, traumáticas, como consecuencia de otras enfermedades o por disfunciones sexuales”. Pero los factores ambientales y la dieta también son los causantes de que cada vez los hombres sean más infértiles. En cifras y según un informe internacional sobre las tendencias de la calidad del esperma, en el año 2017 un 15% de los hombres eran infértiles y casi en la mitad de los casos se desconocían las causas. Desde 1970 hasta 2010 la calidad seminal ha disminuido a un ritmo del 2% anual, es decir, el semen de los hombres occidentales es peor que hace 40 años. En ese periodo de tiempo se ha pasado de una concentración de 99 millones de espermatozoides por milímetro a 47, 1 y aunque estos datos son a nivel mundial, en España la tendencia es muy similar. El año pasado se presentaron los resultados de una investigación llevada a cabo en 60 centros de reproducción asistida, sobre las diferencias de calidad del semen dependiendo de la región en la que se vive y en Galicia se obtuvo un buen dato, ya que solo un 8,5% de los jóvenes tenía una concentración de espermatozoides inferior a los que se establecen en la Organización Mundial de la Salud (15 millones por cada ml de eyaculado). Si nos vamos a las regiones dónde más jóvenes poseen un a concentración de espermatozoides inferiores a los stándar, tenemos que hablar de Cataluña y Comunidad Valenciana, donde la cifra se eleva hasta casi el 23% de la población juvenil masculina. El semen de los hombres occidentales es peor que hace 40 años. FUENTE: SAUL HM   Tratamientos de fertilidad en hombres Aunque los datos de estos estudios pintan muy negro el futuro de la concepción convencional, lo cierto es que hasta el momento no se ha registrado un descenso notable en la tasa de concepción natural. Lo que si hay que destacar es que, aunque la tasa de embarazos naturales no ha disminuido, si que ha aumentado el uso de tratamientos de fertilidad. Tradicionalmente han sido más las mujeres que se sometía a estas terapias, pero el hecho de que haya aumentado un 9% el riesgo de que los hombres precisen también de algún cuidado, ha hecho que cada vez sean más las clínicas especializadas en ofrecer soluciones para ellos . Cada vez son más las clínicas especializadas en ofrecer soluciones a los problemas de infertilidad masculina. FUENTE: HERNEY Lo que en la actualidad se hace es intentar corregir los posibles problemas que causan la infertilidad masculina. Si la mujer es fértil, pero las dificultades provienen del hombre, lo que se hace es buscar el origen del problema e intentar solucionarlo con tratamientos como la cirugía (en casos de conductos obstruidos o para obtener los espermatozoides directamente de los testículos). Si el foco del problema es una infección o cuando hay dificultades en las relaciones sexuales se intenta curar con antibióticos y medicamentos. Si la infertilidad se produce por niveles altos o bajos de ciertas hormonas, se pueden administrar tratamientos hormonales. Por último y tal vez el caso más conocido, es el de la tecnología de reproducción asistida, es decir, a través de una eyaculación normal, elegir aquellos espermatozoides que son óptimos para que la reproducción sea un éxito e introducirlos de manera in vitro en el tracto genital femenino. Lo que hay que tener claro a la hora de hablar de las patologías de infertilidad en los hombres es que la calidad del esperma no se puede recuperar en los laboratorios, es decir, los espermatozoides no pueden mejorar con ningún tratamiento, aunque algunos estudios apuntan a la actividad física como terapia para mejorar la calidad del semen. Por el momento esto no ha sido probado científicamente y algunos como el director del laboratorio de Andrología del IVI Bilbao, Fernando Quintana, apuntan que “se desconoce el grado de actividad física ideal aconsejable para mejorar la calidad seminal”. Por eso en algunos casos los problemas de infertilidad masculina no pueden tratarse y por eso se ofrece a la pareja la utilización del esperma de un donante como posible solución.   Mitos sobre la infertilidad masculina Ya hemos dicho que la calidad de los espermatozoides es muy difícil de recuperar aunque muchos apunten al ejercicio como posible solución. Desde siempre se ha escuchado también que el tabaco influye en la movilidad de los espermatozoides y aunque hay más estudios sobre el tema, lo cierto es que tampoco se sabe con total certeza. El estrés o la ingesta de carnes rojas también son señaladas como causas de infertilidad masculina, pero la casi inexistencia de investigaciones hace que los expertos solo hagan recomendaciones muy genéricas al respecto. Otro de los asuntos que preocupa mucho a la hora de hablar de fertilidad es el de la edad. Parece que en las mujeres si que hay mayor dificultad para concebir cuanto más mayor se es, pero en el caso del hombre no importa tanto. En un estudio sobre infertilidad y tratamientos de inseminación encargado por la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología, se llegó a la conclusión de que la edad del hombre no influía a la hora de registrar reproducciones in vitro exitósas o abortos espontáneos. Aún así con la información genética que se tiene hoy en día se puede decir que el ADN se fragmenta más en los hombres a partir de los 45/50 años, lo que puede asociarse a la aparición de algunas enferedades, pero no supone ningún riesgo para los niños que se conciben con padres de avanzada edad, como si que ocurre en el caso de las mujeres, que a partir de cierta edad la calidad de sus óvulos decae y consecuentemente supone mayor riesgo de problemas genéticos en el futuro bebé. En la sociedad actual se busca la igualdad entre hombres y mujeres y parece que el tema de la fertilidad va por el mismo camino. Hace muchos años se creía que cuando una pareja no podía tener hijos era culpa de la mujer y hasta no hace mucho tiempo se ha pensado (tal vez por desconocimiento sobre el tema) que eran ellas las que llevaban todo el peso cuando se hablaba de tratamientos de fertilidad. Pero no, si el que tiene el problema es el hombre, es él quien tiene que someterse a la terapia, y la mujer solo tendrá que preocuparse de crear vida en su interior.