Kurdos atemorizados ante la amenaza turca

Kurdos atemorizados ante la amenaza turca
El pasado 12 de diciembre las fuerzas armadas de Turquía empezaron las maniobras previas a una operación militar en la ciudad siria de Manbij. Durante el día numerosos vehículos militares fueron trasladados a la orilla oriental del Éufrates en el marco de la preparación a la operación. El ejército turco comenzó a eliminar las barreras que pudieran impedir el movimiento potencial de vehículos blindados en la frontera con la Federación Democrática del Norte de Siria, o Rojava, incluso frente a Tell Abyad, donde se encuentran las bases estadounidenses. Ese mismo día el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó a Estados Unidos de haber engañado a Turquía para llevar a cabo el acuerdo de Manbij y no haber "desarmado a los terroristas kurdos". De ser así, Turquía lidiaría con este problema, afirmó el líder turco. Esta no es la primera vez que Erdogan acusa a Trump de no haber cumplido  sus promesas. Las fuentes próximas a la administración turca afirman que los principales objetivos serán Tell Abyad y la capital de la provincia Hasaka. Entre los mensajes que recorren la red acerca de las fechas potenciales de inicio de la operaciones, el plazo más mencionado es el próximo viernes, 21 de diciembre. El Pentágono declaró el 13 de diciembre que los planes de atacar a los kurdos de Rojava son inaceptables y que una operación militar turca en las áreas de despliegue de las fuerzas estadounidenses es un motivo grave de preocupación. Plano de invasión potencial El alto comando de las fuerzas kurdas condenó los planes de Erdogan para atacar a Rojava, llamó a la movilización, anunció su disposición a "luchar por la victoria" y pidió a la comunidad mundial y a Estados Unidos que condenaran las acciones agresivas de Erdogan. Además, los jefes de las Unidades de Protección Popular de Siria (YPG) exigieron que Damasco condenara los planes de Erdogan, quien quiere apoderarse del territorio sirio. Es una petición remarcable, ya que las Unidades YPG también se oponen al gobierno oficial sirio. Los civiles salieron masivamente  a las calles de las ciudades de Rojava protestando contra los planes de Erdogan y exigiendo a la "comunidad mundial" detener "la enésima agresión turca". Manifestación de civiles en Ayn al-Arab En las horas sucesivas, del 13 al 15 de diciembre, la aviación turca efectuó una serie de ataques aéreos contra objetos relacionados con el el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), mientras que las fuerzas especiales turcas realizaron redadas en las regiones montañosas de Sinjar, en el norte de Irak . Según los turcos, "40 militantes del PKK fueron neutralizados", se destruyeron más de 60 escondites de armas y otras infraestructuras militares. El gobierno anunció que Turquía tenía como objetivo bloquear el tránsito de armas de Erbil a Siria subrayando que las operaciones en Irak contra el PKK son la primera etapa de una gran operación en el norte de Siria. Turquía continuará realizando estas operaciones en paralelo con las acciones contra YPG en Afrin y la próxima operación en el norte de Siria. En su discurso oficial el 15 de diciembre Erdogan declaró Erdogan dijo sin rodeos que "Turquía enterrará a los militantes kurdos en esas trincheras que excavan a lo largo de la frontera". Ibrahim Kalin, portavoz oficial del gobierno turco El portavoz de Erdogan Ibrahim Kalin dijo que en la próxima operación en el norte de Siria, Turquía coordinará sus acciones con Rusia y Estados Unidos para evitar malentendidos relacionados con posibles choques militares en ambos lados. La coordinación con Rusia obviamente afectará el área de Tal Rifat, y la coordinación con Estados Unidos estará relacionada con el área de Manbij y los territorios al este del Éufrates. Según Kalin, Turquía no permitirá el uso del territorio del norte de Siria como una base para apoyar el PKK con armas que EEUU suministra a la región. Es un territorio donde, según los turcos, operan estructuras político-militares relacionadas con el PKK, la organización que Turquía considera terrorista. Erdogan en su conversación telefónica con Donald Trump comunicó que Turquía actuaría de la manera más decisiva posible en la lucha contra el terrorismo kurdo. El comando de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) acusó a Damasco de una postura totalmente pasiva ante la amenaza eminente ante la invasión de Rojava y la frontera norte de Siria. Las SDF expresaron su voluntad de continuar las negociaciones con Assad con el fin de buscar una solución conjunta. Los kurdos de la YPG propusieron, como una posible vía de consenso, de traspasar el dominio de la frontera a las fuerzas de Assad, que podrían actuar como un amortiguador entre los turcos y los kurdos. La situación actual recuerda a la semana anterior al inicio de la Operación Rama de Olivo: mientras Turquía preparaba los medios de información, diplomáticos y militares para la operación en el norte de Siria, los kurdos intentaban desesperadamente evitar la invasión turca maniobrando entre Estados Unidos y la coalición ruso-iraní. En el caso de que operación se lleve al cabo, es poco probable que los kurdos puedan contar con condiciones aceptables para participar en la formación del nuevo estado sirio después de la guerra.