Israel inunda premeditadamente las zonas de cultivo de Gaza

El estado sionista de Israel continúa con su limpieza étnica en los Territorios Palestinos Ocupados. Esta misma semana ha abierto una serie de depósitos de agua de lluvia que construyó con la intención de retener el agua y evitar que los cultivos de la franja de Gaza prosperen. Una vez llenos, los ha abierto de golpe y sin previo aviso, inundando tierras agrícolas, granjas lecheras y colmenas al este del barrio de Shejaiya en la ciudad de Gaza

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Israel inunda premeditadamente las zonas de cultivo de Gaza

Las autoridades de ocupación israelíes abrieron depósitos de agua y canalizaron aguas residuales hacia tierras de cultivo palestinas en la frontera oriental de la Franja de Gaza, tal y como ha asegurado este domingo el Ministerio de Agricultura de Gaza. Adham al-Basyouni, portavoz del ministerio, dijo en un comunicado a la Agencia Anadolu que las aguas residuales israelíes han inundado tierras agrícolas, granjas lecheras y colmenas al este del barrio de Shejaiya en la ciudad de Gaza.

Este acto por parte de las autoridades israelís (que se produce cada año sin previo aviso) ha dañado los cultivos, destruido los colmenares y ha provocado la erosión del suelo y la muerte de vacas y ovejas, lo que ha resultado en grandes pérdidas para los agricultores. Una táctica de desgaste que se suma a muchas otras que las autoridades israelís llevan a cabo en los Territorios Palestinos Ocupados con la intención de que sus habitantes abandonen sus hogares. 

Hacer la vida imposible

El bloqueo terrestre, aéreo y marítimo que impone Israel en Gaza desde 2007 ha generado según la ONU un "colapso social" que podría exacerbar la inestabilidad en la región.

En el año y medio que llevo allí ya he podido ver un cambio de humor en la gente hacia la depresión. No hay perspectivas, con un 53 por ciento de personas desempleadas (...) Gaza no es una crisis humanitaria producida por un tsunami, un terremoto o una guerra, sino que es resultado del fracaso político a la hora de buscar una solución a 12 años de bloqueo - Matthias Schmale, responsable de Naciones Unidas para los refugiados gazatíes

Según Schmale, alrededor de 1,3 millones de personas en Gaza (de los 2 millones que habitan en la Franja) viven bajo el umbral de pobreza y dependen directamente de ayuda alimentaria de UNRWA y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). El representante de UNRWA añadió que la mala situación económica y social está produciendo un aumento del consumo de drogas, la prostitución y los suicidios en Gaza.

Guerra herbicida

Por si fuera poco el inhumano bloqueo terrestre, aéreo y marítimo que ahoga a los habitantes de la franja de Gaza, las autoridades israelís no dejan de buscar nuevas fórmulas para acabar con la vida en Gaza. Una de ellas es la "guerra herbicida" que tiene la finalidad de arrasar los cultivos, tal y como asegura una investigación que señala fumigaciones ordenadas por el Ejército y que afectan al enclave palestino.

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El Ejército israelí ha ordenado en los últimos 5 años 30 fumigaciones aéreas con agentes herbicidas, con la excusa de mantener despejada de vegetación la divisoria territorial. Sin embargo esta investigación asegura que los cultivos han sufrido “daños incontrolables” en un radio de al menos 300 metros dentro del enclave palestino. Las concentraciones de productos químicos tóxicos superan los niveles permitidos por la Unión Europea, y uno de los pesticidas utilizados contiene glifostato, sospechoso de ser cancerígeno según la Organización Mundial de la Salud.

Ya en 2015, tres grupos de defensa de los derechos humanos israelíes y palestinos exigieron a las autoridades militares que suspendieran la “peligrosa práctica” de la fumigación aérea de pesticidas. El auditor jurídico del Ejército replicó que los herbicidas solo afectaban a territorio israelí y a la valla y muros de separación de Gaza, con especiales medidas de precaución para minimizar los efectos de los agentes químicos. Según una información publicada por el diario israelí Haaretz, los herbicidas han afectado a 1.400 hectáreas de pastos y campos cultivables en los últimos cinco años.