Desde finales del siglo XV hasta finales del siglo XVIII, una ola de persecución se extendió por toda Europa. Decenas de miles de personas fueron ejecutadas por brujería.

Los juicios de brujas fueron más comunes en Europa Central, Alemania, Francia, Suiza y lo que hoy es Bélgica. Los juicios de brujas fueron algo menos comunes en Escocia, Escandinavia y Polonia. Las ejecuciones por brujería fueron mucho menos comunes en Inglaterra, Rusia y el sur de Europa (Italia, España y Portugal). Hungría escapó de los juicios y ejecuciones de brujas hasta principios del siglo XVIII. (Los húngaros no creían en la brujería, pero los austriacos impusieron juicios en su tierra).

Además, la frecuencia de los juicios de brujas varía con el tiempo. En Europa occidental, las primeras cacerías de brujas (en las que un gran número de personas fueron juzgadas y condenadas) se llevaron a cabo en Francia y Alemania en el siglo XV. En el siglo XVI, la manía de las brujas se extendió a Inglaterra y Escocia. (Tanto el parlamento inglés como el escocés aprobaron leyes contra la brujería en 1563). En Europa occidental, los juicios de brujas alcanzaron su punto máximo a fines del siglo XVI y principios del XVII y luego declinaron.

Fuente: Local histories