¿Cómo influyen las migraciones en la economía europea?

Todavía existen muchos mitos sobre como afectan las migraciones a los países receptores a nivel económico. Una de las leyendas urbanas más extendidas, es que los inmigrantes se llevan gran parte de las ayudas ¿Cuánto tiene de cierto esta afirmación? Para intentar dar un poco de luz a este tema vamos a analizar las cifras y datos sobre migraciones y ver, sobre todo en el caso del Estado español, si los inmigrantes tienen más derechos o no y en qué situaciones salen más beneficiados.
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¿Cómo influyen las migraciones en la economía europea?

Parece que ha pasado poco tiempo desde que se pronunciara por primera vez y de manera oficial la palabra crisis. Un término que ha marcado fuertemente las economías y las sociedades de muchos países, pero que poco a poco hemos dejado atrás y cuyo momento más duro pasó hace ya más de 10 años. Esto lo notamos en muchas cosas, pero sobre todo lo vemos en las preocupaciones de la gente, que ahora vuelven a ser muy parecidas a las que se tenían en 2006.

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El paro sigue siendo una de las temáticas que más preocupa, seguido de la política, la corrupción y el fraude, pero la preocupación por la inmigración ha vuelto a crecer de manera considerable en el último año. Volvemos otra vez a mirar a los que vienen de otros países como una fuente de problemas, sin darnos cuenta de que, como aseguran desde la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE),  las migraciones generalmente tienen un impacto económico bastante positivo.

"Los migrantes no constituyen una carga para las economías de los países de destino.  Su impacto sobre los mercados laborales, el crecimiento económico y las finanzas públicas con frecuencia es positivo aunque relativamente limitado", informe conjunto de la OIT y la OCDE .

Analizando los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en junio de 2018 un 3,5% de los españoles consideraba la inmigración como el principal problema del país, mientras que un año más tarde esa cifra se sitúa en el 11,3%. “Vienen a quitarnos el trabajo”, “a ellos se les dan todas las ayudas”, “les dan un piso porque son inmigrantes”, son algunas de las frases que circulan como bulos y medias verdades en la sociedad española, muchas de ellas calculadamente infiltradas en la opinión pública a través de partidos y organizaciones de extrema derecha. Todas ellas aumentan la desconfianza entre la población y provocan que de nuevo la inmigración se vea como una amenaza o un problema. Aún así, según datos del 2017, se calcula que seis de cada diez españoles piensan que la inmigración produce un impacto positivo en el país y mas del 78% opina que los inmigrantes ayudan a cubrir puestos de trabajo para los que casi no hay candidatos españoles. Entonces, ¿quién está en lo cierto?, ¿la inmigración es buena para los países o los inmigrantes solo vienen a quitarnos el trabajo y las ayudas?

Idomeni_4-copia-1024x682Foto: Juan Teixeira

LAS CIFRAS EUROPEAS DE LA INMIGRACIÓN

La red Cáritas ha publicado recientemente los resultados de una investigación en su Serie Common Home  y en ella se han estudiado las realidades nacionales de 11 países para mostrar los vínculos existentes entre la migración, la economía, la cultura y la política. El objetivo de la serie es ofrecer un debate equilibrado sobre si las cuestiones que hemos planteado anteriormente tienen una base sólida y para ello se han basado en evidencias claras sobre las barreras y oportunidades que tienen los inmigrantes en cada uno de los países analizados. Algunas de las conclusiones obtenidas han sido estas:

*En Bulgaria, el número de emigrantes es 8.6 veces mayor que el número de inmigrantes.

*El número de residentes extranjeros en Italia coincide con el número de italianos que viven en el extranjero.

*En Austria, los migrantes contribuyen considerablemente más al sistema social que lo que reciben en términos de beneficios sociales en efectivo.

*Los migrantes en Alemania también son contribuyentes netos al sistema de seguridad social y de bienestar social del país, y el trabajo migratorio está llenando una brecha importante, compensando el envejecimiento de la población local.

*Los migrantes que viven en los Países Bajos han enviado remesas a sus países de origen por un valor tres veces mayor que la Ayuda Oficial para el Desarrollo.

*Muchos migrantes asumen un importante papel político en sus países de origen, como lo demuestran, por ejemplo, los migrantes en Portugal, en particular los de Cabo Verde y Brasil.


Centrándonos en el caso del Estado español y según el último registro del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la actualidad hay 2.545.729 personas con nacionalidad española que residen en el extranjero y cerca del doble de extranjeros que residen en España (más de 4,8 millones). Esta cifra de inmigrantes es la más alta desde el año 2013, pero según el órgano oficial, este número ha hecho que la población del país mediterráneo haya crecido considerablemente.

“El crecimiento poblacional de España se debió al crecimiento de la población de nacionalidad extranjera, ya que la de nacionalidad española se redujo”, INE.

Idomeni_3-copia-1024x682Foto: Juan Teixeira


AYUDAS E INMIGRACIÓN

Si nos basamos en la Ley de Extranjería sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, cuando un ciudadano proveniente de otro país obtiene la residencia legal en el Estado español, pasa a tener las mismas condiciones para acceder a las prestaciones de la Seguridad Social y a las ayudas que los españoles. Además, en la actualidad no existe ningún tipo de prestación o ayuda social destinada exclusivamente a las personas extranjeras por el simple hecho de serlo, sino que pueden optar a las mismas que cualquier ciudadano de nacionalidad española. Lo que en muchas ocasiones ocurre, es que la situación familiar, personal y económica en la que se encuentran algunos extranjeros es de exclusión social y los ingresos que reciben son tan escasos que les permite ser receptores de esas ayudas. En España más de 8,6 millones de personas estaban a principios de 2018 en riesgo de pobreza y exclusión social como se muestra en el informe “Un empleo contra la exclusión” elaborado por la Fundación Adecco. Esta cifra equivale al 28,4% de la población española entre 16 y 64 años ya sean extranjeros (residentes legales) o no. Por lo tanto, todas esas personas podrán optar a las prestaciones que les permiten mantener unos ingresos mínimos. Datos más concretos los podemos comprobar con el índice AROPE, un indicador que mide la pobreza y la exclusión social y que muestra que la mayor parte de las personas que están en esta situación de vulnerabilidad social, son mayoritariamente españoles y solo un 16,4% son extranjeros.

“Si bien es cierto que las tasas AROPE entre la población extranjera son muy elevadas, la proposición inversa no lo es: no es verdad que muchas personas en AROPE (situación de pobreza y exclusión social) sean extranjeras. En realidad, el 83,6 % de todas las personas en AROPE es de nacionalidad española y sólo el 16,4 % es extranjera, el 3,1 % proveniente de la UE y el 11,4 % del resto del mundo”, informe AROPE.

Cuando se habla de inmigración, otra de las frases más escuchadas es la de que “los inmigrantes se llevan todas las ayudas para la vivienda”, pero si nos basamos en lo establecido en la Ley de Extranjería, las personas que proceden de otros países, siempre y cuando tengan permiso de residencia de larga duración, tienen los mismos derechos para acceder a las ayudas de vivienda que las personas que viven en España.

“Los extranjeros residentes tienen derecho a acceder a los sistemas públicos de ayudas en materia de vivienda en los términos que establezcan las leyes y las Administraciones competentes. En todo caso, los extranjeros residentes de larga duración tienen derecho a dichas ayudas en las mismas condiciones que los españoles”, Ley de Extranjería.

Esta es una normativa general, pero después cada territorio la adapta como mejor le convenga. Es cierto que en algunos municipios puede haber viviendas sociales ocupadas por inmigrantes, pero como todas las personas que tienen derecho a ese tipo de alojamientos, los extranjeros que optan a ellas es porque cumplen los requisitos necesarios y normalmente es porque están en riesgo de exclusión social.

Idomeni_10-copia-1024x682Foto: Juan Teixeira


BENEFICIOS DE LA INMIGRACIÓN

Aunque los datos dejan claro que no existen ayudas destinadas específicamente para los inmigrantes, todavía hay muchos mitos que crean rechazo social sobre ellos. Una de las últimas encuestas sociales europeas sobre inmigración muestra como en algunos países como Bélgica, casi la mitad de su población (44%), piensa que la inmigración afecta de manera negativa a la economía. Pero según el informe Common Home de Cáritas, que los migrantes roban el trabajo a la gente de los países a los que van es un mito muy alejado de la realidad.

“En primer lugar, este pensamiento no toma en cuenta el efecto de la inmigración en la demanda de trabajadores, ni que, como consumidores, los migrantes crean demanda de bienes y servicios en el país de destino y, por lo tanto, también de mano de obra, lo que conduce a la creación de empleos”, Jean-Michel Lafleur coautor del informe Common Home sobre Bélgica.

El informe también refleja que en muchas ocasiones las personas más formadas son las que generalmente se desplazan a otros países en busca de nuevas oportunidades laborales y eso es un dato muy bueno, ya que la economía de esos territorios se ve beneficiada de la formación y conocimientos de esas personas.

Otra de las afirmaciones más polémicas cuando se habla de inmigración, es la de que “los inmigrantes colapsan los sistemas sanitarios”. Si nos centramos en el caso de España y según los datos de la Encuesta Nacional de Salud del año 2017 elaborada por el INE, los extranjeros acuden menos al médico que los españoles y en el caso de las urgencias lo hacen en una proporción similar, sobre todo porque en muchas ocasiones, esta es la única manera que tienen los inmigrantes irregulares para poder ser atendidos en el ámbito de la salud. Aunque pueda parecer que este colectivo influye negativamente en el sector de la sanidad, lo cierto es que los inmigrantes que son residentes legales, contribuyen positivamente a la economía del país, porque tienen que pagar los mismos impuestos que todos los ciudadanos españoles, y esto ayuda a mantener el sistema sanitario y de pensiones entre otras muchas otras cosas.

En cuanto al tema del trabajo, nos vamos a centrar en las conclusiones obtenidas en el informe elaborado por la OCDE y la OIT, que concluyen que el impacto económico general de la migración es mínimo, sobre todo porque los trabajos a los que opta este colectivo son generalmente empleos de baja calidad que "nadie quiere". Además apuntan que las migraciones son muy positivas para los países, pero que no se aprovechan del todo las oportunidades que ofrecen los extranjeros y por eso las sociedades miran a los que vienen de fuera con desconfianza.

“Hemos observado que el impacto limitado de los migrantes puede deberse a que gran parte de los países no han aprovechado suficientemente las competencias y experiencia que los migrantes pueden aportar. Las políticas públicas pueden desempeñar un papel crucial para mejorar la contribución de los migrantes al desarrollo de los países de destino”, Masamichi Kono, Secretario General Adjunto de la OCDE.

¿A qué tienen derecho los inmigrantes ilegales?

La compañía Newtral, encargada entre muchas otras cosas de luchar contra las Fake News, ha elaborado un artículo escrito por Miriam Ruiz en el que se habla de varios datos sobre inmigración y se desmienten muchos de las falsas informaciones, mitos y creencias que circulan sobre este colectivo. En concreto también habla de los inmigrantes irregulares y las cuestiones que sobre ellos surgen en muchos lugares, como por ejemplo si tienen derecho a la sanidad pública y a prestaciones sociales. La respuesta es que sí, que los inmigrantes irregulares sí que tienen derecho a los servicios y prestaciones básicas de atención social primaria como la sanidad, la educación y el acceso a algunas ayudas básicas. Por ejemplo, los inmigrantes irregulares pueden empadronarse en algunos municipios, dependiendo de la legislación a la que se acoja cada región y en algunos lugares podrán optar a ayudas básicas como becas para comedores o material escolar. En general las personas que están en situación ilegal reciben ayudas pero de organizaciones sociales como Cruz Roja o Cáritas y la realidad es que la mayoría de los inmigrantes ilegales deciden rechazar este tipo de apoyo porque saben que solicitar una ayuda o empadronarse en un determinado municipio les deja expuestos ante las autoridades y al estar en situación ilegal, pueden ser repatriados a sus países de origen.
En algunas comunidades autónomas existen también las denominadas “rentas mínimas de inserción”, a las que se pueden acoger todas las personas siempre y cuando tengan residencia legal en esas determinadas comunidades. Aunque si que es verdad, que en algunos lugares como en la Comunidad Valenciana, no se pide como requisito estar en situación regular para poder acceder a esas ayudas, pero si que se pide un documento identificativo y en la mayoría de los casos, los inmigrantes irregulares carecen de ellos. En el País Vasco tampoco se pide estar en situación regulada para acceder a la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), pero si que se solicitan otros requisitos como el estar empadronado durante al menos tres años y no tener recursos suficientes para afrontar los gastos.

Pero hay que dejar claro que este tipo de ayudas y prestaciones no están destinadas solo a los inmigrantes, sino que toda la población puede beneficiarse de ellas siempre y cuando se cumplan los requisitos. La diferencia es que algunas comunidades son más permisivas y no ponen tantas condiciones para que se puedan beneficiar todo tipo de personas, estén o no en situación regular.

Idomeni_12-copia-1024x682Foto: Juan Teixeira

Como conclusiones generales podemos citar lo que dice el informe de Cáritas Common House, que asegura que para que los países de acogida puedan sacar partida de todos los beneficios que trae la inmigración, lo idóneo sería plantear marcos legales más asequibles que permitieran facilitar los movimientos de población entre países de una manera legal y controlada, pero sobre todo plantear políticas para acabar con la discriminación y apoyar la integración de todas aquellas personas que llegan de fuera. También podemos nombrar a Rafael L. Bardají, que en un artículo publicado en Expansión, apunta a que la inmigración es necesaria pero siempre y cuando no se produzca de manera descontrolada.

“La inmigración es y va a seguir siendo necesaria, pero de forma limitada, selectiva y siempre que responda a las necesidades reales del país receptor. Lo contrario, la llegada descontrolada de cientos de miles o de millones de inmigrantes no solo no va a resolver nuestras estrecheces económicas y los planes de pensiones, sino que va a agudizar los problemas del estado de bienestar, a erosionar la cohesión y, finalmente, a complicar la paz social”, Rafael L. Bardají.
 

Por todo esto, nuestra conclusión es que las migraciones de población son necesarias siempre y cuando se hagan de una forma más o menos controlada y legal. Que los inmigrantes tienen acceso a las mismas ayudas que cualquier otro ciudadano y que solo aquellos que están en situación de exclusión social o sin papeles reciben prestaciones básicas para poder tener una vida un poco digna (las mismas prestaciones que pueden recibir todas las personas en situación de vulnerabilidad estén o no en situación regular). Pero sobre todo está claro, que la llegada de personas de otros países hace que en mayor o menor medida el consumo aumente, que por lo tanto se necesiten más puestos de trabajo para cubrir sus necesidades y que consecuentemente la economía de un país se beneficie de las aportaciones económicas que hacen, ya sea a través de impuestos o de su consumo.