Las mejores frases de Malcolm X en el 95 aniversario de su nacimiento

El 19 de mayo de 1925 nacía en Omaha (EE.UU) uno de los líderes negros más recordados y míticos de la historia de Estados Unidos: El-Hajj Malik El-Shabazz, más conocido como Malcolm X. Tras una infancia rodeada de sufrimiento (su padre fue asesinado por asistir a manifestaciones en defensa de los trabajadores y su madre ingresó a un psiquiátrico), Malcolm X logró convertirse en uno de los más brillantes líderes por los derechos de los afroamericanos y las libertades civiles. A excepción de su autobiografía, Malcolm X no dejó escritos. Su filosofía se conoce casi en su totalidad debido a la multitud de discursos y entrevistas que dio desde 1952 hasta su muerte en 1965. Muchos de los discursos, especialmente desde el último año de su vida, se grabaron y fueron publicados. Os dejamos con una recopilación de algunas de sus frases más recordadas. 

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Las mejores frases de Malcolm X en el 95 aniversario de su nacimiento
  • No puedes separar la paz de la libertad, porque nadie puede estar en paz, a no ser que tenga su libertad.
  • La Educación es el pasaporte hacia el futuro, el mañana pertenece a aquellos que se preparan para él en el día de hoy.
  • Si no estás preparado para morir por ella, saca la palabra libertad de tu vocabulario.
  • No puedes tener capitalismo sin racismo.
  • Si no estáis prevenidos ante los medios de comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido.
  • Si no defiendes algo, morirás por nada.
  • Creo en los derechos humanos para todos, y ninguno de nosotros está calificado para juzgar a los demás y ninguno de nosotros debería por tanto tener esa autoridad.
  • No hay nada mejor que la adversidad. Cada derrota, cada angustia, cada pérdida, contienen su propia semilla, su propia lección sobre cómo mejorar tu rendimiento la próxima vez.
  • Esto no quiere decir que yo defiendo la violencia, pero al mismo tiempo, no estoy en contra de usar la violencia en defensa propia. Yo no lo llamo violencia cuando es en defensa propia, lo llamo inteligencia.
  • Estados Unidos tiene un problema muy serio. No sólo América tiene un problema muy serio, sino que nuestro pueblo tiene un problema muy serio. El problema de América somos nosotros. Nosotros somos su problema. La única razón por la que tiene un problema es que no nos quiere aquí.
  • La historia es la memoria de un pueblo, y sin memoria, el hombre se degrada a los animales inferiores.
  • Normalmente, cuando las personas están tristes no hacen nada. Sólo lloran sobre su condición. Pero cuando están enfadadas, provocan el cambio.
  • Nadie puede darte tu libertad. Nadie puede darte tu igualdad o justicia o cualquier otra cosa. Si tú eres un hombre, cógelo.
  • Lo mismo si somos cristianos que si somos musulmanes o nacionalistas o agnósticos o ateos, tenemos que aprender primero a olvidar nuestras diferencias. Si hay diferencias entre nosotros, vamos a tener las metidas en el armario; cuando salgamos a la calle que no haya nada que discutir entre nosotros hasta que no hayamos terminado de discutir con ese hombre blanco.
  • Estoy a favor de la verdad, no importa quién lo dice. Estoy a favor de la justicia, no importa quién está a favor o en contra. Soy un ser humano, en primer lugar, y como tal estoy para quien sea y lo que sea beneficios la humanidad en su conjunto.
  • ¡Yo no creo en ninguna forma de extremismo injustificado! Pero cuando un ser humano está ejerciendo extremismo en defensa de la libertad para los seres humanos no es un vicio, y cuando uno es moderado en la persecución de la justicia para los seres humanos yo digo que él es un pecador.
  • Yo tengo más respeto para un hombre que me permite conocer dónde se encuentra, incluso si está equivocado, que el otro que viene como un ángel pero que resulta ser un demonio.
  • La bisagra que rechina es la que consigue el aceite.
  • Donde quiera que vayáis y sea aquello que hagáis recordad siempre que seguimos siendo hermanos y hermanas, y que siempre tenemos el mismo problema. No despilfarremos el tiempo en condenarnos y combatimos recíprocamente. Ya hemos perdido demasiado en el pasado.