¿Ha muerto la alianza transatlántica? Los europeos se sienten "solos" en el mundo

Coincidiendo con el ascenso de Alemania a la presidencia de la UE, un estudio basado en encuestas muestra que los españoles se sienten "solos y vulnerables" en el mundo, y que no consideran a los EE.UU. como un aliado clave en su lucha contra el Covid-19.     
Las encuestas, realizadas por Datapraxis y YouGov en nueve estados miembros de la UE, también revelan una hostilidad generalizada hacia China, la demanda de unos controles más estrictos en las fronteras exteriores de la UE y escepticismo ante la creación de más instituciones en Bruselas.
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¿Ha muerto la alianza transatlántica? Los europeos se sienten "solos" en el mundo

Un nuevo informe basado en encuestas, publicado por el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) ha concluido que, si bien muchos españoles opinan que la UE no ofreció un liderazgo y apoyo suficientes durante la crisis del coronavirus, el 80% de los ciudadanos considera que la colaboración a nivel europeo es el mejor "vehículo" posible para atajar los principales problemas de política exterior, como el covid-19, especialmente a la vista del aislacionismo de los EE.UU. Sostiene que este sentir proeuropeo que revelan los datos de las encuestas del ECFR será condicional y precisará de un manejo delicado por parte de los líderes europeos y en particular de Alemania, que asume la presidencia de la UE.

El informe, basado en las encuestas de Datapraxis y YouGov en nueve Estados miembros de la UE, brinda un extenso análisis de la política del coronavirus, y también revela una disminución en los apoyos a una alianza transatlántica. Solo el 2% de los europeos y el 1% de los españoles encuestados considera que los EE. UU. ha sido el aliado más "útil" en la lucha contra el covid-19.

Escrito por los investigadores, Susi Dennison y Pawel Zerka, el informe, titulado “Together in trauma: Europeans and the world after covid-19” afirma que Europa está en un estado de "trauma", y que sus ciudadanos se sienten "solos y vulnerables" en su lucha contra el virus. Detecta una insatisfacción generalizada ante los gobiernos nacionales y las deficiencias en las respuestas de la UE. Atribuyen este "trauma" a tres causas principales: la primera es la respuesta individual de los gobiernos nacionales y su inadecuado desempeño; la segunda, la incapacidad crónica de la UE de asumir el liderazgo en problemas internacionales; y la tercera las preocupaciones acerca del nuevo orden mundial en vista de las tormentosas relaciones de la UE con los EE. UU. y la amenaza que constituye China al sistema internacional basado en reglas.

Los principales hallazgos del nuevo informe basado en encuestas de la ECFR comprenden:

  • La confianza en los EE. UU. se ha perdido: Prácticamente en todos los países, los encuestados tendieron a reportar una percepción cada vez más negativa de los EE. UU. Más de dos tercios de los encuestados en países como Dinamarca (71%), Portugal (70%), Francia (68%), Alemania (65%) y España (64%) afirmaron que su percepción de los EE. UU. había empeorado durante la crisis. Esta tendencia se manifestó más marcadamente en Francia y en Alemania, donde el 46% y el 42% de los encuestados (respectivamente) afirmaron que su percepción de los EE. UU. había empeorado "mucho" como resultado de la crisis del coronavirus. Solo en Polonia y en Bulgaria ocurrió que la respuesta dominante fuese "sin cambios" (un 49% y un 56%, respectivamente). La proporción de encuestados que opinó que los EE. UU. habían sido un aliado clave durante la crisis fue minúscula, llegando a un máximo del 6% en Italia. En España, apenas el 1% de los encuestados consideraron que los EE. UU. fuesen el "aliado más útil" en su lucha contra el covid-19.                                          
  • La crisis aumentó la percepción negativa de los europeos hacia China. Más de un 60% en Francia (62%) y en Dinamarca (62%) reportaron un deterioro en su percepción hacia China. En todos los países, unas mayores proporciones reportaron un aumento en la percepción negativa hacia China, excepto Bulgaria, donde la misma cantidad de encuestados (22%) manifestaron una mejora y un empeoramiento de su percepción hacia China. Es interesante hacer notar que en Italia fue donde hubo la mayor proporción de encuestados (un 25%) que opinó que China había sido el aliado más útil en la crisis ─particularmente entre los partidarios del partido Cinco Estrellas (M5S)─, seguramente por su oferta de respiradores y equipamiento de protección personal en las primeras etapas de la pandemia. Entre los españoles, la cifra fue significativamente menor, de un 7%, mientras que el 46% indicó que su percepción de China había "empeorado" durante la crisis.                                                                                         
  • La mayor parte de los encuestados en todos los países manifestaron que su percepción de Rusia seguía igual, seguramente debido que este país mantuvo un bajo perfil durante la crisis. Entre aquellos cuya percepción había cambiado, la mayor parte de las veces fue a peor, especialmente en Dinamarca, Suecia, Alemania y Polonia. Dos excepciones notables fueron Bulgaria (27%) e Italia (23%), donde alrededor de la cuarta parte de la población indicó una mejoría en su percepción de Rusia, superando en número a aquellos con una visión más negativa de este país. Si bien, en términos generales, la mejoría en la percepción hacia Rusia solo ocurrió entre los votantes de extrema derecha, sí estuvo más presente en Italia entre los partidarios del M5S, la Lega y los Hermanos de Italia. En España, el 12% de los encuestados manifestaron tener una "mejor" opinión de la Rusia de Putin como resultado de la crisis. La visión mayoritaria, compartida por casi la mitad de los encuestados (48%) fue que sus opiniones "seguían igual".                                                                                          
  • Hay un apoyo cada vez mayor al combate contra del cambio climático, a pesar de la pandemia actual. Más de un 40% de los encuestados en los Estados miembros, excepto en Dinamarca (22%), Suecia (31%) y Francia (37%), indicaron que su apoyo a la implementación de medidas contra el cambio climático se había incrementado durante la crisis del covid. Los encuestados españoles (60%) y portugueses (58%) tendieron más a afirmar que su apoyo por la implementación de tales medidas había aumentado.                                                    
  • Muchos europeos reportan un incremento en su apoyo a unos controles fronterizos más estrictos desde el inicio de la crisis. Desde el 48% de la población en Dinamarca hasta el 73% en Portugal. Más específicamente, grandes mayorías en Bulgaria (61%) y Portugal (60%) y minorías considerables en Alemania (46%), Dinamarca (48%) y Francia (46%) solicitan unos controles más estrictos en las fronteras externas de la UE.                                              
  • Muchos de los que apoyan el cierre de las fronteras y el devolver el poder a las naciones-estado también reconocen el valor de desarrollar respuestas globales por parte de la UE. Desde un 42% (Suecia e Italia) hasta un 76% (Bulgaria) de los que demandan una respuesta más global por parte de la UE también están a favor de implementar unos controles más estrictos en las fronteras externas.
  • La mayoría de los europeos encuestados no consideran que la UE haya "estado a la altura de sus responsabilidades" durante la pandemia. El 3% de los italianos, 61% de los franceses y el 52% de los españoles no estuvieron de acuerdo con la afirmación de que la UE hubiese estado a la altura. "Irrelevancia" fue el término elegido por muchos (y en algunos casos por la mayoría) encuestados en cada estado miembro para describir la respuesta de la UE. En Francia (58%), España (45%), Alemania (44%) y Bulgaria (50%), aquellos que estuvieron de acuerdo con que la UE había sido irrelevante durante la crisis del coronavirus y que las respuestas nacionales o globales eran más importantes, superaron por un factor de tres a aquellos que no estuvieron de acuerdo (18%, 17%, 15% y 18%, respectivamente). El consenso entre los partidos españoles fue que la UE tuvo un deficiente desempeño. Esta visión fue compartida por la mayoría o la pluralidad de los partidarios de Unidas Podemos (55%), Vox (47%), PP (52%) y PSOE (49%).                                                                                              
  • Sin embargo, existe un gran apoyo a una mayor cooperación en la UE. Cuando se les preguntó si la respuesta europea a la crisis del coronavirus demostró que habría necesidad de más cooperación a nivel europeo o si esto demostraba que la integración en la UE había ido demasiado lejos, la mayoría en todos los países optaron por una mayor cooperación (91% en Portugal, 80% en España, 77% en Italia y 68% en Polonia). Incluso en Estados menos “eurófilos” como Francia (52%), Suecia (51%) y Dinamarca (53%), más de la mitad de los encuestados optaron por la cooperación, y solo alrededor del 20% opinaron lo contrario.                                                                                 
  • Los europeos están divididos en el tema de si las instituciones de la UE les ayudarán con la recuperación económica. Cuando se les preguntó de donde provendría la ayuda durante la recuperación, la mayor proporción de encuestados en Portugal (59%), Polonia (46%), España (41%), Bulgaria (37%) y Francia (28%) eligió a la UE. Sin embargo, este no fue el caso en países del norte (como Alemania, Suecia y Dinamarca), en los que la percepción generalizada fue que la crisis tendría que manejarla cada país por su cuenta. Por ejemplo, algo menos de la mitad de los encuestados en Alemania (48%) expresaron el punto de vista de que "su país solo podía confiar en sí mismo" para su recuperación financiera ante la crisis. En España, igual que en Italia, Bulgaria y Portugal, hay un gran apoyo a la idea de mutualizar el paquete de recuperación económica entre los 27 de la UE. El 63% de los españoles se manifestaron a favor de compartir la carga financiera en una crisis como la del covid-19, con un notable apoyo de los partidarios de Unidas Podemos (72%) y del PP (65%). El 60% de los partidarios de VOX y el 62% de los del PSOE también compartieron este punto de vista.

Mediante la segmentación de las encuestas, los autores del paper (Dennison y Zerka), identifican cuatro grupos que han emergido en Europa después del brote de coronavirus, y examinan los factores comunes entre estos grupos y cómo es posible integrarlos en temas fundamentales, como la política exterior.

El primer grupo, los "Internacionalistas Involucrados", tiene una gran presencia en todos los Estados miembros encuestados. Son aliados naturales de las ambiciones internacionales de la UE y, en muchos casos, son partidarios de los partidos centristas como el Partito Democrático (PD) en Italia, La Republique en Marche (LREM) en Francia y la Coalición Cívica (KO) en Polonia. Por ejemplo, en Italia (donde los "Internacionalistas Involucrados" representan casi un tercio de la población), el apoyo al PD es dos veces mayor dentro de este grupo que en el resto de la población.

El segundo grupo, los "Internacionalistas Críticos de la UE", comparten la visión de una Europa más fuerte y, al igual que los "Internacionalistas Involucrados", apoyan con entusiasmo una mayor solidaridad financiera entre los Estados miembros de la UE, la implementación de compromisos climáticos y los esfuerzos para consolidar la producción de insumos tanto médicos como no médicos dentro del bloque europeo. Sin embargo, no están de acuerdo con la conclusión básica de que esto debería implicar una mayor integración o agrandamiento de la UE. No constituyen un grupo mayoritario de votantes en ningún país, pero si alcanzan una quinta parte del electorado en todos los países. Los votantes del FDP en Alemania tienen una mayor probabilidad de caer en este grupo, así como los de Unidas Podemos en España y los de los Hermanos de Italia, en Italia. También incluyen a muchos votantes de los partidos que tradicionalmente se asocian con la tendencia general.

El tercer grupo de votantes, los "Europeos Desactivados", es numeroso, pero menos dispuesto a pronunciarse abiertamente acerca de los problemas y el papel de Europa en el mundo post-covid. En general, este grupo se opone a la idea de compartir la carga financiera del coronavirus entre los Estados miembros de la UE y también es más dado a querer unos controles fronterizos más estrictos. Sin embargo, tienen una serie de factores en común con los grupos antes mencionados en su apoyo a la vigilancia gubernamental por motivos de salud y en el cumplimiento de sus compromisos climáticos. Representan el grupo más grande de votantes en Bulgaria (31%) y también tienen una presencia significativa en Portugal (23%) y en Italia (22%). También, en muchos casos, son el grupo más diverso a nivel político: en Francia, por ejemplo, este grupo representa una cuarta parte de la población e incluye a votantes de La Republique en Marche, Rassemblement National, Les Republicains y los Verdes, mientras que en Polonia ocurre lo mismo, con votantes del PiS y la Coalición Cívica.

Y el último grupo, los "La Nación Primero", está compuesto principalmente por partidarios de partidos populistas o nacionalistas, como Lega en Italia, PiS en Polonia, Vox en España, SD en Suecia y Rassemeblement National en Francia. Los integrantes de este grupo tienen una menor probabilidad de apoyar al compromiso global, pero sí comparten muchas de las ansiedades de los demás grupos. Por ejemplo, en Alemania, Francia y Dinamarca, un tercio de ellos están interesados en que regrese parte de la producción ─incluso si lo consideran más un asunto de soberanía nacional, más que europea─. Y en todos los demás lugares (excepto en Dinamarca, Suecia y Alemania), un tercio o más estarían dispuestos a apoyar propuestas a favor de una mayor solidaridad financiera en Europa.

Dennison y Zerka hacen notar que, si bien existen grandes divergencias de opinión entre los cuatro grupos, existen oportunidades para lograr acuerdos en asuntos clave. Por ejemplo, incluso en temas políticos complicados como el control fronterizo, existe la posibilidad de crear una amplia coalición para el desarrollo de un mecanismo que permitiera a la UE responder eficazmente ante grandes crisis humanitarias y de salud. Una acción de este tipo reduciría en gran medida la probabilidad de aparición de respuestas lideradas por países específicos, que dividirían al bloque y que se dieron en Europa en respuesta tanto al covid-19 como a la crisis de los inmigrantes de 2015.

En conclusión, los autores reafirman el punto de que "muchos europeos sienten que fueron abandonados durante esta crisis" y que para poder solicitares apoyo para una voz europea fuerte en el escenario mundial, "los líderes políticos tendrán que identificar los puntos en los que haya consenso y crear coaliciones de consenso en torno a ellos". Para lograr resultados positivos y evitar una nueva oleada de euroescepticismo, los líderes de la UE deben dejar de lado sus ambiciones de "más Europa" y enfocarse en identificar y fortalecer los denominadores comunes para la mejora de sus miembros.

Comentando acerca del informe basado en encuestas, Susi Dennison, autora, investigadora senior y directora de programa de Poder Europeo en el ECFR, declaró:

"La crisis de covid-19 ha hecho que el público europeo se dé cuenta de una realidad que los responsables europeos de formulación de políticas exteriores habían sospechado durante cierto tiempo. Los europeos, en última instancia, están solos y son vulnerables. Los europeos han asumido el hecho de que los EE. UU. ya no necesariamente son un aliado para Europa en tiempos de necesidad. Alemania asumirá la presidencia de la UE el mes que viene, y en vista de esto, es posible que este importante cambio en la opinión pública acerca de los EE. UU. obligue a los gobiernos europeos a adoptar una línea más independiente en la reconstrucción del orden internacional después del covid-19".

Pawel Zerka, coautor del informe e investigador de ECFR, agregó:

"Si se maneja con cuidado, el trauma que están sufriendo los europeos podría convertirse en apoyo a una Europa más fuerte en el escenario internacional: para defender valores clave como el estado de derecho, los derechos humanos y la democracia, y asumir el liderazgo mundial en ausencia de los EE. UU."

"Sin embargo, tal como indican nuestras encuestas, hay un delicado equilibrio. Por ejemplo, si bien hay un apoyo paneuropeo hacia la implementación de compromisos para el cambio climático, también hay una desilusión hacia la falta de apoyo de la UE a sus ciudadanos durante la crisis del covid-19 y muy poco apoyo hacia el desempeño de sus instituciones. En general, los votantes europeos no están muy impresionados, pero sí creen que puede haber una oportunidad para que Europa fuese más soberana y proactiva ante futuras crisis".

El informe de Dennison y Zerka, publicado hoy, forma parte de un gran programa por parte del "think-tank" acerca de los deseos de los europeos en el mundo post-covid 19. Las anteriores publicaciones del equipo "Unlock" del ECFR están disponibles en: https://www.ecfr.eu/europeanpower/unlock