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Guerra informativa, ejemplo práctico

Cuando en junio de 2018 Pedro Sánchez intentó poner como director de Seguridad Nacional al ex militar Pedro Baños, supuestamente ocurrió una injerencia en asuntos internos del estado español desde fuera. O al menos eso dan a entender ciertas interpretaciones de unos documentos filtrados en internet. Analizamos el caso para intentar entender mejor cuál es la situación real.
Guerra informativa, ejemplo práctico

Esta injerencia fue supuestamente realizada con ayuda de un grupo (cluster que lo llaman) de expertos y periodistas españoles o ubicados en territorio español. ¿Cómo hemos sabido sobre esta supuesta injerencia? Como siempre, por la mala seguridad informática de este tipo de grupos. Han sido hackeados. Vamos por partes.

El conocido grupo Anonymous ha publicado recientemente una serie de documentos del proyecto “Integrity Initiative”, II de aquí en adelante, un think tank inglés con ramificaciones en otros países. Aquí hay que señalar que dado que es Anonymous no es un grupo homogéneo, no sabemos con toda seguridad quién está detrás y utilizando esta “marca”. Pueden ser activistas antisistema, hackers con cierta ideología política o sin ella, o servicios secretos de algún país, como Rusia, por ejemplo, clara interesada en dicha filtración y ya involucrada en otros casos similares antes. 

Volviendo a II, su lema en inglés es: “La información es la base de la democracia. Sin información, no puede haber un debate informado, y no personas que toman las decisiones informados”. Lo amplían para que no haya dudas: “Somos una red de personas y organizaciones de toda Europa dedicada a revelar y combatir la propaganda y la desinformación. Nuestro objetivo más amplio es también educar sobre cómo detectar la desinformación y verificar las fuentes. Este tipo de trabajo atrae la atención extremadamente hostil y agresiva de los actores de desinformación, como el Kremlin y sus diversos poderes, por lo que esperamos que entiendan que nuestros miembros prefieren permanecer en el anonimato. Sin embargo, los hechos y la información que presentamos están todos en el dominio público, y ustedes pueden investigar por sí mismos. La red está coordinada desde el Reino Unido. No somos un organismo gubernamental, pero sí trabajamos con departamentos y agencias gubernamentales que comparten nuestros objetivos.”

Es decir, son un grupo de expertos de varios países que combate en la guerra informativa contra el estado ruso. Dicen no ser un grupo gubernamental, pero que sí trabajan estrechamente con organismos gubernamentales.  Sobre con quién colabora se puede ver en su web, son varios think tanks de varios países, entre ellos se encuentra el ubicado en Barcelona, CIDOB, y el británico Institute for Statecraft. No dan no nombres concretos de autores colaboradores por seguridad, aunque se puede buscar en su web y ver a quién publican. Hasta aquí lo que conocemos de II, ellos explicado por ellos mismos. Nos podemos hacer además una idea viendo su política editorial, los post que publican. Entre estos materiales nada fuera de lo normal según lo que declaran de sus propias intenciones. Muchos textos que hablan sobre Rusia, su política exterior y el uso que hace de sus medios en la guerra informativa. Muchos de los artículos están firmados por autores que se identifican perfectamente. Queda también claro que estos artículos participan activamente en la guerra informativa y distan mucho de ser objetivos. Propaganda y anti-propaganda.

  • Documentos hackeados

Lo primero queda señalar que la propia II ha reconocido el hackeo, aunque de momento en este comunicado señala que no todos los documentos han podido ser analizados para ver si son todos auténticos o hay entre ellos documentos falsos o modificados.  Como en otros casos los que aparecen en esos documentos los que aparecen en ellos suelen quejarse por este motivo y por la utilización por parte de la prensa de material robado. Comparto la queja de que la información privada es privada y no debe hacerse pública contra voluntad.

Por otro lado, como con el caso de numerosos ******-leaks, una vez filtrada la información, los periodistas podemos y debemos utilizarla si es que es de interés público. Por ello aquí no se van a compartir los materiales hackeados en su totalidad o se va a proporcionar link alguno a ellos, solo pequeños extractos de los mismos, al mismo tiempo se va a hacer referencia a parte de la información que contienen. También se citarán los nombres de varias personas señaladas en los documentos. Los documentos de II hablan de varios países, pero únicamente voy a tratar la temática española y la supuesta trama denominada operación “Moncloa”. De todos modos, II está presente a parte de España, en Alemania, Francia, Italia, Grecia, Holanda, Noruega, Montenegro, Serbia. Están empezando a operar en Estonia, Letonia, Portugal, Suecia, Bélgica, Armenia, Moldavia, Malta, Ucrania, República Checa, EE.UU. y Canada. Buscan gente para entablar contactos en Polonia, Eslovaquia, Rumania, Bulgaria, Georgia, Hungría, Chipre, Austria, Suiza, Turquía, Finlandia, Islandia y Dinamarca. Teóricamente una importante red que además está en expansión.

  • “Operación Moncloa”

Según los documentos, el 7 de junio de 2018, el grupo español afiliado a II llevó a cabo una campaña contra el nombramiento del ex-militar Pedro Baños como director de Seguridad Nacional bajo el gobierno de Pedro Sanchez, llegado al poder tras prosperar la moción de censura contra el PP. La principal figura del grupo español según los papeles es el ex-investigador del think tank CIDOB Nicolás de Pedro, que actualmente es investigador en el Institue for Statecraft.

Presuntamente él, junto al periodista Quique Badia y al director entonces de la oficina madrileña de ECFR Borja Lasheras, participaron como el “equipo español”; Chris Hernon (investigador inglés casado con una ucraniana según dice en su twitter), Simon Bracey-Lane (un activista político norteamericano) y Ben Robinson (experto inglés en desinformación rusa) formaron el “equipo inglés”. A ellos se suman la ucraniana Alina Mosendz (stopfake en castellano) y Jelena Milic (experta serbia marcadamente proOTAN).  Según los papeles, entre todos lanzan una campaña en twitter para “prevenir este nombramiento”.

StopFake publica un post recopilando información sobre el caso. Aparecen un par de artículos en El País y El Mundo poniendo en duda el nombramiento de Baños por sus supuestas simpatías hacia Rusia, aunque no dan demasiados ejemplos de esa simpatía aparte de un par de tuits y opiniones de Baños respecto a Rusia. El mayor éxito son unos cuantos tuits y retuits. Lo más destacado, y así lo señalan el informe sobre sobre la “Operación Moncloa”, es un tuit de Nacho Torreblanca, que consigue “más de 600 retuits”. Varias cuentas de expertos influyentes con varios miles de seguidores, aparentemente que también forman parte de II, hicieron retuit. Torreblanca encabezó la oficina madrileña de del ECFR hasta que la dejó en 2015 o 2016 para hacerse el director de opinión de El País, cargo que ocupó hasta que fue despedido de él precisamente a los pocos días de ese tuit y coincidiendo con los cambios en la dirección del periódico.

En otras palabras, la presunta “Operación Moncloa”, que puede que ocurriera de verdad, o no, no fue nada destacado o de gran calado en la opinión pública. Es posible que  la información llegara al círculo cercano de Pedro Sanchez, pero eso es algo que deberá decir él mismo si se da el caso. Al menos desde la perspectiva actual, “Operación Moncloa” se ve mucho más como una hipérbole que como algo con una repercusión mínima.

De las personas citadas en los documentos, Nicolás de Pedro ha rehusado hacer declaraciones y se ha referido al comunicado de II respecto del hackeo, no deseando añadir nada más. Pedro Baños ha declarado desconocer el caso por completo. Quique Badia (@qbadiamasoni) ha negado cualquier relación con ese grupo, más allá de contactos esporádicos para hacer algún artículo sobre las fuerzas de extrema derecha rusas. Badia no está afiliao al grupo ni ha dado su visto bueno a formar parte de sus listas.  Entre los documentos referidos al grupo español (coordinado según los papeles por N. de Pedro), aunque no involucrados en “Operación Moncloa”, hay varios investigadores, expertos y políticos. Entre ellos el socialista Nacho Sanchez Amor (@NachoSAmor ) del PSOE, quien preguntado por ello ha declarado que no pertenece a ningún think tank británico y nunca ha colaborado con ellos. Es decir, otra persona que ha sido incluida en la lista más bien como potencial, que como componente real, sin dar su visto bueno ni saber nada al respecto.  En resumen tenemos una filtración que habla de una operación, que si tuvo lugar, no fue nada más que unos cuantos tuits y artículos online, con poca repercusión en la opinión pública. Otra cosa es que eso haya influido, algo que, vuelvo a decir, deben declarar los que tomaron la decisión sobre el nombramiento de Baños.

  • Información tangible

Una vez vista y analizada la presunta y paupérrima Moncloa, veamos qué tenemos de información no proporcionada por la filtración. Lo primero es el comunicado de II sobre los documentos filtrados. En él se explica algún detalle que antes omitían en su “sobre nosotros”. Admiten es que la parte de los documentos filtrados dónde detallan los gastos de este año puede ser real. Queda claro que son un proyecto bastante serio con un presupuesto para el vigente año de 1.961.000 libras británicas (Unos 2.214.000 euros). Y ello no se consigue con donaciones privadas, sino con aportación del Ministerio de Relaciones Exteriores británico. Es decir, que es una organización financiada por los británicos que opera con expertos, periodistas y académicos de otros países para promover su propio punto de vista.

Teniendo en cuenta que el CIDOB y Statecraft salen como uno de los colaboradores de II, que Nicolás de Pedro era antes investigador en la CIDOB y ahora lo es en Statecraft, y que hay artículos de él en la web de II, podemos suponer con un alto indice de seguridad que colabora con II. Algo que es totalmente normal, un experto que colabora con un think tank primero, luego con otro. En la web de Statecraft en el perfil de Nicolás de Pedro su perfil define su temática de trabajo como: fortalecimiento de la democracia contra las amenazas híbridas. Una coincidencia casi exacta con la temática de trabajo de II. Sigue siendo algo normal. Precisamente de la incomprensión general de lo que es un think tank nace la equivocación que suele sentir la gente respecto a ellos. Son organizaciones dedicadas a la investigación en ciertas áreas, y a promover ese conocimiento. Su gran diferencia respecto a la investigación académica radica en que un estudio académico busca la verdad, mientras que un think tank intenta promover cierta verdad, cierto discurso. Son organizaciones que se deben a su financiación y al con quién colaboran.  La línea que separa ambas áreas son muy difusas en muchos casos y los investigadores y expertos pueden estar presentes en ambos campos a la vez. Sin embargo, la diferencia existe.

Por ello, muchos think tanks se comportan de manera agresiva contra quiénes contradicen “su discurso”. No es algo ilegal ni mucho menos, pero en muchos casos la vertiente moral es bastante más dudosa. Así en agosto de 2016 saltó a la luz una filtración hecha por lo que parecen ser hackers rusos (DCLeaks) de papeles de la Open Society Foundation, la fundación de George Soros. De dicha filtración se supo que Nicólas de Pedro junto a la experta en el Cáucaso Marta Ter hicieron en 2015 una lista, por la que cobraron dinero, sobre los expertos, periodistas y políticos influyentes en cómo se presentaba el conflicto de Ucrania en España. Casualidad o no, pero Pedro Baños ya estaba en esa lista hecha en marzo de 2015. Los documentos hablaban de promover o dificultar la labor de las personas de la lista según el interés de la fundación Soros en el caso ucraniano. Nada ilegal, pero sí moralmente discutible.

  • Conclusión

El caso de II no vuelve sino a poner en palestra el modus operandi de estos grupos. No hacen nada ilegal, pero no son para nada diferentes del otro bando. Es decir, utilizan los mismos métodos y maneras que ellos mismos dicen combatir. Combaten desinformación con más desinformación, influencias con contra-influencias. Se dedican a hacer muchos artículos sobre los contactos de los rusos con grupos de derechas o izquierdas de países europeos, pero ellos hacen algo similar. Promueven y financian proyectos de guerra informativa, tienen una estrecha coordinación con organismos militares o político-militares, etc. Acusan y le ponen la etiqueta de “pro-Kremlin”, “pro-ruso” o “izquierda radical” a cualquiera que promueva o busque una realidad diferente a la que ellos venden. Y ahí está la clave, ellos venden. Es su negocio. Ganan dinero con ello. Nada personal, solo negocios. Bueno, quizás a veces sea y personal, pero eso ya son casos muy concretos.

No son pocos o no tan pocos como en los papeles de II. Ellos son unos más, pero hay muchas más organizaciones. En España no es difícil hacer un mapa sobre quiénes son esas personas, ya que por casualidad o no, se repiten en filtraciones varias, conferencias, círculos de expertos. Son los mismos que atacan a otros, los acusan de colaborar y servir al extranjero, de decir mentiras, normalmente sin aportar prueba alguna, pero resulta que son ellos mismos quienes hacen lo que denuncian en otros. En los papeles de II salen Borjas Lasheras y Mira Milosevich-Juaristi, investigadora del Real Instituto Elcano. Casualidad o no, pero ellos junto a David Alandete formaron el "equipo" que fue al Reino Unido a hablar ante una comisión del parlamento británico de la supuesta injerencia rusa en el referéndum catalán, dándole mucho material a sus archienemigos de RT. Esa comparecencia dio lugar a numerosas bromas en la red por estar montada de manera un tanto ocasional. Mal informados, Milosevich-Jauristi por ejemplo no sabía bien ni el apellido de la directora de RT, con datos poco concretos de tal injerencia. Otra vez casualidad o no, pero tanto Alandete como Lasheras se fueron de sus puestos al poco tiempo. Y si Alandete se fue despedido de El País, Lasheras avanzó en su carrera profesional, actualmente es asesor en dirección de Seguridad Nacional, que casualidad, para la Moncloa lo fichó el PP y el PSOE lo ha mantenido en su puesto.

En el caso que nos atañe hoy, sí tenemos esas pruebas. Son pruebas conseguidas por un hackeo, como en el caso de Soros, pero que eso no nos distraiga de que a la postre, estos expertos nos venden un discurso, nos hablan de influencia extranjera, agentes de opinión infiltrados entre nosotros, propaganda (aunque me gusta más la terminología de guerra informativa) cuando ellos mismos representan todo eso. Se podría perfectamente aplicar aquello de "se cree el... (aquí que cada uno ponga el adjetivo que quiera) ...que todos son de su condición". En este caso, y por que se ha filtrado, ha sido Baños el objetivo. Se le ha tildado de pro-ruso, hombre del Kremlin, etc. Ponen etiquetas con la misma facilidad con la que protestan si se les pone una a ellos. Todo esto en un ambiente en el que hay a día de hoy infinitamente más influencia de grupos neoliberales entre nosotros que de Rusia, Venezuela o China.

Al mismo tiempo, sigue habiendo mucha más presencia occidental en Rusia, que rusa aquí. Los archifamosos dobles estándares, “nosotros, los buenos, podemos hacer lo que nos de la gana, ellos, los malos, no tienen ningún derecho”. Ni un bando, ni el otro hacen las cosas bien o mal en todo, al menos para los que nos gusta la verdad. Yo denuncié el primero al "controlador aéreo español" en Ucrania. Señalé a las matriculas del distrito militar del Cáucaso norte de las tropas "no identificadas" en Crimea, algo que al día siguiente Carlos Franganillo sacó en los noticiarios de TVE. Pero estoy seguro que más de uno me tildará ahora de "agente del KGB" o "chico de Putin" por señalar a los que nos venden un discurso disfrazándolo de verdad absoluta, y los que atacan de una manera u otra, a los que tienen otro punto de vista. No llamo a linchar o increpar a ninguno de los que salen en los papeles de II. La inmensa mayoría ni sabía que está en sus bases de datos y no ha colaborado con ellos nunca. Otros seguramente sí han colaborado, pero eso es totalmente legítimo, el mundo es así. Otra cuestión es que eso deja tocada seriamente, y solo en mi opinión personal, su credibilidad en ciertos asuntos, pero no quitan que sean expertos de enorme conocimiento en las áreas que tratan. La guerra de la información es así, redes de un bando contra otras redes de otro bando.

Pablo González