¿Está relacionado el temporal Filomena con el cambio climático?

El 2020 cerró como el año más caluroso desde que se tienen registros en Europa. Sin embargo, el 2021 ha comenzado de una forma radicalmente distinta: la borrasca Filomena ha teñido de blanco los campos y las localidades de prácticamente todo el Estado español, con temperaturas mínimas de récord en muchas localidades, llegando hasta los 34º bajo cero. Precisamente uno de los principales efectos del cambio climático es la intensificación de este tipo de fenómenos meteorológicos adversos, por lo que, y a pesar de lo que muchos negacionistas del cambio climático se han apresurado a asegurar, el frío extremo también puede ser una consecuencia del calientamiento global. 

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Imagen de los chorros, Jet 1 y Jet2, a 300 hPa indicando las zonas de salida-izquierda, SI, y entrada derecha, ED. En la zona en recuadro rojo, las corrientes ascendentes quedan reforzadas. Modelo HRES-ECMWF
¿Está relacionado el temporal Filomena con el cambio climático?

Sin duda alguna, el temporal provocado por Filomena se trata de un episodio de meteorología extrema en el Estado español. Ha sido excepcional y de especial relevancia por su intensidad y porque hacía años que no se daba un temporal de esta magnitud en cuanto a extensión de las zonas afectadas y a las cantidades de nieve acumuladas.

Según el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología de España (AEMET) Rubén del Campo, se trata de una de las nevadas “más extensas” de los últimos años a nivel nacional y, en el caso de zonas como Madrid, posiblemente la más copiosa del siglo XXI. Habría que remontarse, según del Campo, a la década de los 80 para encontrar algo similar.

En los primeros días del temporal, la nieve ha llegado a puntos poco habituales como Albacete, el interior de la Región de Murcia, el extremo nororiental de Andalucía, a amplias zonas de Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid, según AEMET.

Se trata de un fenómeno meteorológico que ha dejado en alerta naranja a prácticamente todo el interior del Estado y en alerta roja a las comarcas de Toledo, Cuenca, Albacete y la Comunidad de Madrid.

¿Qué ha ocurrido en el Estado español?

La configuración atmosférica sobre el Estado ha sido la clave para que este temporal haya tenido tantísimo impacto. La borrasca Filomena es una borrasca de origen atlántico. “El sistema asociado a este centro de bajas presiones ya estaba cargado de aire relativamente cálido y muy húmedo antes de llegar a España, por lo que las precipitaciones intensas estaban garantizadas con su presencia”, subrayan desde El Tiempo.

Sin embargo, para saber por qué se han dado nevadas tan fuertes y en cotas tan bajas, y además en zonas donde es muy infrecuente que haya nieve, es necesario analizar lo que ocurrió días atrás en el Estado español.

Desde principios de año, el Estado se encuentra bajo la influencia de una masa de aire muy frío, de origen polar. Este hecho ha provocado que las temperaturas estén por debajo de lo normal incluso teniendo en cuenta que suelen ser los días más fríos del año.

La presencia de este aire frío con temperaturas anómalamente bajas ha sido uno de los ingredientes clave para que el episodio haya dejado un tiempo tan extremo, ya que es necesario que se den temperaturas bajas en las diferentes capas de la atmósfera para que nieve.

Otro de los factores determinantes, a parte del origen de la borrasca, es su trayectoria. Llegó a la península ibérica por el extremo suroeste, situando su centro en esa zona durante el viernes.

“Por la circulación del aire alrededor de las borrascas, al situarse en este punto ha estado insuflando aire húmedo desde el Mediterráneo hacia el centro del país, alimentando así a las nubes para que se generaran mayores cantidades de precipitación en forma de nieve y, por tanto, se dieran espesores más llamativos y fuera de lo normal”, afirman desde El Tiempo.

El origen del frío: el calentamiento de la estratosfera

Una investigación publicada recientemente en el Journal of Geophysical Research: Atmospheres y liderada por científicos de las universidades de Bristol, Exeter y Bath, en Reino Unido, ha señalado el posible origen: un calentamiento repentino de la estratosfera (SSW, Sudden Stratospheric Warming), un fenómeno que predijeron que ocurriría el pasado martes.

La estratosfera es la capa de la atmosfera situada por encima de la troposfera, a 10 kilómetros de altura, y bajo la mesosfera, a 50 kilómetros. De vez en cuando, experimenta estos calentamientos repentinos, que se caracterizan por el aumento de la temperatura de la estratosfera sobre los polos (en cuestión de días) y que normalmente pueden bajar mucho la temperatura de la superficie y llevar a tormentas de nieve a altitudes inferiores. 

En algunas ocasiones, estos fenómenos pueden producir un cambio en las corrientes de chorro, provocando un tiempo especialmente frío en Europa y en el norte de Asia. En 2018 ocurrió lo mismo cuando el anticiclón Hartmut causó perturbaciones que provocaron nevadas y temperaturas extremadamente bajas en Irlanda y Gran Bretaña.

En esta ocasión, los investigadores han analizado un total de 40 de estos calentamientos express de la estratosfera ocurridos en los últimos 60 años, y han efectuado un nuevo método para seguirlos y predecir su resultado.

Han llegado a la conclusión de que cuando estos fenómenos provocan la rotura del vórtice polar en vórtices más pequeños, Siberia y el noroeste de Europa sufren una meteorología inusualmente fría en la mayoría de las ocasiones.

El tiempo excepcionalmente frío que generan esas roturas del vórtice polar son un fuerte recordatorio de cuán rápido puede cambiar el tiempo. Incluso con el cambio climático calentando nuestro planeta, estos eventos seguirán ocurriendo, lo que significa que tendremos que adaptarnos a un rango incluso más extremo de temperaturas – Dann Mitchell, coautor del estudio

Según afirma William Seviour, otro de los coautores, lo más importante de la investigación es que cuantifica la probabilidad de que se produzca un evento de calentamiento repentino de la estratosfera (SSW). Además, afirman los autores del estudio, han averiguado que, “cuando el vórtice polar estratosférico se parte en dos, su impacto sobre la meteorología, con nevadas y temperaturas muy bajas, es más rápido y fuerte”.

¿Filomena está relacionada con el cambio climático?

El cambio climático puede afectar a la frecuencia e intensidad de los episodios de tiempo extremo. Son más frecuentes los episodios donde se presentan temperaturas extremadamente cálidas, pero ¿qué sucede con las grandes nevadas y las olas de frío? ¿cómo es posible que ocurra esto si el planeta se está calentando?

“Cuando decimos que hay calentamiento global nos referimos a que la temperatura media del planeta se está incrementando, algo que ya está sucediendo y seguirá pasando. A su vez, seguirán ocurriendo eventos de temperaturas extremas, tanto cálidas como frías, aunque con una temperatura media más elevada, podrían producirse más eventos cálidos y menos fríos”, afirman desde El Tiempo.

Para saber el  impacto que tiene el cambio climático en la ocurrencia de un evento meteorológico, existen los llamados estudios de atribución. En el caso de Filomena, a día de hoy, se sabe a ciencia cierta que las nevadas de este tipo son muy poco frecuentes.

Según subrayan desde El Tiempo, debido al cambio climático, el periodo de retorno de episodios como este “podría aumentar”, es decir, debido al cambio climático podrían pasar más años hasta que puedan volver a repetirse  situaciones así.

Pese a que los datos meteorológicos de estos días muestren que en el centro del Estado hay más nieve que en otras zonas de Europa como Polonia o Alemania, la tendencia registrada en los últimos años confirma que la temperatura global está en alza. Al respecto, el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) ha revelado que la última década ha sido la más calurosa de Europa desde que hay registros.

En este caso hay que diferenciar clima y tiempo. A mí me gusta decir que el clima es como nuestra personalidad (más robusto en el tiempo) y el tiempo meteorológico el humor, que fluctúa cada día. Porque tengamos una tendencia de calentamiento no implica que no podamos tener situaciones puntuales en las que haya eventos de este tipo. Nada impide, de momento, que tengamos puntualmente episodios importantes de nevadas o inclusos inviernos rigurosos, pero la tendencia general se mantiene de aumento de temperaturas. Lo que cuenta es la tendencia, que apunta al alza en temperaturas, aunque estos días veamos lo contrario – Mar Gómez, doctora en Física y responsable del área de meteorología del El Tiempo