En el año 2007, el peculiar comunicador Jesús Quintero entrevistó en su programa a uno de los periodistas más influyentes en España de las anteriores décadas: José María García. Ya al comienzo, el entrevistado indica que va a hablar al fin sin censuras. Y se desahogó a gusto. Durante 40 interesantísimos minutos, José María García habla de muchos de los entresijos que movían (y mueven) a España desde las sombras, desde los medios de comunicación, a la política, las grandes empresas y la religión, y sus obscenas relaciones de poder, que son en el fondo las que manejan el Estado. Nombres como Aznar, César Alierta, Buruaga, Rajoy, Villalonga o Jiménez Losantos reciben los dardos del periodista en un extraño arranque de sinceridad, que finalmente le costó que dicha entrevista fuese censurada por TVE y no se emitiera como estaba prevista.
La cadena pública se excusó asegurando que en ella no se vertían opiniones "sino insultos, descalificaciones y ataques a terceras personas". TVE añadió que "respeta en toda su programación la crítica y la discrepancia" pero sus responsables han considerado que, en esta ocasión, el tono de la entrevista obligaba a retirarla. Es decir, aceptamos todas las opiniones, excepto las que no.
Preguntado a qué achacaba que TVE decidiera no emitir la entrevista, José María García aseguró que para él «es absolutamente inexplicable», pero que, «en un porcentaje alto», responsabilizaba de esta decisión al presidente de ACS, Florentino Pérez. «Si no ha sido Florentino Pérez, no me cabe otra explicación», dijo. Admitió en rueda de prensa que el contenido de sus afirmaciones eran «durísimas» pero insistió en que «en ningún caso insultó», y repasó durante la rueda de prensa el diálogo de más de dos horas con Quintero y sus críticas al ex presidente del Gobierno, José María Aznar, además de a periodistas, empresarios y repasó «el estado de los medios de comunicación en España». Asimismo, aseguró que sólo respondía «lo que le preguntaban» acerca de «la verdad de por qué se retiró de los medios». Realmente la entrevista no tiene desperdicio.