¿Sabes qué es la higiene?

Esta semana se celebra el Día mundial de la higiene, que pretende concienciar a la población mundial sobre la importancia de mantener una buena higiene para prevenir posibles enfermedades. Sin embargo, el "exceso de higiene" tampoco es saludable. 
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¿Sabes qué es la higiene?

Tal y como explica UNICEF, gran parte de las enfermedades y muertes en niños menores de 5 años son causadas por gérmenes que se transmiten por la ingestión de agua, alimentos o debido a unas manos mal lavadas. Los profesionales de la salud advierten de la importancia de realizar un buen lavado de manos con agua y jabón que ayuden a la prevención de enfermedades como el cólera, infecciones en la piel, hepatitis o diarreas, entre otros muchos consejos básicos de higiene para evitar la propagación de enfermedades. Sin embargo, estas recomendaciones son superadas por exceso en muchos países industrializados, llegando a generar problemas como el debilitamiento del sistema inmunológico, alergias o asma. Una correcta higiene no consiste en desinfectar todo con productos químicos, ducharnos todos los días o untarnos en desodorante. Entonces, ¿qué es la higiene? Según la RAE:

Higiene: Parte de la medicina que tiene por objeto la conservación de la salud y la prevención de enfermedades - RAE

Por lo tanto, la tendencia a limpiar y desinfectar todo lo que nos rodea y a nosotros mismos de modo compulsivo no es higiene, puesto que no fomenta la conservación de la salud ni la prevención de enfermedades. Es mas, puede causar el efecto opuesto, ya que el sistema inmunológico necesita trabajar, y no siempre le dejamos. Así lo afirman diversos estudios que han llegado a la "hipótesis de la higiene", que pone de manifiesto el mundo ultradesinfectado en el que vivimos, y que podría ser el causante de alergias, asma, enfermedades inflamatorias del intestino y otros trastornos autoinmunes. La ausencia total de exposición a bacterias, virus y alérgenos impide el desarrollo normal del sistema inmunológico, provocando estos trastornos. La primera generación que vivió la explosión de lociones antibacteriales y otras formas extremas de higiene, junto con el exceso de antibióticos, sufrió un aumento de alergias alimentarias del 50%, y del 69% en alergias de piel (datos del Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades en el intervalo 1999-2011 en EEUU).

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Esta hipótesis de la higiene fue introducida a finales de los 80 por David P. Strachan, epidemiólogo del British Medical Journal, tras descubrir que en casas de niños con hermanos mayores había menos casos de fiebre del heno, debido a que estos exponían a los más pequeños a los gérmenes, "aprendiendo" así a defenderse de ellos. Para los expertos, el sistema inmunológico de un niño necesita educación, por lo que la exposición temprana a microbios ayuda en la educación del sistema inmunológico.

Pruebas sólidas

Cada vez más estudios confirman esta hipótesis de la higiene. Sucede con la diabetes tipo 1, con este estudio que demuestra que cuanto menor es la incidencia de enfermedades infecciosas en un país mayor es el número de diabéticos que habitan en él. Sucede también con el alzheimer, la enfermedad neurodegenerativa más presente en los países industrializados. Pues bien, este otro estudio demuestra que cuanto mayor grado de higiene muestra un área urbana, mayor es la prevalencia de esta forma de demencia. Además, también muestra cómo la falta de contacto con la tierra y los animales en territorio de asfalto, cemento y agua potable podría explicar por qué el cerebro es más proclive a inflamarse.

El exceso de higiene también puede tener efectos en rutinas diarias tan básicas como puede ser limpiar los platos. Según un estudio publicado en la revista Pediatrics, el uso del lavavajillas podría tener mucho que ver con el aumento de las alergias. El estudio se basó en los datos de más de mil niños entre 7 y 8 años y analizó la incidencia de asma, eczema y rinoconjuntivitis. En las familias que lavaban los platos a mano la incidencia de alergias era menor que en aquellos que optaban por usar lavavajillas.

Los dermatólogos también están cada vez más convencidos de que la higiene excesiva es dañina. Según la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV), el contacto prolongado o repetido con agua debido a una higiene excesiva puede conducir, a largo plazo, a la deshidratación de la piel. Usar el jabón con demasiada frecuencia hace además que la piel pierda la capa de grasa que la protege, fomentando el aumento de casos de piel atópica. Según el estudio Piel sensible en Europa, publicado por la Academia Europea de Dermatología y Venereología, estos casos se han multiplicado por tres. 

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Cada vez más autores defienden esta hipótesis de la higiene. Por ejemplo, el premio Pulitzer Matt Richtel ha publicado el libro "An Elegant Defense: The Extraordinary New Science of the Immune System" (Una defensa elegante: la extraordinaria nueva ciencia del sistema inmunológico),donde analiza por qué para mantener una buena salud se requiere interaccionar con el mundo natural que nos rodea, y que el jabón, los antibióticos y la publicidad han casi erradicado de nuestro día a día. Richtel defiende la idea de que si las defensas del organismo no tienen en qué trabajar, la complejidad de su evolución encontrará algo que hacer, y eso puede implicar la confusión de sus propias células con agentes nocivos, generando enfermedades autoinmunes, alergias y otras patologías.  

Hemos minimizado la interacción regular no ya con los parásitos sino incluso con las bacterias beneficiosas que ayudan a educar y pulir el sistema inmunológico, las que lo entrenan... No encontramos tantos bichos cuando somos bebés. No es sólo porque nuestras casas están más limpias, sino también porque nuestras familias son más pequeñas (menos niños grandes traen gérmenes a la casa), nuestros alimentos y nuestra agua son más limpios, nuestra leche está esterilizada - Matt Richtel.

Aún no sabemos exactamente donde está la línea que separa la limpieza adecuada de la excesiva. Lo que sí sabemos es que tiene que ver con convivir en armonía con los entre 30 y 300 trillones de "bichos" que habitan en nuestro cuerpo y que reciben el nombre de microbioma, y que son parte esencial del correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. No podemos caer en el alarmismo por el exceso de higiene, pero tampoco dejarnos llevar como hemos hecho hasta ahora. Como ocurre en muchas ocasiones, el punto adecuado está en el medio. Sentido común!!