INVESTIGACIÓN

Antidepresivos, antibióticos y cremas solares: las sustancias que acumulan los peces

Investigadores de la Universidad del País Vasco han confirmado la presencia de estos contaminantes en la fauna marina

animalsPEXELS
Aún queda por determinar si estos componentes pueden pasar indirectamente a las personas. (PEXELS)
Antidepresivos, antibióticos y cremas solares: las sustancias que acumulan los peces

Los ecosistemas acuáticos llevan años sufriendo las graves consecuencias de la contaminación y el cambio climático. A la creciente preocupación por el incremento de las olas de calor marinas, hay que sumarle también los efectos derivados de la contaminación de los océanos con toneladas de plásticos. La fauna subacuatica ingiere determinados materiales que estos agentes han dejado en los mares, como pueden ser los microplásticos y que indirectamente pasan a los humanos a través de la cadena alimenticia. Además, una reciente investigación ha concluido que los antibióticos, los antidepresivos o los componentes de cremas solares también son otras de las sustancias que los peces acumulan en su interior.

Investigadores del Departamento de Química Analítica de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) han llevado a cabo diferentes pruebas para medir el grado de contenido antidepresivo, antibiótico y de filtros ultravioeta que hay en el agua. Pero también han analizado los tejidos y fluidos de los peces para ver que grado de acumulación de estos componentes hay en su interior. Aunque a través de la biomonitorizacón ambiental ya se sabía que estas materias se acumulaban en la fauna marina, lo cierto es que hasta este momento no se había llevado a cabo un estudio tan minucioso como el que se ha realizado en la UPV. Una de las conclusiones a las que han llegado los investigadores es que cada vez hay más residuos de fármacos y de productos de cuidado personal en los ecosistemas marinos. El antidepresivo amitriptilina, el antibiótico ciprofloxacin y el filtro ultravioleta oxibenzona, que está presente en muchas cremas solares, son algunas de las sustancias con mayor grado de concentración entre las especies marinas analizadas.

fish-984299_960_720Los peces ingieren sustancias que pueden pasar indirectamente a los humanos a través de la cadena alimenticia. (FREE PHOTOS)

Para llevar a cabo este estudio, se ha creado un equipo para optimizar diferentes métodos analíticos y poder determinar qué fármacos y productos de cuidado personal hay en el agua y en los tejidos de los peces. Pero también se han centrado en estudiar los efectos que producen y los cambios que generan en su metabolismo. Una de las profesoras que ha llevado a cabo la investigación, Haizea Ziarrusta, ha asegurado también que la ingesta de estos componentes por parte de los peces “produce efectos secundarios en su plasma, cerebro e hígado, porque interfieren en su metabolismo, y pueden incluso afectarles a nivel de organismo”.

Las muestras se han obtenido en estuarios vizcaínos, donde se han llevado a cabo experimentos de exposición con doradas. En esta especie se ha evaluado la bioacumulación de amitriptilina, ciprofloxacin y oxibenzona y su distribución en sus tejidos y según Ziarrusta, también han investigado “la biotransformación de estos contaminantes y caracterizado sus productos de degradación; por último, hemos investigado los cambios que provocan estos contaminantes a nivel molecular, analizando el metabolismo de los peces”

Al parecer, la concentración tan alta de este tipo de sustancias es debido a que el consumo de ellos está aumentando entre la población y bien a través de los desechos o por contacto directo con el agua, estos pasan directamente a los ecosistemas marinos. Las depuradoras no consiguen eliminarlos del todo y llegan a los peces, produciendo cambios en su metabolismo.

Esta investigación solo es el punto de partida, porque como dice la científica, todavía queda mucho por hacer, porque “no sabemos hasta qué punto influirá eso a nivel de individuo, y si el problema podría llegar a niveles poblacionales. A medida que contaminamos el mar, es decir, a medida que aumentan los contaminantes, la situación empeora, y es preciso saber si existe el riesgo de que los contaminantes que acumulan los peces lleguen hasta los humanos”.