En el caso de Clinton, el proceso murió en el Senado estadounidense. Allí en esa época la mayoría la tenían los demócratas, al igual que ahora la tienen los republicanos. Ello hace que sea muy poco probable que el Senado vaya a destituir a un presidente que tiene mayoría allí.

Hay que recordar que el proceso de Clinton se basaba en buena parte en que había mentido sobre su relación con Monica Lewinsky, una trabajadora de La Casa Blanca que le había practicado una felación.