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En 1975 el sindicalista Jimmy Hoffa desaparecía sin dejar rastro

Se había citado con un líder del sindicato de camioneros y un mafioso, pero el encuentro no llegó a realizarse y nunca más se supo de él
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En 1975 el sindicalista Jimmy Hoffa desaparecía sin dejar rastro

Lo último que se sabe del sindicalista Jimmy Hoffa es que estaba esperando al líder del sindicato de camioneros neoyorkinos Tony Pro para celebrar un encuentro junto a un mafioso en Detroit. Hoffa llamó desde un teléfono público a Louis Lindeau, el antiguo presidente de un sindicato local junto con el que quería recuperar la Hermandad Internacional de Camioneros. Eran las 15.27 del 30 de julio de 1975 cuando hizo la llamada para decirle que Tony Pro no había acudido a la cita que tenía con él y Louis Lindeau le dijo que se tranquilizara y pasase por su oficina de camino a casa, pero Hoffa nunca lo hizo.

Durante toda su vida Hoffa participó en diferentes actividades sindicales y con tan solo 18 años empezó a formar parte de la Hermandad Internacional de Camioneros para organizar una de las ramas locales. Además, fue conocido por realizar acuerdos con bandas de crimen organizado para intentar expandir la Hermandad. Por estas colaboraciones fue duramente criticado, ya que se le acusó de recurrir a las mafias para que extorsionaran a los pequeños empresarios para que se unieran a él y apoyaran la expansión de la Hermandad. Por ello la Fiscalía había intentado encarcelar a Hoffa en numerosas ocasiones, pero no fue hasta que Kennedy llegó al poder y nombró a su hermano Bobby como Fiscal General en 1961, cuando se decidió crear un equipo especial de fiscales para terminar encarcelándolo. Tres años después fue condenado a ocho años por intentar sobornar a un jurado y acumuló otra condena de cinco años por fraude y finalmente en 1967 entró en prisión.

Con la entrada en el gobierno de Richard Nixon, Hoffa salió de la cárcel, recibió una pensión de la Hermandad e intentó recuperar su influencia dentro del sindicato. Pero en uno de esos intentos por recuperar su posición, fue cuando se perdió su rastro. Hoffa había quedado para comer en el restaurante Red Fox con un sindicalista y un miembro de la mafia pero ninguno de los dos llegó. A las 14.15 llamó a su mujer para decirle que el sindicalista Tony Pro y el mafioso Giacaleone le había dado plantón. También habló con su amigo Lindeau una hora más tarde y algunos testigos apuntan a que fue visto junto a su coche pero nada más se supo de él después de la llamada.

Al día siguiente encontraron su coche abierto pero sin rastro del sindicalista y el FBI y la policía iniciaron una investigación para dar con su paradero. Tony y Giacalone negaron que hubieran quedado con Hoffa para comer ese día y las investigaciones no llegaron a ninguna conclusión clara. Por eso el 30 de julio de 1982 se declaró legalmente muerto. Mucho se ha especulado sobre su desaparición y posible muerte, incluso hay una película que trata el caso. “The irishman” de Martin Scorsese, cuenta la historia del mafioso y socio de Hoffa, Frank el irlandés, que aseguró antes de ser asesinado que había encargado la muerte del sindicalista, a quien, según sus confesiones, habían disparado e incinerado a las afueras de Detroit.