Los indios americanos sabían drogarse

Los indios americanos sabían drogarse
Hoy es un día especial para la Historia general de las drogas. Seguramente Antonio Escohotado y otros reputados expertos en el tema celebren el hallazgo que se ha producido en el valle del río Sora, en el suroeste de Bolivia. Se trata de una vieja bolsa con cinco drogas de los indios americanos: cocaína, benzoilecgonina, bupotenina alucinógena y los dos ingredientes principales de la ayahuasca. Junto a las sustancias, fueron hallados una serie de utensilios para su correcto uso: tallos secos, dos tablillas talladas en madera para inhalar sustancias, un tubo que servía para aspirar, dos espátulas de hueso de llama, una cinta textil para la cabeza y un bolso hecho con tres hocicos de zorro cuidadosamente cosidos. Se cree que todo ello perteneció a un chamán, y que probablemente consumiera múltiples plantas para producir diferentes efectos o extender sus alucinaciones. Entre los productos de la bolsa aparecieron la harmina y el DMT, que son los ingredientes principales de las preparaciones modernas de ayahuasca. El descubrimiento lo realizaron arqueólogos de la Penn State University, que se toparon con él de casualidad mientras buscaban restos de los antigüos pobladores de la zona, y ha sido publicado en la revista PNAS. Cueva del Chileno, al suroeste de Bolivia, donde se ha producido el hallazgo. Foto: Jose Capriles, Penn State Que los indios nativos americanos utilizaban sustancias psicotrópicas no es un dato nuevo. Durante milenios, los pueblos precolombinos han usado varias especies de plantas nativas de América del Sur debido a sus propiedades curativas y psicoactivas con la finalidad de alterar sus estados de conciencia. Sin embargo, hasta ahora, solo había evidencia arqueológica del consumo de psicotrópicos como el alcohol o la cafeína. El uso de otras sustancias psicoactivas fue más difícil de documentar, puesto que estos compuestos se degradan con facilidad. Sin embargo, las condiciones especiales de conservación en esta cueva han hecho posible este hallazgo. Tampoco se sabía el nivel de conocimiento que realmente tenían, ni la variedad de productos que manejaban. Tal y como aseguran los autores: “este es el mayor número de sustancias psicoactivas encontradas en un solo yacimiento de Sudamérica”. Los autores del estudio también dejan caer que esta puede haber sido la primera organización de narcotraficantes de la historia: "Ninguno de los compuestos psicoactivos que se encuentran aquí provienen de plantas que crecen en esta zona de los Andes, lo que indica la presencia de redes de intercambio elaboradas o el movimiento de este individuo en diferentes entornos para obtener estas plantas especiales".