Blanche Monnier, la famosa maltratada durante 25 años

Blanche Monnier, la famosa maltratada durante 25 años

Corría un día del mes de mayo del año 1901 y el abogado general de la ciudad de París daba lectura a una carta anónima que contenía detalles espeluznantes sobre una casa apartada en las inmediaciones de Poiters. Según aquella carta redactada a mano, con buen vocabulario y caligrafía, una mujer era objeto de maltratos y vejaciones en este lugar. Supercurioso cuenta que Madame Monnier, la dueña de la mencionada casa, era una viuda de clase alta y de 75 años de edad que vivía en su rica propiedad con su hijo abogado, Marcel. En un momento, ella tuvo una hija, pero la joven desapareció cuando tenía 25 años.

Blanche Monnier, antes de ser reclusa por sus familiares

Su familia era muy respetada. Madame Monnier había ganado un premio del Comité de Buenas Obras, por sus generosas contribuciones a la ciudad, así que nadie podía imaginar lo que estaba ocurriendo en su hogar.

A pesar de la reputación de la familia Monnier, la policía decidió investigar la propiedad de todos modos. En una habitación de la casa, la policía descubrió una puerta cerrada con candado. Cuando sacaron la cerradura y la abrieron, un horrible hedor los abrumó.

En la esquina más oscura de ese lugar, cubierta por una sábana llena de inmundicia, se encontraba una mujer esquelética en posición fetal, descrita por los hombres como nada más que “piel y huesos”. Según comenta Marcianos, estaba completamente desnuda, recostada sobre un montón de paja atestada de orina y heces. . Estaba presa a un grillete de hierro remachado a la pared que la sujetaba por el tobillo. La piel en la zona del pie era carne viva debido al contacto permanente con el metal. Al ver a los hombres gritó con demencia, aterrada por la presencia humana después de tanto tiempo.

Mademoiselle Blanche Monnier: El 23 de mayo de 1901, un comisionado de policía forzó la puerta de una casa de Poitiers y la descubrió en una habitación oscura con persianas que cerraban a una mujer que yacía en una cama en medio de la inmundicia.

Cuando estaba por cumplir sus veinte años, Blanche se enamoró perdidamente de un hombre mayor – un comerciante de poco estatus social. La familia se opuso a dicha relación y le exigieron a Blanche que abandonara su emprendimiento amoroso. Según los rumores, la dama tenía la intención de escapar y jurarle amor eterno a su amado en Marsella, donde pretendían establecerse.

Una noche, el par drogó a Blanche con láudano y la llevó hasta el ático de la mansión. Cuando despertó, su madre le informó que permanecería en aquel lugar hasta que aceptara romper su relación o casarse con quien ella le indicara. Según la apreciación de Madame Monnier, era cuestión de tiempo para que Blanche diera su brazo a torcer. Pero Blanche jamás desistió.

Los Monnier se limitaron a inventar historias para justificar la ausencia de la hija. Madame Monnier no recibía visitantes ni familiares y parecía no tener amistades.

Madre e hijo fueron llevados a prisión tras el rescate de Blanche. Una muchedumbre indignada se reunió alrededor de su celda y el revuelo le provocó un ataque al corazón. Murió quince días después.

Marcel fue encontrado culpable y sentenciado tan solo a 15 meses de prisión. Apeló la sentencia a comienzos de noviembre. Gracias a su influencia y amistades en los tribunales, obtuvo un perdón especial – una aberración de la justicia francesa que jamás llegó a ser explicada.

Blanche pasó el resto de su vida bajo cuidado psiquiátrico, y murió en 1913.

Blanche en un centro psiquiátrico, leyendo