El último adiós del Che Guevara

Hoy se cumplen 52 años del nacimiento de una leyenda. El 9 de octubre de 1967, Ernesto Guevara era capturado y ejecutado en Bolivia. Su profunda humanidad, el compromiso con los necesitados, su fidelidad y sacrificio lo convirtieron en ejemplo a seguir para millones de personas, hasta convertirse en mito. Este año se ha publicado en Cuba "Epistolario de un tiempo. Cartas 1947-1967", que reúne 350 páginas de cartas personales y políticas, desde que termina sus estudios hasta las últimas palabras dedicadas a sus padres, sus hijos y su esposa, días antes de ser asesinado

che guevara
che guevara
El último adiós del Che Guevara

Te podría decir que te extraño hasta el punto de perder el sueño, pero sé que no me creerías de manera que me abstengo. Pero hay días en que la morriña avanza incontenible y se posesiona de mí. En navidad y Año nuevo, sobre todo, no sabes cómo extraño tus lágrimas rituales, bajo un cielo de estrellas nuevas que me recordaba lo poco que le he sacado a la vida en el orden personal […] Dale un beso a los pedacitos de carne, a todo el resto y recibe el beso preñado de suspiros y otras congojas de tu pobre y pelado marido

Estas son las últimas palabras escritas por Ernesto Guevara desde la selva de Ñacahuasú, en Bolivia. Como presintiendo su oscuro futuro próximo, El Che dedica a Aleida March una carta donde vemos el lado más humano del eterno guerrillero. El recuerdo de su hogar, la añoranza de los hijos y el deseo de abrazar a su esposa se mezclan con el sentimiento de culpa por no haber aprovechado más su vida en el plano personal. 

El texto comienza con “Desde algún lugar de Bolivia, 1966”, y termina con una dedicatoria para su hijo menor:

Tatico, tú crece y hazte hombre que después veremos qué se hace. Si hay imperialismo todavía salimos a pelearlo, si eso se acaba, tú, Camilo y yo podemos irnos de vacaciones a la luna.

Estos pasajes forman parte del libro "Che Guevara. Epistolario de un tiempo. Cartas 1947-1967", compilado por María del Carmen Ariet y Disamis Arcia, publicado este mismo año y que incluye en un mismo volumen todas sus cartas conocidas, incluyendo algunas inéditas hasta la fecha. En la contracubierta del libro se puede leer:

Ernesto Guevara de la Serna no escapó a la tentación de escribir pasajes y momentos cruciales de su vida por intermedio de cartas. Desde su infancia hasta su adultez se pueden auscultar los sentimientos que afloran con mayor o menor intensidad en las cartas que escribe, pero marcadas por un ingrediente sustancial: su sentido de la verdad y la honestidad en sus expresiones y en su modo de decirlas, acompañadas de un estilo muy suyo que, con el tiempo, logra depurar para alcanzar un clímax relevante.En la presente edición se han ordenado por primera vez las cartas redactadas por el Che desde sus días de juventud, en Argentina, pasando por la experiencia de la lucha revolucionaria en Cuba y los años intensos y fecundos que siguieron al triunfo revolucionario, hasta la última carta que enviara a su esposa Aleida March desde Bolivia.Estas cartas, escritas en diversos momentos y circunstancias, sintetizan y definen al revolucionario integral en toda su dimensión. Muchas se conocen y otras, las menos, son inéditas, conservadas en su archivo personal y de singular importancia

che guevara libro

Precisamente uno de los textos del que hasta ahora solo se conocían algunos pequeños fragmentos es la segunda carta de despedida que escribió el Che a Fidel antes de partir hacia la guerrilla en el Congo, y de la que muchos expertos en el tema consideran que es la más profunda y definitoria del¡ su pensamiento. En ella critica y analiza sin piedad los males políticos y económicos de la revolución, haciendo hincapié en los que afectaban al funcionamiento del Partido Comunista, el Gobierno y el Estado:

Creo que hemos cometido muchos errores de tipo económico. El primero de ellos, el más importante, es la improvisación con que hemos llevado adelante nuestras ideas que ha dado por resultado una política de bandazos. Improvisación y subjetivismo, diría yo. De tal manera que se daban metas que conllevaban crecimientos imposibles…Tengo cierta sensación de que esto es un poco de pérdida de tiempo para todos, porque tengo copias de otros escritos anteriores de un tono parecido y realmente poco ha cambiado desde entonces y nada de lo fundamental...Son críticas que hago amparado en la vieja amistad y en el aprecio, admiración y lealtad sin límites que te profeso

che fidel

Uno de los últimos textos que escribió Ernesto se lo dedicó a sus padres, casi profetizando lo que le esperaba: 

Queridos viejos: Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al camino con mi adarga al brazo. Hace de esto casi diez años, les escribí otra carta de despedida… Puede ser que esta sea la definitiva. No lo busco pero está dentro del cálculo lógico de probabilidades. Si es así, va un último abrazo