La cápsula Crew Dragon de SpaceX se acopla a la Estación Espacial Internacional

La cápsula Crew Dragon de SpaceX se acopla a la Estación Espacial Internacional

Se abre un nuevo capítulo en la exploración espacial, la cápsula no tripulada Crew Dragon fue lanzada por la empresa estadounidense SpaceX, la compañía aeroespacial privada de Elon Musk, desde el Centro Espacial Kennedy en Florida e impulsada por un cohete también de su propiedad, Falcon 9. Poco más de 24 horas después, la capsula se acopló correctamente al extremo delantero de la Estación Espacial Internacional (ISS) a más de 400 Km sobre la superficie de la Tierra (siendo la primera vez que una empresa privada lo hace). El procedimiento de acoplamiento se ha basado en un software de control automatizado.

Se trata del primer vuelo de prueba sin tripulación a la que han llamado Demo-1 y que proporcionará datos sobre el rendimiento del cohete Falcon 9, la capsula y los sistemas terrestres, así como las operaciones en órbita, acoplamiento y aterrizaje.

Demo-1 también proporcionará datos valiosos para que la NASA y verificar que el vehículo de SpaceX sea confiable y seguro, para permitir reanudar los vuelos tripulados hacia y desde la estación espacial desde suelo estadounidense (de demostrarlo SpaceX obtendría un contrato de 2.600 millones de dólares). Desde el final del programa de transbordadores espaciales en 2011 tras 30 años de servicio, solo los rusos transportan personas en viajes de ida y vuelta a la ISS.

La nave no transportaba a ningún humano, pero sí un maniquí de prueba llamado Ripley con varios sensores incorporados para recopilar datos biométricos. También se empaquetaron en el interior alrededor de 180kg de suministros y equipos y un pequeño peluche con forma de planeta azul, que SpaceX introdujo para que sirviera de "indicador de ingravidez super 'high tech'".

La última fase de desacople y vuelta a la Tierra (es una nave reutilizable) tendrá lugar el próximo viernes. Se desplegaran un conjunto de cuatro paracaídas diseñados para bajarlo suavemente a la superficie del Océano Atlántico. Usando un nuevo buque de recuperación especialmente diseñado, se requiere que SpaceX saque la nave del agua dentro de una hora después de la caída.