Isaac Asimov y sus predicciones de 2019

Isaac Asimov y sus predicciones de 2019

El 31 de diciembre de 1983 el científico y escritor de ciencia ficción Isaac Asimov publicó un artículo en el diario canadiense Toronto Star y en el hacía predicciones sobre cómo sería el mundo 35 años despues, es decir, en este recien estrenado 2019.

Asimov eligió ese periodo de tiempo como un guiño al escritor George Orwell, pues en 1949 se publicó su famosa novela 1984. Es decir, en su libro Orwell imaginaba cómo sería el mundo 35 años después. Además 35 años también eran un salto generacional. Un margen suficiente para que predecir el futuro sin que fuera una tarea demasiado fácil y sin caer en el imaginario futurista de la ciencia ficción (de lo que Asimov ya de por sí era experto).

Guerra nuclear

Para poder imaginar un 2019 tiene que haber un 2019 y Asimov empieza el artículo con su temor por un posible enfrentamiento entre la entonces Unión Soviética y Estados Unidos pero asumiendo que no ocurre ninguna guerra nuclear.

"Muy pocos de nosotros, o de nuestros hijos o nietos estarán vivos (en caso de que haya una guerra nuclear) como para que tenga algún sentido describir la condición precisa de miseria global que habría en ese momento".

Pero la preocupación nuclear sigue patente 35 años después ya que varios países también han desarrollado poderío nuclear, como Reino Unido, Francia, China, India, Paquistán, Israel y Corea del Norte.

La computarización

"Un producto secundario esencial, el objeto computarizado móvil, o robot, ya está entrando en la industria y, en el transcurso de la próxima generación, penetrará en el hogar".

El “objeto móvil computerizado” es el término que más llama la atención en sus augurios tecnológicos. Asimov no concreta a qué se refiere pero al leerlo es irremediable que se nos pase por la cabeza el smartphone desde el que muchos podrían estar leyendo este artículo.

Para el autor de ciencia ficción, las computadoras se volverían indispensables en 2019 y ello redundaría en beneficio de la sociedad. Un pensamiento positivo de la tecnología que también augura en la robotización de la industria y vaticinaba que algunos empleos desaparecerían, en favor de las computadoras y los robots, que se ocuparían de las tareas repetitivas. Pero que a su vez se crearía más empleo del que se destruiría.

Para 2019, imaginaba una nueva generación criada en un mundo de alta tecnología. La computadora se habría vuelto un elemento central en la educación. "Las escuelas seguirán existiendo, pero un buen maestro de escuela no podrá hacer nada mejor que inspirar la curiosidad que un estudiante interesado puede satisfacer en casa en la consola de su computadora".

Medio ambiente

Respecto a este tema, Asimov veía las cosas más negras. “Las consecuencias en términos de residuos y polución se harán más evidentes e inaguantables con el tiempo y los intentos de manejar esto serán más agotadores”, escribió. Aunque también apuntó que en 2019 tendríamos en nuestras manos las herramientas para solucionar el problema.

Conquista de la Luna

"Para 2019 habremos vuelto a la luna vigorosamente"...“no para recoger piedras lunares sino para establecer una estación minera que procesará el suelo lunar”. En este punto Asimov se equivocó, pues desde la última misión Apolo en 1972, el ser humano no ha vuelto a pisar la luna eso si, seguimos logrando proezas en nuestro satélite como el alunizaje en la cara oculta de la Luna.

En general, sus predicciones espaciales estaban bien enfocadas, pero quizás demasiado optimistas.

"Una de esas estructuras que, muy posiblemente, podría completarse para 2019 sería el prototipo de una estación de energía solar, equipada para recolectar energía solar, convertirla en microondas y transmitirla a la Tierra", imaginaba Asimov.

Armonía en la Tierra

La conquista espacial venía acompañado de un optimista futuro de nuestro planeta. "Sería el comienzo de una era en que una parte importante de la energía de la Tierra provendrá del sol, en condiciones que no la harán propiedad de ninguna nación, sino del mundo en general".

"Tales estructuras serán, en sí mismas, garantías de paz mundial y de cooperación continua entre las naciones", escribe Asimov. La energía será tan necesaria para todos, y se podrá entregar fácilmente solo si las naciones se mantienen en paz y trabajan juntas, con lo cual la guerra se volverá simplemente impensable".